Tomado de Portal
José Martí
Por Salim Lamrani
Université de La Réunion
Personaje
controvertido en Occidente donde es fuertemente criticado, Fidel Castro es
adulado en cambio por los pueblos de América Latina y del Tercer Mundo, que lo
consideran el símbolo de la resistencia a la opresión y el defensor de la
aspiración de los países del Sur a la independencia, a la soberanía y a la
autodeterminación. Rebelde mítico que entró en vida en el Panteón de los
grandes libertadores del continente americano, el prestigio del antiguo
guerrillero de la
Sierra Maestra ha superado las fronteras continentales para
convertirse en el arquetipo del antiimperialismo del siglo XX y el vector de un
mensaje universal de emancipación.
¿Cómo
se explica el desfase entre la negativa imagen mediática occidental de Fidel y
el entusiasmo que suscita en América Latina y en el Tercer Mundo? ¿Acaso los
pueblos del Sur no perciben su compromiso a favor de los desheredados y su
combate por la preservación de la identidad de Cuba y de América Latina como
una lucha universal? ¿Acaso su voluntad de integración latinoamericana, la
creación del ALBA en 2004, no refleja las aspiraciones de Simón Bolívar y de
José Martí a un continente unido y solidario con el fin de edificar la “Patria
Grande”?
Tres
facetas caracterizan al personaje de Fidel Castro. En primer lugar es el
arquitecto de la soberanía nacional que ha realizado el sueño del Apóstol y
Héroe Nacional José Martí de una Cuba
independiente y ha
devuelto su dignidad
al pueblo de la
Isla. Después es el
reformador social que se ha
ubicado del lado
de los humildes
y de los
humillados. Y finalmente es el internacionalista que ha tendido una mano
generosa a los pueblos necesitados y que ha ubicado la solidaridad y la
integración en el centro de la política exterior de Cuba.
1.
El arquitecto de la soberanía nacional
El
triunfo de la Revolución
en Cuba el 1 de enero de 1959 engendró la más importante transformación social
de la historia de América Latina. Al derrocar el orden y las estructuras
establecidas, Fidel Castro puso en tela de juicio el poder de la oligarquía
batistiana y de los conglomerados de dinero y ubicó al ser humano en el centro
del nuevo proyecto de sociedad dedicando los recursos nacionales al pueblo.
La
principal conquista de la
Revolución cubana es la independencia y la soberanía tan
anheladas por el pueblo cubano desde el siglo XIX y por las cuales José Martí
sacrificó su vida en 1895. Al poner fin a más de 70 años de dominio de Estados
Unidos sobre la Isla,
Fidel Castro devolvió a los cubanos su dignidad perdida durante la intervención
estadounidense en la guerra de independencia de Cuba en 1898 y la ocupación
militar que había transformado a la
Isla en simple protectorado. El presidente John F. Kennedy no
se equivocó: “Fidel Castro forma parte del legado de Bolívar. Deberíamos haber
dado al fogoso y joven rebelde una bienvenida más calurosa en su hora de
triunfo” 1.
Para
entender la importancia simbólica de Fidel Castro en la historia de Cuba
resulta necesario remontarse a principios del siglo XIX, en el momento en que
la isla empezó a suscitar las apetencias del “vecino pujante y ambicioso”. 2 En efecto, Cuba es una de las más antiguas
inquietudes de la política exterior de Estados Unidos. En 1805 Thomas Jefferson
evocó la importancia de la isla enfatizando que su “posesión [era] necesaria
para asegurar la defensa de la
Luisiana y de la
Florida pues [era] la llave del Golfo de México. Para Estados
Unidos, la conquista sería fácil”. 3 En 1823 John Quincy Adams, entonces
secretario de Estado y futuro presidente de Estados Unidos, aludió al tema de
la anexión de Cuba, elaborando la famosa teoría de la “fruta madura”: “Cuba,
separada por la fuerza de su propia conexión desnaturalizada con España e incapaz
de sostenerse por ella misma, tendrá necesariamente que gravitar en torno a la Unión Norteamericana
y sólo a ella”. 4 Así, durante el siglo XIX, Estados
Unidos intentó comprar Cuba a España, al menos seis veces.
Durante
la Primera Guerra
de Independencia, de 1868 a
1878, los insurrectos cubanos, afligidos por profundas divisiones internas,
fueron derrotados por el ejército español. Estados Unidos brindó su apoyo a
España vendiéndole las armas más modernas y se opuso resueltamente a los
independentistas, persiguiendo a los exilados cubanos que intentaban brindar su
contribución a la lucha armada 5. El 29 de octubre de 1872 el
secretario de Estado Hamilton Fish hizo partícipe a Daniel Edgar Sickles,
entonces embajador estadounidense en Madrid, de sus “augurios de éxito para
España en la supresión de la revuelta”. Washington, opuesto a la independencia
de Cuba, deseaba tomar posesión de la
Isla. 6
Durante
la Segunda Guerra
de Independencia entre 1895 y 1898, los revolucionarios cubanos, unidos en
torno a su líder José Martí, tuvieron que enfrentar otra vez la hostilidad de
Estados Unidos, que brindó su concurso a España vendiéndole armas y arrestando
a los patriotas cubanos en su territorio que intentaban suministrar a los
insurrectos.
