lunes, 25 de julio de 2016

10 razones para una batalla por Ana Belén Montes

Ana Belén Montes en el juicio
Tomado del blog Jóvenes por los 5

Al hacerse pública la convocatoria del Comité Cubano Pro Trato Humano Para Ana Belén Montes en octubre pasado, en tan solo unos días lograba incorporar a su membrecía una cifra cercana a las 60 personas. Hoy, a escasos dos meses, ya son cientos los simpatizantes en 23 países. Poco a poco crecen las organizaciones solidarias en todo el mundo, sumando personalidades de los más diversos ámbitos: científicos de primer nivel, reconocidos escritores, activistas políticos y prominentes artistas.
Como ha escrito recientemente el coordinador de la organización, el colega Douglas Calvo Gaínza: “El Estado Cubano no ha intervenido en nada de esto (…) Y de pronto, vemos cómo espontáneamente, voluntariamente, libremente, las personas de la Isla y también cubanos emigrados, accionan en pro de una compañera presa por defender a Cuba; y ello sin mandato estatal, sin recibir un centavo de nadie, ni tampoco una visa para viajar a lares de súper-abundancia, o una beca en Universidades prestigiosas, ni algún loable premio internacional por defender los Derechos Humanos. Ni siquiera obtienen un incremento de su buena reputación (al revés…). Sólo reciben la satisfacción ética y espiritual de cumplir la deuda moral que tenemos todos los nacidos en este país (y reitero, todos) con la olvidada Ana Belén Montes.”[1]
¿Qué circunstancias podrían explicar este fenómeno? ¿A qué obedece el número creciente de personas en todo el orbe interesadas en el caso, las cuales sin reparos, unan sus esfuerzos al naciente movimiento de solidaridad? Según apreciamos, tales muestras pudieran responder a razones como las siguientes:
1ra. Ana Belén Montes, aún con plena conciencia de los peligros a los que se exponía,decidió ponerlo todo en riesgo, hasta su propia vida, movida solo por profundos y genuinos principios éticos y morales. Según declaró en la sala del tribunal militar que la juzgó, en 2002: “obedecí mi conciencia más que obedecer la Ley. Yo considero que la política de nuestro Gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, me consideré moralmente obligada de ayudar a la Isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político”[2].
2da. Que Cuba se mantenga hoy con toda su libertad y soberanía conquistadas, se debe en no poca medida a los esfuerzos personales de esta valiente mujer. En su libro, Scott W. Carmichael, investigador de seguridad y contrainteligencia de la DIA, agente principal en la investigación que condujo a su detención en 2001, reconoció que “Cuando miembros del Congreso o sus asesores necesitaban un análisis sobre algún tema relacionado con Cuba, ella era la autora de la respuesta de la DIA (…) En situaciones de crisis, donde se contemplara una respuesta militar estadounidense contra Cuba, Ana Belén Montes era una de las primeras funcionarias citadas al Pentágono, para aconsejar y apoyar a los altos jefes.”[3]
3ra. Aunque la “gran prensa” reitere lo contrario, Ana Belén no causó ciertamente ningún daño directo a la seguridad nacional de Estados Unidos ni la muerte a ninguno de sus ciudadanos. El ya citado Scott W. Carmichael, especula en varias ocasiones sobre presuntas implicaciones y consecuencias de sus actos para esa nación y de su presunta vinculación con la muerte del sargento Gregory A. Fronius, de las Fuerzas Especiales del Ejército Estadounidense (US ARMY) “que combatía en El Salvador a los insurgentes apoyados por Cuba”[4]; sin embargo, no consta en ninguno de los documentos consultados que esto haya podido ser probado nunca durante el juicio. En todo caso, lo que hizo fue alertar a Cuba de los planes que contra esta nación se fraguaban desde la comunidad de inteligencia estadounidense. Según consta en los documentos oficiales del proceso, su delito fue el de conspiración para cometer espionaje (U.S.C. 794 a y c) [5]
4ta. Ana Belén se mantuvo infiltrada durante aproximadamente dieciséis (16) años en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) sin percibir a cambio ni un solo centavo del gobierno cubano. Según el propio Carmichael, “nunca encontramos ni una pista de que los cubanos le pagaran a Ana ningún dinero por su espionaje, y no hay evidencia de que ella lo deseara. Además, un estilo de vida más frugal y reducido que el de Ana Montes es difícil de imaginar” [6].
5ta. Al ser detenida y durante todo el proceso, y posteriormente en las más crueles condiciones de encierro, sujeta a un extremo régimen de aislamiento, imposibilitada de recibir paquetes y visitas de amigos, hablar por teléfono, acoger periódicos, revistas, ver televisión, ni relacionarse con otras reclusas, nunca ha mostrado arrepentimiento por sus actos.[7] “La cárcel es uno de los últimos lugares que nunca habría elegido para estar, pero por algunas cosas en la vida vale  la pena ir a la cárcel”, escribió en una carta a un pariente.[8]
6ta. El derecho penal del siglo XXI busca en todo caso reformar al prisionero, promover penas sustitutivas, luchar contra las arbitrariedades carcelarias por medio de instituciones jurídicas antiguas (Habeas Corpus, la VIII Enmienda en EEUU), u organismos noveles (la Organización Mundial contra la Tortura y otros).[9] Sin embargo Ana Belén pronto cumplirá 15 años (2001-2016) en una prisión conocida como el “Hospital del Horror”, donde las muertes en circunstancias dudosas, como los de las reclusas Linda D’Antuono Fenton, Nicole Vásquez y Mari Ayn Sailer, denunciadas en 2005, y “Los casos repetidos de negligencia médica y mala conducta sexual han puesto a Carswell en la pantalla de radar de varios grupos de reforma penitenciaria”.[10]
