Velan por los DDHH que se orientan por los intereses pagados por el imperialismo. |
Para hablarnos sobre derechos humanos en Cuba, es habitual
que las agencias y medios en idioma español tomen como fuente informativa al
denominado “Observatorio Cubano de Derechos Humanos”, con sede en Madrid (1)
(2) (3) (4).
Pero hay un detalle esencial sobre esta supuesta ONG que los
medios no revelan: que está sostenida económicamente, desde su nacimiento en
2009, por el Gobierno de EEUU (5).
El llamado “Fondo Nacional para la Democracia” (NED, por sus
siglas en inglés), solo en el último año, entregó al citado Observatorio 200
mil dólares para su actividad (6). Parte de este dinero financia en La Habana,
además, a su “entidad asociada”, la llamada “Comisión Cubana de Derechos
Humanos”, dirigida por el conocido “disidente” Elizardo Sánchez (7).
Esta información ha sido desvelada por el periodista
norteamericano Tracey Eaton (8), ya que el citado Observatorio no hace públicas
ni esta ni otras fuentes de financiación (9).
Es curioso que una supuesta “ONG de DDHH” apoye la línea dura de
la ultraderecha. Junto a la Fundación FAES de José María Aznar, presiona a la
Unión Europea para que mantenga el régimen de sanciones a la Isla contenido en
la llamada Posición Común (10). Y ha protestado airadamente por la reciente
decisión de la Comisión Europea de derogarla (11).
Es un caso similar al llamado “Observatorio Sirio de Derechos
Humanos”, financiado en este caso desde la Unión Europea y el Gobierno de Reino
Unido, y que es fuente de referencia sobre Siria para agencias y medios
occidentales (12). El objetivo de sus financiadores es claro: posicionar a la
opinión pública, a través de los testimonios de esta supuesta “organización
civil”, contra el gobierno de Damasco, y legitimar así la política de
intervención occidental en el conflicto sirio (13).
Pero recordemos qué es el “Fondo Nacional para la Democracia”
(NED), que financia el Observatorio Cubano de Derechos Humanos. Se presenta
como una organización sin fines de lucro, que cuenta con una partida estable y
por ley del Congreso de EEUU. Fue creado por el Gobierno de Ronald Reagan en
1983, para llevar a cabo, de manera más transparente y fiscalizable, ciertas
actividades que antes realizaban los servicios de inteligencia (14). Carl
Gershman, su primer presidente, explicaba que la NED se fundó porque “sería
terrible para los grupos democráticos del mundo presentarse como financiados
por la CIA” (15) (16).
Hoy, la NED financia más de mil proyectos en 90 países del mundo,
bajo el paraguas de la supuesta “promoción de la democracia”, con un objetivo
esencial: financiar y empoderar partidos políticos, sindicatos, ONGs y medios
informativos que defiendan los intereses de EEUU y Occidente, frente a
gobiernos oponentes, como los de Venezuela, Irán, Ecuador, Siria, Rusia o Cuba
(17) (18).
La NED destina 4 millones al año a grupos que combaten al Gobierno
cubano. El resto, hasta los 30 millones que asigna para tal fin el Congreso de
EEUU, son canalizados por la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y
el propio Departamento de Estado (19).
Estos fondos –recordemos- son un mandato contenido en las leyes
Helms-Burton (de 1996) y Torrichelli (de 1992) (20).
Así es como, desde Washington, son sostenidos y financiados los
grupos de la llamada “disidencia” interna cubana, las organizaciones de la
ultraderecha de Miami, y las fundaciones y colectivos que, desde Madrid, Praga,
Lima o Varsovia, actúan como legitimación informativa de las campañas
mediáticas contra el Gobierno cubano (21).
Aunque sobre ello los medios internacionales no
nos digan… ni media palabra.
Source: Informativo Más Voces
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