El delirio de Berta Soler: inicio

¡Dime con quién andas y te diré quién eres! Reza el proverbio. Foto: Europa Press

"Es increíble que en un país donde supuestamente no hay libertad de expresión, alguien pueda hacer tales afirmaciones" [Rafael Correa]

Tomado de Capítulo Cubano.
Por Vincenzo Basile

El pasado 11 de marzo, Berta Soler -actual líder de las llamadas Damas de Blanco- llegaba a Madrid, empezando una larga gira mundial por varias ciudades del viejo continente y otras etapas todavía desconocidas.

Como era de imaginar, Soler no se ha hecho atender para dar al mundo una visión completa y exhaustiva de su actuación siempre más grosera y violenta y, sobre todo, de su absoluto odio y desprecio a Cuba y a los cubanos, con declaraciones que ni siquiera merecen ser reproducidas debido a la absoluta indecencia y a la vergüenza que pueden suscitar ya que esta mujer -tras acusar a su gobierno de terrorismo, asesinato y otras incriminaciones sin algún fundamento- pidió públicamente un recrudecimiento del bloqueo contra Cuba, una mayor presión política y económica internacional contra su propio país y a sus compatriotas y se declaró favorable a una derrota de Nicolás Maduro en las próximas elecciones venezolanas, ya que el “petróleo que Hugo Chávez le daba al régimen castrista se usaban para llenar los depósitos de los carros de la policía política para reprimir a la disidencia interna en Cuba”, todo eso, claramente, mientras que ella -otra rica disidente desempleada- se va de viaje por el mundo.

Pero, más que todas sus obscenas y anticubanas declaraciones, hay que destacar una primera característica de esta otra disidente viajera. Al aterrizar al aeropuerto de Barajas (España), Soler protagonizó un espectáculo -que dejó atónitos a muchos de los españoles ahí presentes- balbuceando como una furia unas confundidas y casi incomprensibles consignas, las mismas que cada domingo su ignorado y desconocido grupo repite incansablemente por las calles cubanas, y -en un momento de delirio de omnipotencia quizás debido al clamor generado por unos ‘anticastristas’ que la incitaban- elevó a si misma al rango de representante del pueblo cubano.

Por lo tanto, sobre la base de estas declaraciones, estaremos pendientes para asistir a todas las otras perlas que Berta, en cualidad de portavoz del pueblo de Cuba, regalará al mundo durante su largo viaje.