En 1898, a pesar de su
superioridad material, España estaba al borde del abismo, vencida en el campo
de batalla por los independentistas cubanos. En una misiva el presidente
estadounidense William McKinley, con fecha del 9 de marzo de 1898, a Stewart Woodford,
embajador en Madrid, le señaló que “la derrota” de España era “segura”. “[Los
españoles] saben que Cuba está perdida”. Según él, “Si Estados Unidos quiere
Cuba, debe obtenerla por la conquista”. 7
En
abril de 1898, tras la misteriosa explosión del buque de guerra estadounidense
The Maine en la bahía de La
Habana, el Presidente McKinley solicitó el permiso del
Congreso para intervenir militarmente en Cuba e impedir que la isla consiguiera
su independencia. Varios parlamentarios estadounidenses denunciaron una guerra
de conquista. John W. Daniel, senador demócrata de Virginia, acusó al Gobierno
de querer intervenir para evitar una derrota de los españoles: “Cuando ha
llegado la hora más favorable para una victoria revolucionaria y menos
ventajosa para España, […] se asigna al Congreso a que entregue al presidente
el ejército de Estados Unidos para ir a imponer por la fuerza un armisticio
entre dos partes, cuando una de dos ya depuso las armas”. 8
Así, en tres meses, Estados Unidos tomó el control del país e impuso
un Tratado de Paz a España,
del cual los
cubanos fueron excluidos, destrozando su anhelo de
independencia.
De 1898 a 1902 Washington ocupó
Cuba y obligó a la
Asamblea Constituyente a que incluyera la enmienda Platt en
la nueva Carta Magna, so pena de prorrogar indefinidamente la ocupación
militar. El texto redactado por el senador Orville H. Platt prohibía a Cuba que
firmara cualquier acuerdo con un tercer país o que contratara una deuda con
otra nación. También daba a Estados Unidos el derecho a intervenir en todo
momento en los asuntos internos de Cuba y compelía a la isla a que arrendase
indefinidamente a Washington la base naval de Guantánamo 9.
En un correo de 1901, el general Leonard Wood, entonces gobernador militar de
Cuba, felicitó al Presidente McKinley: “Desde luego, bajo la enmienda Platt, no
hay independencia –o poca– para Cuba y la única cosa que resulta importante
ahora es buscar la anexión”. 10
De 1902
a 1958, Cuba
tenía el estatus
de República neocolonial,
totalmente dependiente del poderoso
vecino. Una librería
estadounidense no se
equivocó cuando difundió en 1902
un mapa de la isla bajo el título: “Nuestra nueva colonia: Cuba”. 11 El Tratado de Reciprocidad Comercial
impuesto a Cuba en 1902 constituyó de facto una anexión económica. 12
Estados Unidos
intervino militarmente en
Cuba en 1906
e instaló al
gobernador Charles E. Mangoon hasta 1909, recordando a los cubanos quién
era el verdadero dueño de la isla. 13 En 1912, Washington se inmiscuyó otra
vez en los asuntos internos de Cuba y mandó a sus fuerzas armadas, tras la
revuelta de los Veteranos de Color, independentistas apartados del poder. El
encargado de negocios estadounidense Hugh S. Gibson explicó las razones de esa
sublevación: “Los cubanos que tomaron las armas por la causa española […]
ocupan ahora los cargos públicos”. 14 Estados Unidos había tomado en efecto
la precaución –recordaba Gibson– de colocar en puestos claves a “quienes habían
tomado las armas contra la causa de la independencia cubana”. 15
La
enmienda Platt, que legalizaba el
intervencionismo estadounidense, ubicaba al gobierno cubano en una situación
“de inferioridad humillante mediante un desprecio de sus derechos nacionales,
causando su desprestigio en el interior y el exterior del país”. 16
Tales fueron las palabras del presidente cubano José Miguel Gómez. Este
apéndice legislativo no dejaba de recordar al pueblo cubano que el destino de
su patria se subordinaba a los intereses de la potencia neocolonial. Así, en
1917, el presidente Woodrow Wilson mandó varios buques de guerra a Santiago de
Cuba y Camagüey cuando unos insurrectos tomaron las armas, bajo el liderazgo de
José Miguel Gómez, contra el presidente Manuel García Menocal que deseaba
mantenerse en el poder mediante un fraude masivo. 17
Temiendo
una reminiscencia de la revuelta de 1917 durante las elecciones presidenciales
de 1920, Washington impuso al Presidente Menocal la presencia del general Enoch
H. Crowder, el cual se encargó de elaborar las nuevas leyes electorales y
organizar el escrutinio. 18
Menocal hizo partícipe de sus reservas al presidente estadounidense: una
supervisión de las elecciones cubanas por parte de Washington “lastimaría el
orgullo cubano [y sería] una humillación” para toda la nación. 19
Woodrow Wilson rechazó con desprecio la observación y nombró al Procónsul
Crowder presidente del Comité Electoral.
