Tomado del blog Descubriendo Verdades
Por Percy Francisco Alvarado Godoy.
Por su interés, vuelvo a retomar un artículo de mi autoría, así como otras notas e informaciones aparecidas en Diario Digital (http://www.diarioreddigital.cl), con el título "La Fundada Hipótesis del Asesinato de Chávez".
He aquí la nota en cuestión:
Dos horas antes de la muerte del presidente Hugo Chávez, el vicepresidente
de Venezuela, Nicolás maduro, denunció que el cáncer que finalmente ocasionó el
deceso del mandatario habría sido sembrado por sus "enemigos
históricos", entre los que nombró a estados unidos y la oligarquía local. "Una
enfermedad que lo atacó, y lo atacó, nosotros no tenemos ninguna duda, y
llegará el momento indicado en que se pueda conformar una comisión científica,
con el fin de determinar que el comandante Chávez fue atacado por esta
enfermedad". Y agregó: "nosotros no tenemos ninguna duda que los
enemigos históricos de nuestra patria buscaron el punto para dañar la salud de
nuestro comandante. En su momento histórico lo diremos, ya tenemos bastantes
pistas sobre este tema. Es un tema muy serio desde el punto de vista histórico
que tendrá que ser investigado por una comisión especial de científicos".
A continuación, una serie de antecedentes que certifican esa hipótesis, que al
menos en Chile, presenta nutrida evidencia.
Cáncer Inducido, ¿un Arma de la CIA?
Percy Francisco Alvarado Godoy (*)
Las operaciones secretas de la CIA mantienen una
dirección permanente e invariable, orientadas lo mismo contra personalidades
políticas específicas que desafían el hegemonismo imperial norteamericano, a
los que se trata de eliminar físicamente, así como contra naciones enteras que
sufren las criminales consecuencias de guerras prefabricadas, agresiones
biológicas, campañas sostenidas de ataques mediáticos, amenazas, invasiones y
el aislamiento total mediante bloqueos y embargos injustificados. Este criminal
accionar de la CIA fue puesto al descubierto por la asociación para el disenso
responsable, la que estimó que, ya en 1987, seis millones de personas habían
sido asesinadas como resultado de las operaciones encubiertas de la CIA. Hoy,
esa cifra ha crecido enormemente.
Chávez tiene razón
El presidente Hugo Chávez destapó la caja de
pandora al exponer su sospecha sobre el inusual padecimiento de cáncer por
parte de varios mandatarios y personalidades progresistas latinoamericanos en
los últimos meses, entre los que se destacan su propia persona, la presidenta
argentina cristina Fernández, el mandatario paraguayo Fernando Lugo, la
presidenta brasileña Dilma Rousseff, el ex presidente brasileño Luis Inácio
Lula da Silva, entre otros.
"es muy difícil explicar a estas alturas ya
con la ley de las probabilidades, por ejemplo, lo que nos ha estado
aconteciendo a algunos de nosotros, líderes en américa latina", dijo Chávez,
apuntando sus sospechas hacia Washington y, particularmente, a la CIA.
Chávez reconoció las sospechas de Fidel sobre
este inusual fenómeno, las que no dejan de carecer de lógica, sobre todo si
parten de quien ha sido objetivo de más de 600 planes de atentado, incluso intentado
usar armas biológicas y venenos, durante uno de sus encuentros con él, cuando
el comandante le manifestó con suspicacia:
“Chávez, ten cuidado... Mira, cuidado esta gente
ha desarrollado tecnologías... Cuidado con lo que te dan de comer. Cuidado con
una pequeña aguja y te inyectan no se qué”.
Por supuesto, ni Fidel ni Chávez se equivocan si
se tienen en cuenta algunos elementos y antecedentes esenciales para
fundamentar tal acusación, involucrando en la tangible amenaza a la CIA y a las
autoridades norteamericanas.
Varios laboratorios de la CIA y del departamento
de defensa de los estados unidos dedican desde hace décadas cuantiosos recursos
al bioterrorismo y, particularmente, en la búsqueda de inoculación de
enfermedades como el cáncer, así como otros tipos de virus o bacterias, capaces
de infligir daño masivo sobre personas específicas, fuerzas militares y
ciudadanos comunes, violando las prohibiciones establecidas por las naciones
unidas.