7ma. Además de lo expresado en la razón anterior, serios peligros para la salud física y mental de Ana Belén Montes lo constituyen el permanecer encerrada junto a algunas de las reclusas más aterradoras de Estados Unidos, en una celda de dos literas en la cárcel de mujeres de mayor seguridad de ese país. Se incluyen entre estas una ex ama de casa que estranguló a una embarazada para llegar a su bebé, una enfermera que provocó la muerte a cuatro pacientes con inyecciones masivas de adrenalina, Lynette “Squeaky” Fromme, y la groupie Charles Manson, acusada de intentar asesinar al presidente Ford.[11]
8va. Cabe a Ana Belén Montes el mérito de constituir pionera en los intentos por armonizar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. En su anteriormente citado alegato, expresó: “Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.”[12]
9na. De manera abierta incluso en el desempeño de sus funciones en la DIA, manifestó una oposición firme a las políticas de las diferentes administraciones de su país respecto a América Latina, especialmente en lo relativo al apoyo a la contrarrevolución antisandinista en Nicaragua y al gobierno antipopular de El Salvador, en la década de los 80 del pasado siglo. Carmichael expresa que “Durante su carrera Ana se especializó en asuntos latinoamericanos con interés especial en Cuba. Trabajó como analista principal de la DIA en El Salvador y Nicaragua desde 1986 hasta 1991, período en el que coincidentemente ocurrió gran parte del escándalo Irán-Contras”, y reconoce seguidamente los turbios manejos de su gobierno en el asunto: “El Teniente Coronel Oliver North asesor militar del Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Reagan, vendió de forma secreta piezas de misiles Hawk norteamericanos a Irán. Entonces utilizó encubiertamente las ganancias para apoyar a los rebeldes llamados Contras en Nicaragua que se oponían al gobierno de Daniel Ortega que era respaldado por Cuba.“[13]
10ma. En esta incompleta relación de argumentos no podíamos dejar de mencionar su reconocimiento a más de medio siglo de políticas erradas del gobierno estadounidense hacia Cuba: “Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia. Yo no entiendo cómo nosotros continuamos tratando de dictar… cómo Cuba debe seleccionar sus líderes, quiénes no deben ser sus dirigentes y qué leyes son las más adecuadas para dicha nación ¿Por qué no los dejamos decidir la forma en que desean conducir sus asuntos internos, como Estados Unidos ha estado haciendo durante más de dos siglos”[14]
Con 57 años de edad actualmente, Ana Belén Montes pudiera salir en libertad tres años antes de lo fijado en su sentencia judicial, el 1ro de julio de 2023, como resultado del ajuste de sus antecedentes, su colaboración con las autoridades estadounidenses y la buena conducta mostrada en la prisión, y cumplir luego 5 años más en situación de libertad condicionada.[15]
Constituye por tanto el deber de todos los revolucionarios, de todos los amantes de la justicia y la paz, sean cubanos o no, donde quiera que se encuentren, luchar sin descanso y con todas sus fuerzas por lograr reducir la pena de Ana Belén Montes mediante el indulto o al menos aliviar las extremadamente crueles condiciones de encierro a las que se encuentra sometida.
___________
Notas:
[1] Calvo Gaínza, Douglas (10 de diciembre del 2015). ¿Quién ganará y quién perderá en la batalla por Ana Belén Montes? Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=206684
[2] Barrera Martínez, Waldo (2015). Ana Belén Montes. Disponible en:https://jovenesporlos5.wordpress.com/biografia/ana-belen-montes/
[3] Carmichael, Scott W. (2007). True Believer. Inside the investigation and capture of Ana Montes, Cuba’s Master Spy. Naval Institute Press.
[4] Se refiere a las fuerzas del Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional de El Salvador, surgido en octubre de 1980 para luchar contra la oligarquía terrateniente que consolidó su monopolio del poder estatal en los años noventa del siglo XIX y originó un régimen político autoritario, muy centralizado y especialmente sangriento en algunos períodos, contando con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, encabezado por Ronald Reagan, como parte del cual se encontraba en ese país el sargento Gregory A. Fronius.
[5] Documento 52 Archivado 10/21/02 AO 245 S (Rev. 11/00 DC) Sentencia en un caso penal Estados Unidos Tribunal de Distrito para el Distrito de Columbia. Estados Unidos de América vs. Acusado Ana Belén Montes. Caso Número 02-0131-01.
[6] Carmichael, Scott W., Ob. Cit.
[7] Carmichael, Scott W., Ob. Cit.
[8] Popkin, Jim (Apr 18, 2013).Ana Montes did much harm spying for Cuba. Chances are, you haven’t heard of her. Disponible en:http://www.washingtonpost.com/sf/feature/wp/2013/04/18/ana-montes-did-much-harm-spying-for-cuba-chances-are-you-havent-heard-of-her/
[9] Calvo Gaínza, Douglas, Ob. Cit.
[10] Brink, Betty (Oct 19, 2005) Hospital of Horrors (Federal Medical Center Carswell Prison). Disponible en: http://www.aclutx.org/2005/10/19/hospital-of-horrors-federal-medical-center-carswell-prison/
[11] Popkin, Jim, Ob. Cit.
[12] Barrera Martínez, Waldo, Ob. Cit.
[13] Carmichael, Scott W., Ob. Cit.
[14] Barrera Martínez, Waldo, Ob. Cit.
[15] Fernandez Díaz, Miguel (26 de noviembre de 2015). Ana Belén Montes norteamericana que ayudó a Cuba presa en EEUU. Disponible en:http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/2015/11/ana-belen-montes-norteamericana-que.html

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