Cuando
en diciembre de 1920 el presidente Wilson envió a Crowder a Cuba para hacer
frente a la grave crisis “política y financiera”, debida en parte al desmoronamiento
de la cotización del azúcar, y salvar las inversiones estadounidenses de una
quiebra de la economía cubana, ni siquiera se dignó a informar al presidente
Menocal. 20 Ante las protestas de éste, la respuesta de Washington
fue mordaz y recordó a La Habana,
en términos bastante alejados de las costumbres de la diplomacia, quién era el
verdadero dueño de la isla: “El presidente de Estados Unidos no considera
necesario obtener la autorización previa del presidente de Cuba para enviar a
un representante especial”. 21
En
1933, cuando el movimiento insurreccional que lanzaron los estudiantes contra
la dictadura militar de
Gerardo Machado tomó
un giro revolucionario bajo
el impulso de Antonio Guiteras, Washington intervino
otra vez para imponer a un sargento estenógrafo llamado Fulgencio Batista. El
gobierno “pentárquico” que dirigió Ramón Grau San Martín, que emprendió
considerables reformas sociales, no fue del agrado de Estados Unidos. En
efecto, bajo la égida de Guiteras, ése creó tribunales para sancionar los
crímenes que se cometieron bajo Machado, llamó a elecciones para el 22 de abril
de 1934, convocó una Asamblea Constituyente para el 20 de mayo de 1934, otorgó
la autonomía a las universidades, bajó el precio de los artículos de primera necesidad,
dio el derecho de voto a las mujeres, limitó la jornada laboral a ocho horas,
creó un ministerio del Trabajo, redujo las tarifas de gas y electricidad, puso
término al monopolio de las empresas
estadounidenses, impuso una moratoria temporal sobre la deuda y, sobre todo,
nacionalizó la
Compañía Cubana de Electricidad, filial de la American Bond and
Foreign Power Company 22
El embajador
Sumner Welles indicó
la vía a
seguir: “Ningún gobierno
puede sobrevivir aquí por un periodo prolongado sin el reconocimiento de
Estados Unidos y una falta de reconocimiento hundirá a Cuba en una situación
aún más caótica y anárquica”. 23
Roosevelt
no reconoció al nuevo poder y mandó varios buques de guerra a la isla. Las
consecuencias fueron inmediatas: el Gobierno
revolucionario fue derrocado
por Batista_ apenas había durado
127 días_ el cual instaló en la presidencia al fantoche Carlos Mendieta,
prefiriendo gobernar tras bambalinas.
Welles
expresó su satisfacción. Su acción había sido fructífera y lo explicó en una
misiva al Departamento de Estado: “Estoy convencido de que los cubanos nunca
podrán autogobernarse hasta que estén forzados a realizar que deben asumir sus
propias responsabilidades”. Evidentemente, Washington se encargaría de dicha
tarea, imponiendo a su hombre fuerte. 24
Batista,
sumiso a Estados Unidos, tuvo el poder real de 1933 a 1959, excepto el
periodo 1944-1952. Su golpe de Estado de marzo de 1952 contra el presidente
Carlos Prío Socarrás fue acogido calurosamente en Washington: “Bastita es
fundamentalmente amistoso con Estados Unidos y su Gobierno sin duda no será
peor que el de Prío e incluso probablemente mejor”. 25 El sargento, convertido en general, se
comprometió a proteger los intereses económicos de Estados Unidos en detrimento
de los del pueblo cubano, de lo que se felicitó
el embajador Beaulac: “Las
declaraciones del general Batista
relativas al capital privado fueron
excelentes”.26
Fidel
Castro, en nombre del pueblo cubano, se opuso inmediatamente a la dictadura
militar y lanzó un movimiento insurreccional en las montañas de la Sierra Maestra. El
líder del Movimiento 26 de Julio, retomando la antorcha de José Martí, se hizo
muy popular entre la juventud cubana, que veía en él al redentor de una Cuba
colonizada y humillada y el símbolo de la resistencia a la hegemonía
estadounidense. Durante du discurso en Santiago de Cuba el 1 de enero de 1959,
tras la huida de Batista, Fidel Castro advirtió a Washington de que en
adelante Cuba sería
libre y soberana:
“Esta vez, por
fortuna para Cuba, la Revolución llegará de
verdad al poder. No será como en el 95, que vinieron los americanos y se
hicieron dueños de esto […]. Ni ladrones, ni traidores, ni intervencionistas.
Esta vez sí que es la
Revolución”. 27
John F.
Kennedy fue uno de los pocos dirigentes de Estados Unidos que comprendió la
importancia histórica de Fidel Castro. Lo explicó en un discurso de 1960 y
reconoció el apoyo de Washington a Batista: “en vez de tender una mano amistosa
al pueblo desesperado de Cuba, casi toda
nuestra ayuda tomaba
la forma de
asistencia militar –asistencia
que sencillamente reforzó la dictadura de Batista, una asistencia que
fracasó completamente en mejorar el bienestar del pueblo cubano”.28
Agregó
al respecto:
Usamos la influencia de
nuestro gobierno para
promover los intereses
y aumentar los beneficios de las empresas americanas
privadas, que dominaban la economía de la isla. Al inicio del año 1959, las
empresas económicas poseían cerca del 40% de las tierras azucareras cubanas,
acaso todos los ranchos de ganado, el 90% de las minas y concesiones mineras,
el
80% de
los transportes y caso toda
la industria petrolera
[…]. Nuestra acción
daba la impresión demasiadas
veces que nuestro país estaba más interesado en sacar dinero del pueblo cubano
que en ayudarlo a edificar una economía autónoma, fuerte y diversificada. Era
imposible no suscitar la animosidad del pueblo cubano 29
El advenimiento
de una revolución
radical en Cuba
era inevitable pues
Estados Unidos, por su
estrategia de dominación,
negó a los
cubanos toda perspectiva
de emancipación verdadera, de independencia política y de progreso
económico y social. El embajador Philip Bonsal evocó esta realidad: “En la Cuba pre-Castro, la presencia
americana aplastante en términos geopolíticos era un permanente recuerdo de la
naturaleza imperfecta de la
soberanía cubana […].