La guerra biológica o bacteriológica, concebida
como un arma de alta efectividad, se implementa mediante el diseño de bombas y
otros tipos de agentes de esparcimiento de las enfermedades.
De esos laboratorios han salido el napalm, el
agente naranja, la cepa del Ántrax, la gripe ah1n1, la gripe porcina, así como
otros virus letales como el VIH y el Ébola. En el caso particular del cáncer se
conoce que, desde 1975, se ha empleado el fuerte Detrick como instalación donde
radica una sección especial dentro del departamento virus del centro para la
investigación de guerra biológica, conocida como "instalaciones Fredrick
para la investigación del cáncer", bajo supervisión del departamento de
defensa, de la CIA y del instituto nacional del cáncer.
Las investigaciones ultra secretas están
encaminadas a desarrollar un programa especial de virus del cáncer, sumamente
agresivo y letal, para el que existe inmunidad y fue identificado como virus
humano de la Célula T de Leucemia (HTLV).
La insistencia de estos laboratorios de lograr
los mecanismos para elaborar artificialmente células malignas o cancerígenas,
sumamente invasivas y capaces de propagarse en el organismo desarrollando una
metástasis incontenible, se ha mantenido a lo largo de más de cuatro décadas.
De acuerdo con estos proyectos, las enfermedades cancerígenas serían capaces de
inhibir cualquier defensa ante su ataque al organismo humano, diseminándose a
través de la sangre o de la linfa, luego de ser inoculadas en el mismo mediante
diversas vías.
La alteración del material genético de las
células humanas que provoca el cáncer por vía artificial en estos laboratorios,
son la premisa básica de esta arma desarrollada con la venía del gobierno
norteamericano. Para ello se elaboran células madres o Stem Cells, mediante
mutaciones monitoreadas y preconcebidas, convirtiéndolas en un fenotipo maligno
más heterogéneo de rápido desarrollo.
Otro elemento sobre el desarrollo de la guerra
biológica por parte del gobierno norteamericano, particularmente relacionado
con el cáncer, lo es el testimonio grabado del Dr. Maurice Hilleman, prestigioso
investigador en vacunas de los laboratorios merck, donde admite que sus
laboratorios produjeron vacunas contaminadas con leucemia y virus de cáncer en
la década de los setenta, las que fueron administradas deliberadamente a
ciudadanos soviéticos.
Este hecho macabro salió a la luz gracias al Dr.
Len Horowitz, investigador de la guerra biológica de la CIA, quien lo plasmó en
su documental “in lies we trust: the CIA, hollywood, and bioterrorism”,
estrenado el año 2007.
La CIA ha perfeccionado sus métodos para asesinar,
particularmente induciendo el cáncer en determinadas personas. Ha dejado atrás,
por citar un ejemplo, el método empleado contra Jack Leon Ruby, mafioso que
asesinó al presunto homicida del presidente John f. Kennedy, y quien muriera en
prisión, supuestamente por un cáncer, el 3 de enero de 1967.
En realidad, Ruby murió a causa de una
intoxicación con talio, la que le produjo un deterioro acelerado de su salud y
su muerte en poco tiempo.
Los síntomas que presentó luego de ingerir el
talio, arma química letal, soluble en agua, incoloro y prácticamente inodoro e
insípido, capaz de ser colocado en los alimentos de la víctima sin ser
detectado, fueron similares a una reacción invasiva de células cancerosas:
fiebre alta, caída del cabello, insuficiencia cardiaca o respiratoria, desplome
del sistema nervioso, dolores musculares, parálisis o inmovilidad en
determinadas zonas corporales y una muerte dolorosa.
Las administraciones norteamericanas han cuidado
celosamente sus programas súper secretos de guerra biológica, al extremo de
que, según un informe elaborado por el escritor Steve Quayle para free Press International,
en marzo del 2006, sugirió que cerca de 40 microbiólogos murieron
sospechosamente entre el 2002 y ese año.
En todos los casos, no se han encontrado culpables
de las muertes, sospechosos suicidios o accidentes llenos de interrogantes.