Suscitaba rechazo ya
que se consideraba
una transgresión intolerable de
la independencia y la dignidad del pueblo cubano”.30
La intromisión constante del Vecino
del Norte en los asuntos
internos de la
isla había dañado
profundamente el sentimiento de
orgullo nacional de los cubanos. El último objetivo de la Revolución era
recuperar la soberanía de la nación y poner fin a la dependencia de Estados
Unidos. Tal fue la misión de Fidel Castro.
Fidel
Castro tomó el poder y puso fin a la tutela estadounidense que había aplastado
al país durante más de sesenta años. La república neocolonial se desintegró con
la huida de Batista. El triunfo de la Revolución Cubana
en 1959 permitió al pueblo cubano realizar finalmente el sueño de una patria
libre y soberana, haciendo de Fidel Castro el emblema de la dignidad nacional
y continental que
supo oponerse a
los designios hegemónicos
de Washington en América Latina. Se acabó entonces la era del complejo
“plattista”, en virtud del cual había que buscar soluciones estadounidenses a
los problemas cubanos, con la llegada de Fidel Castro al poder.
2.
El reformador social
El
líder de la
Revolución Cubana también es percibido como el portavoz de
los sin voz en busca de justicia social y de una repartición equitativa de las
riquezas. Cuba es unánimemente reconocida por su sistema de protección social y
sus resultados excepcionales en los campos de la educación, la salud, la
ciencia, la cultura y el deporte. Al dar la prioridad a los más desheredados,
Fidel Castro ha creado la sociedad más igualitaria del continente
latinoamericano y del Tercer Mundo.
Las
cifras son elocuentes. En cuanto a la educación, la tasa de analfabetismo en
América Latina es de un 11,7% y de un 0,2% en Cuba. La tasa de escolarización
en la enseñanza primaria (hasta los 11 años) es de un 92% en el continente
latinoamericano y de un 100% en el archipiélago del Caribe. La tasa de
escolarización en la enseñanza secundaria (hasta los 14 años) es de un 52% en
América Latina y de un 99,7% en Cuba. Cerca del 76% de los niños
latinoamericanos alcanzan el nivel del colegio y esta cifra es del 100% para
los alumnos cubanos. 31
El Consejo Económico y Social de la Unión Europea
reconoce que “estas cifras son excepcionales entre los países en desarrollo”. 32
El
Departamento de Educación de la
UNESCO señala que Cuba dispone de la tasa de analfabetismo más
baja y de la tasa de escolarización más alta del continente. Según este
organismo un alumno cubano tiene el doble de conocimientos que un niño
latinoamericano. Agrega que "Cuba, aunque es uno de los países más pobres
de América Latina, dispone de los mejores resultados en cuanto a la educación
básica” porque “la educación ha sido la prioridad más importante en Cuba”.33
La UNESCO subraya que Cuba ocupa el decimosexto
puesto mundial –el primero del continente americano– en el Índice de Desarrollo
de la Educación
para todos (IDE), que evalúa la
enseñanza primaria universal, la alfabetización de los
adultos, la paridad
y la igualdad entre los sexos,
así como la calidad de la educación. A título de comparación, Estados Unidos
está en el puesto 25. 34 El organismo informa también de que
Cuba es la nación de todo el mundo que dedica más parte de su presupuesto a la
educación, con cerca del 13% del PIB. 35 Este porcentaje es del 7,3% en Estados
Unidos, 6,7% en Suecia, 6,4 en Finlandia, 6,3 en Francia, 6,2 en Holanda, 6% en
el Reino Unido y Australia, 5,6% en España, 5,3% en Alemania, 5,2% en Japón y
4,9% en Italia.36
Algunos
indicadores permiten evaluar la excelencia del sistema de salud en Cuba. Así,
la tasa de mortalidad infantil es de un 32 por mil en América Latina y de un
4,6 por mil en Cuba, la más baja del continente, desde Canadá hasta Argentina. 37
La esperanza de vida es de 70 años para los latinoamericanos y de 78 años para
los cubanos. Según la
Organización Mundial de la Salud, Cuba es uno de los países que cuentan con
el más alto número de centenarios con respecto a su población. 38
El número de médicos por 100.000 habitantes es de 160 en América Latina y de
590 en Cuba.39 Cuba es la nación que
dispone de más médicos por habitante de todo el mundo.