Washington reaccionó escueta y cínicamente a las declaraciones de Hugo Chávez,
tildando de “horrendos y reprensibles”, los supuestos de que EE.UU. esté
involucrado en las enfermedades cancerígenas de los mandatarios latinoamericanos,
a través de victoria Nuland, portavoz del departamento de estado.
La guerra biológica de la CIA y el pentágono
La CIA y otras agencias del gobierno
norteamericano tienen amplia experiencia en bioterrorismo y guerra
bacteriológica. De acuerdo con informaciones aparecidas en varios sitios web,
el gobierno de los estados unidos ha desarrollado múltiples proyectos secretos
de guerra biológica, entre los que han sobresalido:
1947- la CIA comenzó a estudiar el acido
lisérgico (LDS) para emplearlo como arma biológica contra seres humanos. En
1960, el equipo asistente principal de la inteligencia del ejercito (ACSI),
autorizó el empleo del LDS en Europa y en el lejano oriente, para evaluar las
reacciones en humanos. Ambos proyectos fueron codificados como tercera
oportunidad y sombrero de hongo, respectivamente.
1953- la CIA inició el proyecto MK ultra, el cual
se extendió durante once años de investigación, siendo concebido para producir
y probar drogas y microorganismos para controlar la mente y modificar la
conducta de los seres humanos, sin el consentimiento de los mismos.
1965- la CIA y del departamento de defensa
comenzaron el proyecto MK Search, con el fin de manipular la conducta humana a
través del uso de drogas psicodélicas.
1966- la CIA inició el proyecto MK Often,
dirigido a probar los efectos toxicológicos de ciertas drogas en los humanos y
los animales. 1966- el pentágono hizo quebrar varias ampollas con la bacteria
Bacillus Subtilis en las rejas de ventilación del metro de nueva york,
exponiendo a más de un millón de civiles de forma deliberada.
1967- la CIA y el departamento de defensa
implementaron el proyecto MK Naomi, sucesor del MK Ultra, diseñado para
mantener, reservar y probar las armas biológicas y químicas.
1970- la división de operaciones especiales en el
fuerte Detrick, desarrolló técnicas de biología molecular para producir
retrovirus. (VIH).
1970- la CIA y el pentágono desarrollaron
"armas étnicas", diseñadas para eliminar grupos étnicos específicos,
susceptibles por sus diferencias genéticas y las variaciones en el ADN.
1977- audiencias del senado, en la comisión
investigación científica y de salud, confirmaron la contaminación deliberada
por parte del pentágono y la CIA de 239 poblaciones con agentes biológicos,
entre 1949 y 1969, fundamentalmente en san francisco, Washington, D.C,
centro-oeste de EE.UU., ciudad de panamá, Minneapolis y St. Louis.
1987- el departamento de defensa admitió la
investigación y el desarrollo de agentes biológicos en 127 laboratorios y
universidades alrededor de EE.UU.. 1990- aplicación en los ángeles a más de
1500 bebes negros e hispanos, de seis meses de edad, de una vacuna
"experimental" del sarampión, no autorizada por la CDC.
1994- se descubrió, mediante una técnica llamada
"rastreador de genes", por parte del Dr. Garth Nicolson, científico
del centro del cáncer md Anderson de Houston, que los soldados la tormenta del
desierto fueron infectados con una cadena alterada de micoplasma incognitus,
una bacteria normalmente utilizada en la producción de armas biológicas, la
cual contiene un 40 por ciento de la proteína del virus del sida. Luego, en
1996, se admitiría que cerca de 20 000 soldados fueron afectados.
1995- el gobierno americano admitió que había
ofrecido a los criminales de guerra y científicos japoneses sueldos e inmunidad
de prosecución a cambio de los datos de sus investigaciones sobre guerra
biológica. 1995- el Dr. Garth Nicolson reveló evidencia de que los agentes
biológicos usados durante la guerra del golfo habían sido manufacturados en Houston,
(Texas) y boca ratón, (florida) y probados en prisioneros en el departamento
correccional de Texas.
1996- el departamento de defensa admitió que
soldados de la tormenta de desierto fueron expuestos a agentes químicos, lo que
condujo a que 88 miembros del congreso firmaran una carta, un año después,
exigiendo una investigación sobre el uso de armas biológicas la guerra del
golfo.