La American Association for World Health, cuyo presidente de
honor es James Carter, señala que el sistema de salud de Cuba es “considerado
de modo uniforme como el modelo preeminente para el Tercer Mundo”. 40 Según la American Public
Health Association, “no hay barreras raciales que impidan el acceso a la salud”
y enfatiza “el ejemplo ofrecido por Cuba, un
país con la
voluntad política de
brindar una buena
atención médica a
todos sus ciudadanos”. 41
Según
el New England Journal of Medecine, la más prestigiosa revista médica del
mundo, “el sistema de salud cubano parece irreal. Hay demasiados doctores. Todo
el mundo tiene un médico de familia. Todo es gratis, totalmente gratis […]. A
pesar de que Cuba dispone de recursos limitados, su sistema de salud ha
resuelto problemas que el nuestro [el de Estados Unidos] todavía no ha logrado
resolver”. El NEJM agrega que “Cuba dispone del doble de médicos por habitante
que Estados Unidos”.42
Según
el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, en la última década Cuba es
el único país de América Latina y del Tercer Mundo que se encuentra entre las
primeras diez naciones con el mejor índice de desarrollo humano sobre los tres
criterios “esperanza de vida, educación y nivel de vida”. 43
Según la Organización Mundial
de la Salud,
Cuba es un modelo para los países en vía de desarrollo en cuanto a la atención
médica brindada a las madres y a los niños. 44 La UNICEF enfatiza que “Cuba es un ejemplo en la
protección de la infancia”. 45 Según Juan José Ortiz, representante
de la UNICEF
en La Habana,
“la desnutrición severa no existe en Cuba […]. Aquí no hay ningún niño en las
calles. En Cuba los niños siempre son una prioridad y por ello no sufren las
carencias que afectan a millones de niños en América Latina que trabajan, que
son explotados o que se encuentran en las redes de prostitución”. 46 Según el, Cuba es un “paraíso de la infancia
en América Latina”. 47 La UNICEF señala que Cuba es el único país de
América Latina y del Tercer Mundo que ha erradicado la desnutrición infantil. 48
La Organización no Gubernamental Save the Children
coloca a Cuba en el primer puesto de los países en desarrollo en las
condiciones brindadas a las madres, delante de Argentina, Israel o Corea del
Sur. En ese estudio se tuvieron en cuenta varios criterios como el sistema de
salud y educación, o sea la asistencia por personal cualificado durante el
parto, la difusión de los métodos anticonceptivos y el nivel de educación de
las mujeres y niños. También se tomó en consideración la igualdad política y
económica entre hombres y mujeres, o sea la participación de las mujeres en la
vida política y la igualdad salarial. 49
La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) calificó
el sistema de seguridad social cubano de “milagro”, dada la protección
que brinda a los trabajadores y la tasa de desempleo muy baja (1,9%). Según la OIT, en América Latina el 11%
de las personas sin trabajo y cerca del 65% de los habitantes no tienen acceso
a la seguridad social. En América Latina una de las grandes paradojas reside en
el hecho de que 25 millones de niños están obligados a trabajar mientras que
19,5 millones de adultos se encuentran sin trabajo. 50
Al
ubicar al ser humano en el centro del proyecto de la sociedad nueva, Fidel
Castro ha demostrado al mundo que es posible, a pesar de recursos muy limitados
y un estado de sitio económico que impone Estados Unidos, ofrecer a todos los
ciudadanos un sistema de protección social similar al de las naciones más
ricas.
3.
El internacionalista solidario
Basándose
en la máxima de José Martí “Patria es humanidad”, Fidel Castro ha hecho de la
solidaridad internacionalista un pilar esencial de la política exterior de
Cuba. Así, La Habana
brindó apoyo a muchos movimientos revolucionarios e independentistas en América
Latina, África y Asia. Argelia fue la primera que se benefició de la ayuda
cubana en diciembre de 1961. Mientras libraba su guerra contra el colonialismo
francés, Fidel Castro respondió al llamado del Frente de Liberación Nacional e
hizo llegar armas a los independentistas. 51
Del
mismo modo Cuba desempeñó un papel clave en la lucha contra el apartheid y
mandó a cerca de 300.000 soldados a Angola entre 1975 y 1988 para hacer frente
a la agresión del ejército supremacista de Sudáfrica. El elemento decisivo que
puso fin al régimen racista apoyado por
las potencias occidentales
fue la estrepitosa
derrota del ejército surafricano en Cuito Cuanavale, en
el sureste de Angola, contra las tropas cubanas en enero de 1988. En el
discurso que pronunció en Matanzas, Cuba, en 1991, Nelson Mandela rindió
tributo a Fidel Castro:
Desde
sus días iníciales, la
Revolución Cubana ha sido una fuente de inspiración para
todos los pueblos amantes de la libertad. El pueblo cubano ocupa un lugar
especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos
hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en
África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la
caracterizan. Es mucho lo que podemos aprender de su experiencia. De modo
particular nos conmueve la afirmación del vínculo histórico con el continente
africano y sus pueblos. Su invariable compromiso con la erradicación
sistemática del racismo no tiene paralelo. Somos conscientes de la gran deuda que
hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor
desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África […]? ¡Sin
la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no habrían sido
legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible
que hoy yo pueda estar aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la
historia de la lucha por la liberación del África austral! 52
Thenjiwe
Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, recordó la verdad histórica a
propósito del compromiso de Cuba en África: “Hoy Sudáfrica tiene muchos amigos
nuevos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros
combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que
apoyaban a la Sudáfrica
del apartheid. Esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y
aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires
cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente por la tierra africana
y nutre el árbol de la libertad en nuestra Patria”. 53
Henry
Kissinger, secretario de Estado de Estados Unidos de 1973 a 1977, planificó
bombardear a Cuba tras su
intervención en África.
“Si decidimos usar la fuerza
militar, debemos conseguir la victoria. No podemos hacer las cosas a medias”,
declaró al General George Brow del Estado Mayor el 24 de marzo
de 1976. Durante su encuentro con el presidente Gerald Ford, Kissinger se
mostró más preciso: “Creo que vamos a tener que aplastar a Castro. Pero probablemente
no podremos actuar antes de las elecciones [presidenciales de 1976]”. “Estoy de
acuerdo”, replicó el presidente Ford. 54
Kissinger deseaba a cualquier precio proteger al régimen del apartheid:
“Si los cubanos destruyen Rodesia, Namibia será la próxima en la lista y luego
Suráfrica. Si realizan un movimiento hacia Namibia o Rodesia, tendremos que
pulverizarlos”. Secretamente elaborado por el Grupo de Acciones Especiales
de Washington, el plan
preveía bombardeos estratégicos,
minar los puertos y una
cuarentena de Cuba. No obstante, a pesar de esa hostilidad, Kissinger no pudo
contener su admiración hacia el líder histórico de la Revolución Cubana.
Según él, “era probablemente el más genuino líder revolucionario entonces en el
poder” 55.
En efecto,
durante décadas, Cuba fue el santuario de los revolucionarios del mundo entero,
los cuales se formaron y se robustecieron en la isla. Fidel Castro también
acogió a los exilados políticos de todos horizontes perseguidos por las
dictaduras militares apoyadas por Washington. La Isla del Caribe también se
convirtió en refugio de los militantes políticos acosados en Estados Unidos,
como algunos miembros de las Black Panthers. 56
Fidel
Castro siempre hizo de la solidaridad humanitaria internacional un pilar
fundamental de la política exterior de Cuba. Así en 1960, incluso antes del
desarrollo de su servicio médico y aunque acababa de perder a 3.000 médicos
(que decidieron emigrar a Estados Unidos tras el triunfo de la Revolución en 1959) de
los 6.000 presentes en la isla, Cuba ofreció su ayuda a Chile tras el terremoto
que destruyó el país. En 1963 el Gobierno de La Habana mandó su primera
brigada médica compuesta de 55 profesionales a Argelia para ayudar a la joven
nación independiente a enfrentar una grave crisis sanitaria. Desde esa fecha,
Cuba ha extendido su solidaridad al resto del mundo, particularmente a América
Latina, África y Asia. 57
Hoy
cerca de 51.000 profesionales de la salud cubanos, entre ellos 25.500 médicos
de los que un 65% son mujeres, trabajan en 66 países del mundo. Desde el
triunfo de la Revolución,
Cuba realizó cerca de 600.000 misiones en 158 países, con la participación de
326.000 profesionales de la salud. Desde
1959 los médicos
realizaron más de
1.200 millones de
consultas médicas, asistieron
2,3 millones de partos,
efectuaron 8 millones
de operaciones quirúrgicas
y vacunaron a más de 12
millones de mujeres embarazadas y niños. 58
Por
otra parte, Cuba ha formado a varias generaciones de médicos de todo el mundo.
En total la isla formó a 38.920 profesionales de la salud de 121 países de
América Latina, África y Asia, particularmente mediante la Escuela Latinoamericana
de Medicina (ELAM) fundada en 1999. Además de los médicos que cursaron sus
estudios en la ELAM
en Cuba (cerca de 10.000 graduados cada año), La Habana contribuye a la
formación de 29.580 estudiantes de medicina en 10 países del mundo. 59
La Operación Milagro es emblemática de la política
solidaria de La Habana.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay actualmente
cerca de 285 millones de personas víctimas de deficiencia visual en el mundo,
entre ellas 39 millones de ciegos y 246 millones que presentan una disminución
de la agudeza visual. Casi el 90% viven en países del Tercer Mundo. Cerca del
80% de las deficiencias visuales son curables, señala la organización, y
agrega que “la
catarata sigue siendo
la primera causa
de ceguera”. Estas
enfermedades oculares afectan en primer lugar (65%) a personas de más de
50 años (20% de la población mundial), un porcentaje que crecerá con el
envejecimiento de la población, pero también a 19 millones de niños. 60
Frente
a esta constatación, Fidel Castro decidió lanzar en julio de 2004 una amplia
campaña humanitaria continental bajo el nombre de Operación Milagro con la
ayuda de Venezuela. Consiste en operar gratuitamente a los latinoamericanos
pobres que padecen cataratas y otras enfermedades oculares, pero que se
encuentran en la imposibilidad de financiar una operación que cuesta entre 5.000
y 10.000 dólares según los países. Esta misión humanitaria se ha extendido a
otras latitudes (África, Asia). La Operación Milagro incluye la participación de 165
instituciones cubanas. Dispone de 49 centros oftalmológicos en 15 países
de América Latina
y el Caribe
(Cuba, Venezuela, Ecuador,
Haití, Honduras, Panamá, Guatemala, San
Vicente y las
Granadinas, Guyana, Paraguay,
Granada, Nicaragua y Uruguay). 61
Desde 2004, cerca de 3 millones de personas de 35 países recobraron la
vista. 62
Con
respecto a la educación Cuba elaboró
el programa de alfabetización
“Yo, sí puedo” en 2003 a propuesta del propio
Fidel Castro, con el fin de erradicar el analfabetismo en el mundo. Según la UNESCO hay en el mundo 796
millones de adultos analfabetos, o sea el 17% de la población mundial. Más del
98% se encuentra en los países del Tercer Mundo. Las dos terceras partes son
mujeres. La UNESCO
lanzó entonces un llamado para reducir en un
50% el número
de analfabetos para
2015. El organismo
de la ONU señala
que los progresos realizados en
este campo “fueron en el mejor de los casos decepcionantes y en el peor
esporádicos”. Según la UNESCO,
“para revertir esta tendencia es necesario que los gobiernos del mundo actúen
con determinación”. No obstante la
UNESCO revela una excepción: América Latina y el Caribe. Esta
excepción se debe en parte al Programa Yo, sí puedo:
El
programa Yo, sí puedo, que creó en 2003 el Gobierno cubano ha tenido amplios
resultados […]. Aplicado en 12 de los 19 países de América Latina en 2008,
forma parte de estrategias más amplias a favor de la alfabetización universal
en el Estado Plurinacional de Bolivia, en Ecuador, en Nicaragua, en Panamá y en
la República
Bolivariana de Venezuela. 63.