Agresiones biológicas contra cuba
La operación mangosta de la CIA había concebido
en su tarea número 33, luego del fracaso de Playa Girón, el uso criminal de la
guerra biológica contra cuba, estrenada con la introducción del virus patógeno New Castle. Años después, en 1978, la CIA introdujo en la isla la Epifitia Roya
de la caña, afectando las áreas cañeras del país.
La CIA también introdujo la fiebre porcina
africana, aparecida inicialmente en 1971
y que obligó a sacrificar más de 700 cerdos, y que reapareció entre 1979 y
1980. En el caso del Moho Azul del tabaco, introducido a cuba dentro de la tela
de tapado de los cultivos importados de estados unidos, destruyendo más del 85%
de las plantaciones de esa planta. La consecuencia fue que cuba no pudo
exportar uno de sus principales reglones.
La acción más condenable de la guerra biológica
contra cuba fue la introducción del virus del Dengue Hemorrágico en 1981,
ocasionando la muerte a 158 cubanos, de ellos 61 niños. Ese mismo año, la CIA
introdujo el virus de la Conjuntivitis Hemorrágica y, poco después, la Seudodermatosis
Nodular Bovina, cuyo agente etiológico fue aislado en el laboratorio de Camp Ferry,
en New York.
Cuba también fue agredida con la Epifitia Exótica
Sigatoca negra, con afectación en la masa ganadera y, en 1994, la CIA introdujo
la Exótica Hemorragia Viral del conejo. Dos años después, en 1996, nuevamente
la agencia la Varroasis y el Thrips Palmi, afectando a la actividad de
obtención de miel de abeja, en el primer caso, y a las producciones de frijol,
la papa, pimiento y otros cultivos, en el segundo caso.
Conclusiones
Poco hay que comentar sobre las aseveraciones del
comandante Hugo Chávez sobre lo sospechoso del padecimiento cancerígeno en
varios mandatarios y personalidades latinoamericanas y a su sospecha de que EE.UU.
pudiera ser el responsable. La señora victoria Nuland, portavoz del
departamento de estado, funcionaria de bajo rango de la administración Obama,
apenas si pudo usar argumentos para desmentir esa posibilidad.
La CIA y el pentágono, mientras tanto, conocen la
verdad. Quien asesinó niños inocentes mediante la introducción del dengue
hemorrágico en cuba, carece de escrúpulos y de piedad. Sin lugar a dudas, algún
día esta sospecha se convertirá en verdad, para vergüenza de estados unidos y
sus gobernantes.
(*) Periodista y escritor guatemalteco.
Peculiar cáncer ataca presidentes
Rashid sheriff
Lo supimos a través de las revelaciones de Wikileaks:
hace dos años, Hilary Clinton envió al embajador en buenos aires un mensaje
secreto para pedirle que investigue la salud de la presidenta cristina Fernández.
Necesitaba saber sus hábitos personales, sus
gustos, cómo ella manejaba el estrés en relación con su trabajo, y muy
particularmente hizo ésta pregunta:
¿Acaso tomaba alguna medicina y cual sería? ¿Por
qué será que la jefa del departamento de estado esté indagando en secreto
semejante información acerca de la salud de una jefa de estado?
Extrañas coincidencias: al poco tiempo, la
presidenta Cristina Fernández, que hasta ahora había disfrutado de una
excelente salud, de pronto se le detectó un tumor de la glándula tiroidea. Por
suerte, nos enteramos luego que se trató de un tumor benigno.
Otro hecho ocurrió de repente: su esposo, antiguo
presidente Néstor Kirchner entonces candidato de nuevo a la presidencia, había
tomado un café en un hotel en la Patagonia donde acostumbraba ir. A las pocas
horas, de noche, fue presa de un repentino malestar y murió de infarto
fulminante del miocardio.
Otras noticias no menos sorprendentes: el
presidente de Paraguay, Fernando Lugo tuvo un cáncer linfático.
También la presidenta Dilma Rousseff padeció de
cáncer mientras estaba en campaña electoral. Ella era antiguo líder de un
movimiento de liberación nacional en los años terribles de la dictadura militar
apoyada por estados unidos, fue detenida y torturada.
A su vez, el presidente lula da silva de pronto
sufrió de cáncer, su pueblo lo reclamaba para presentarse a futuras elecciones.
El presidente de Venezuela Hugo Chávez quien tenía perspectivas muy favorables
para presentarse por un nuevo periodo presidencial, sufrió una y otra vez en
recaídas de un tumor canceroso particularmente maligno.
En fin, llaman la atención poderosamente esta
verdadera serie de graves accidentes de salud física fatales en algunos casos.
Eran y son jefes de estado con antecedentes de buena salud con similares
virtudes de ser portadores de la esperanza de sus pueblos y hasta de
continentes del gran sur, aportando el aliento del cambio social, a la vez
enfrentándose con mayor o menor grado a los intentos del imperio de los EE.UU.
por derrocarlos, desprestigiarlos, alentar conspiradores locales contra ellos.
Nunca dejó esos planes criminales, de allí nace
la sospecha en su contra cada vez que surge un intento de golpe de estado, una
maniobra artera de sus aliados locales derechistas. En suma, se hace casi
evidente encontrar su mano peluda al descubrir esa cascada peculiar de canceres
persiguiendo jefes de estado de orientación patriótica y antiimperialista.
De hecho, es de conocimiento público que hace
varios años ya, la CIA y el pentágono –al igual que su apéndice Israel- han
desarrollado y utilizado en varias ocasiones un tipo de armamento biológico
letal con una variedad de objetivos.
Pocos años atrás, Fidel estando de regreso de un
viaje oficial en argentina sufrió de pronto de una misteriosa hemorragia
interna que lo puso al borde de la muerte. Resucitó por milagro y gracias al
talento legendario de los médicos cubanos.
Anteriormente, Yasser Arafat acosado durante dos
años por constantes disparos de armas pesadas contra su residencia en Ramallah,
cuando se negaba a ser deportado según lo requería Sharon, fue víctima de
envenenamiento fulminante de sus glóbulos rojos y ni siquiera se pudo
diagnosticar el producto letal en el hospital de parís por los expertos médicos
franceses. Murió de repente. Solo recientemente, se está investigando de nuevo
la causa de su muerte.
En los últimos 50 años, Fidel fue blanco de
alrededor de 700 y más intentos de asesinato (ha entrado ya en los anales de Guinness!),
incluyendo medios biológicos sofisticados preparados en laboratorios de la CIA
y el pentágono, intentos de asesinato revelados tanto por Wikileaks como por
otras fuentes oficiales y periodisticas.*
En la historia no lejana, cuando no se trata de
golpe de estado militar fomentado por la CIA sea en chile contra el presidente
salvador allende, o más recientemente en honduras contra el presidente Manuel Zelaya,
sin olvidarnos los intentos frustrados contra evo y correa, el imperio está
entonces urdiendo atentados disfrazados de accidentes de avión como fue el caso
del presidente de panamá Omar Torrijos quien nacionalizó el canal (!); o el
presidente progresista Samora Machel, de Mozambique.
En otros escenarios, fue el vil y cobarde
asesinato del che y recientemente el horroroso linchamiento de Muhammar Gadafi.
Estos grandes líderes eran dignos patriotas de países del sur que se oponían
todos a la dominación imperialista de los estados unidos.
La tragedia que nos golpeó con la muerte
altamente sospechosa de Arafat, hoy nos sofoca con la pérdida irreparable del
presidente Chávez, nos obliga a preguntarnos: ¿como ese odio del enemigo
llega tan cerca hasta atentar de forma insidiosa contra la vida del líder del
pueblo? Mientras la responsabilidad política y moral del crimen recae
directamente sobre las fuerzas de ese imperio, su responsabilidad penal más
temprano que tarde se hará evidente a plena luz, ante el pueblo y la historia.