Basado
en la filosofía de José Martí resumida en la siguiente cita: “Todo hombre tiene
derecho a educarse y en pago contribuir a la educación de los demás”, el
Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño de Cuba lanzó el programa “Yo,
sí puedo” en 2003, destinado a alfabetizar a los adultos iletrados. La
adquisición de las capacidades de lectura, escritura y aritmética es
indispensable para disfrutar de una plena ciudadanía. Constituye el primer
baluarte contra la exclusión y la pobreza y lleva a la realización de lo que
Martí llamó “la plena dignidad del hombre”. La UNESCO subraya que “la
educación salva vidas: la tasa de mortalidad infantil baja cuanto más se eleva
el nivel escolar de la madre”. Así, si todas las mujeres hicieran estudios
secundarios se salvarían 1,8 millones de niños al año. Del mismo modo la salud
de los niños estaría más protegida: “Es menos probable que los niños cuya madre
ha hecho estudios manifiesten un retraso de crecimiento o una insuficiencia
ponderal”. 64
El
programa “Yo, sí puedo” se aplicó con éxito en Venezuela, donde se alfabetizó a
más de 1,5 millones de personas, en Bolivia, en Ecuador y en Nicaragua, que son
las únicas naciones latinoamericanas que se han librado del analfabetismo en la
última década, según la
UNESCO. También se
utiliza en otros países del continente y del mundo, como Nueva Zelanda, y se aplica en varios idiomas
entre ellos el francés y los idiomas indígenas (guaraní, maorí).
El
programa “Yo, sí puedo” se utiliza también en España. La ciudad de Sevilla
pidió los servicios de los profesores cubanos, bajo la coordinación del
Profesor Carlos M. Molina Soto, para enseñar a leer y escribir a sus
ciudadanos. 65 Después de un estudio realizado por la
alcaldía se descubrió que 34.000 de los 700.000 habitantes de la capital
andaluza eran totalmente analfabetos. En dos años 1.100 adultos se
alfabetizaron en los treinta centros de alfabetización que se abrieron en la
ciudad. Otros municipios de España, país que cuenta con 2 millones de
analfabetos, estudian las posibilidades de aplicar el método cubano en su
territorio. 66
En
Australia el método de alfabetización se utiliza para las poblaciones
aborígenes –el 60% son analfabetos funcionales– que aprenden a leer y escribir
en tres meses. Además de la lectura, de la escritura y del álgebra de base,
Cuba les ofrece la posibilidad de aprender a usar las nuevas tecnologías 67.
Sin embargo Australia ocupa el segundo puesto mundial en términos de desarrollo
humano, justo detrás de Noruega. 68
El
programa “Yo, sí puedo” recibió el Premio de Alfabetización Rey Sejonh de la UNESCO en 2006 por su
aporte a la educación de la humanidad. Irina Bokova, directora general de la
organización de la ONU,
alabó el método subrayando su carácter ejemplar de cooperación Sur-Sur. 69 En efecto, desde 2003, el programa permitió
que nueve millones de personas de cinco
continentes diferentes aprendieran a leer y escribir.70
En términos
de solidaridad, Fidel
Castro hizo de
Cuba el modelo
a seguir, demostrando que es
posible contribuir a mejorar la suerte de los más desfavorecidos del planeta.
Al ubicar la generosidad hacia los más humildes en el centro de su acción
internacional, el líder de la Revolución Cubana se convirtió en el símbolo del
internacionalismo desinteresado.
Conclusión
Arquitecto
de la independencia nacional que cumplió la misión que inició José Martí de
edificar una patria libre y soberana, Fidel Castro, al levantarse contra las
pretensiones hegemónicas de Estados Unidos, simboliza también la dignidad
mancillada de América Latina y de los pueblos del Sur, así como la lucha contra
el imperialismo.
Al
llevar a cabo una revolución social sin precedentes en la historia
latinoamericana, desafiando así las leyes de gravitación política, la teoría de
la “fruta madura” y la herencia colonial, al ubicarse al lado de los oprimidos,
demostró al mundo que los recursos limitados no constituyen un obstáculo a la
edificación de un sistema de protección social digno de su nombre, con tal de
que se coloque al ser humano en el centro del proyecto emancipador.