Sea por un vil atentado, sea por una enfermedad
cancerosa insidiosa, sutilmente inducida, la desaparición brutal del líder
transforma su existencia en destino como mártir, héroe nacional,
continental y hasta internacional. Chávez amaba la vida; a la vez entregó su
vida entera a su pueblo: por su lucha y sus ideas imperecederas vive y vivirá
para siempre. Su talla agigantada alumbrará Venezuela y el camino de los
pueblos en busca de su liberación; vivirá en la historia que lo devuelve entre
los vivos para seguir guiando sus pasos, despertar su vigilancia hasta la
victoria final.
Fuente: shaahidun.wordpress.com
Eva Golinger: hay evidencias que EE.UU. Habría inducido el cáncer a Hugo Chávez
Hay evidencias concretas de que EE.UU. Cuenta con
la tecnología necesaria para atentar contra la vida del presidente venezolano Hugo
Chávez. Así lo aseguró la abogada y escritora Eva Golinger:
“hay información que desde los años 70 intentaban
asesinar por ejemplo al presidente cubano en ese momento, Fidel Castro, con
radiación además de otros métodos. Eso
no es ningún secreto, todo eso ha sido revelado en miles de documentos
desclasificados. Podemos imaginar ahora la capacidad de estas armas que posee
hoy en día EE.UU. Ha empleado diferentes armas biológicas contra sus
adversarios”, agregó Golinger.
Washington “tiene alta capacidad científica y
biológica. Ha habido también otros intentos de atentado contra la vida de Chávez
en los últimos años. Muchos medios de comunicación, figuras políticas de EE.UU.
Y sus aliados han intentado desfigurar esta información, manipularla y
distorsionarla y hacer de quienes lo denuncian como si fuera una locura o como
si se tratara de ciencia ficción. Sin embargo es una realidad, hay evidencias de
que esta capacidad existe”, aseguró.
Golinger recordó también que el propio
vicepresidente venezolano, Nicolás maduro, indicó “que ya tienen pistas sobre
esa posibilidad. De hecho, dijo que no hay duda de que se ha producido un
ataque contra” el mandatario bolivariano, “hay mucha evidencia circunstancial
que eso indica que eso puede ser una probabilidad muy cierta”.
Según la abogada y escritora, el hecho de que Chávez
haya aumentado su nivel de popularidad en Venezuela, Latinoamérica y a nivel
mundial, lo ha convertido en uno de los “principales adversarios” de EE.UU.
“El hecho de no poder confrontarlo y derrocarlo,
habría sido la manera empleando el uso de un arma biológica para atacar al
presidente Chávez”, finalizó.
Ver: https://www.youtube.com/watch?v=9nnifs4ymoy&feature=player_embedded
Estados unidos niega haber provocado enfermedad y muerte de Chávez
Estados unidos calificó hoy de “absurdas” las
acusaciones vertidas por el gobierno de Venezuela según las cuales el gobierno
estadounidense estuvo involucrado en la enfermedad de Hugo Chávez, quien
falleció hoy.
“la afirmación de que estados unidos estuvo
involucrado de alguna manera en la causa de la enfermedad del presidente Chávez
es absurda, y la rechazamos completamente”, dijo en un comunicado el portavoz
del departamento de estado, Patrick Ventrell, minutos antes de que se
confirmara la muerte del mandatario venezolano.
“A pesar de las diferencias significativas entre
nuestros gobiernos, seguimos creyendo que es importante buscar una relación
funcional y productiva con Venezuela basada en cuestiones de interés mutuo”,
puntualizó el portavoz.
Ventrell insistió en que esa afirmación contra el
gobierno estadounidense es “falaz e inapropiada” y que en consecuencia estados
unidos concluye que “Venezuela no tiene interés en mejorar las relaciones”.
Además de las declaraciones del departamento de
estado, previamente el portavoz del pentágono Todd Breasseale rechazó
“absolutamente” las alegaciones formuladas por Venezuela contra el agregado
aéreo, David Delmonaco, y el asistente del agregado, Devlin Kostal”, que fueron
expulsados hoy del país latinoamericano.
El gobierno venezolano anunció a través del
vicepresidente, Nicolás Maduro, y del ministro de exteriores, Elías Jaua, la
expulsión de David Delmonaco y David Kostal, ambos de la agregaduría aérea de
la legación estadounidense en caracas.
Unas horas después de las acusaciones emitidas
por Venezuela, maduro anunció la muerte del mandatario venezolano
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