Finalmente,
al hacer del internacionalismo el eje principal de su política exterior, el
líder de la
Revolución Cubana evidenció que a pesar de las sanciones
económicas estadounidenses que agobian al país, sin abandonar a su propia
población, es posible hacer de la solidaridad un vector esencial de
acercamiento y de amistad entre los pueblos.
1 Luis Báez, “Absuelto por la Historia”, Granma, 11 de
marzo de 2014. http://www.granma.cu/granmad/secciones/fidel/ (sitio consultado
el 23 de febrero de
2015).
2 José Martí, «El Congreso de
Washington», La Nación,
2 de noviembre de 1889.
3 Antonio Beltrán Hernández,
L’Empire de la liberté, París, Editions Syllepse, 2002, p. 78.
4 Philip S. Foner, Historia de
Cuba y sus relaciones con Estados Unidos, La Havane, Editorial de Ciencias Sociales, tome I,
1973, p. 157.
5 Philip S. Foner, La Guerra
hispano/cubano/americana y el nacimiento del imperialismo norteamericano, op.
cit., Volumen 1, p.16-17.
6 Hamilton Fish, «Mr. Fish to
Mr. Cushing», 6 de febrero de 1874, FRUS, 7 de diciembre de 1874, p. 859. 7 Stewart L. Woodford,
«Mr. Woodford to the President», 9 de marzo de 1898, FRUS, 6 de diciembre de
1898, p. 682-84.
8 Philip S. Foner, La Guerra
hispano/cubano/americana y el nacimiento del imperialismo norteamericano, op.
cit., Volumen 1, p. 337.
9 C. I. Bevans, Treaties
and Other International Agreements of the United States of America, 1776-1949 (Washington D. C.:
United States Government Printing
Office, 1971), p. 1116-17.
10 Fidel Castro Ruz, «El imperio
y la isla independiente, primera parte», Cuba Debate, 14 de agosto de 2007.
http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2007/08/14/imperio-isla-
independiente-primera-parte/ (sitio consultado el 15 de agosto de 2009).
11
Robert Merle, Moncada : premier combat de Fidel Castro, Paris, Robert Laffon,
1965, p. 34.
12
Tomas Estrada Palma, « Message of Tomás
Estrada Palma, President of the Republic of Cuba, to the Congress of Cuba», 6
de abril de 1903, FRUS, 7 de diciembre de 1903, p.
356-57.
13 Edwin V. Morgan, «Minister Morgan to the Secretary of State», 13 de
octubre de 1906, FRUS, 1909, p. 489.
14 Hugh S. Gibson, «Veteranista Agitation – Attitude of the United States.
The American Chargé d’Affaires to the Secretary of State», 10 de noviembre de
1911, FRUS, (Washington Government Printing Office, 1919), p. 236-37.
15 Hugh S. Gibson, «Veteranista Agitation – Attitude of the United States.
The American Chargé d’Affaires to the Secretary of State», 16 de noviembre de
1911, FRUS, 1919, p. 237.
16 José Miguel Gómez, « he President of Cuba to the President», 26 de
mayo de 1912,
FRUS, 1919, p. 248.
17 Robert Lansing, «The Secretary of State to Minister Gonzales», 13 de
febrero de 1917, FRUS, 1926, p. 356 ; William E. Gonzales, «Minister Gonzales
to the Secretary of State», 15 de febrero de 1917, FRUS, 1926, p. 359 ; William
E. Gonzales, «Minister Gonzales to the Secretary of State», 27 de febrero de
1917, FRUS, 1926, p. 369.
18 Robert Lansing, «The Secretary of State to Minister Gonzales», 10 de
marzo de 1917, FRUS, 1926), p. 382 ; Frank Polk, «The Acting Secretary of State to the Chargé
in Cuba (Bingham)», 15 de enero de 1919, FRUS, Volume II (Washington Government
Printing Office, 1934), p. 1-2.
19 Rutherfurd Bingham, «The Chargé in Cuba (Bingham) to the Acting
Secretary of State», 18 de enero de 1919, FRUS, 1934, p. 2. Véase el informe complete de Enoch H. Crowder sobre su
estancia en Cuba: Enoch H. Crowder, «General Enoch H. Crowder to the Secretary
of State», 30 de Agosto de 1919, FRUS, 1934, p. 29-77.
20 Norman H. Davis,
«The Acting Secretary of State to the Judge Advocate General, War Department
(Crowder) », 31 de diciembre de 1920, FRUS, 1936, p. 41-43.
21 Norman H. Davis, «The Acting Secretary
of State to the Minister in Cuba
(Long) », 4 de enero de 1921, FRUS, 1936, p. 671.
22
Salim Lamrani, Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais, op. cit., p. 224.
23 Sumner Welles, «The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State», 10 de septiembre de 1933, FRUS,
1952, p. 417.
24 Sumner Welles, «The Ambassador in Cuba (Welles) to the Secretary of State», 25 de septiembre de 1933, FRUS,
1952, p. 458.
25 Edward G. Miller Jr., «Secretary Staff Meetings», 11 de marzo de
1952, lot 63 D 75,
FRUS, 1983, p. 868.
26 Willard L. Beaulac, «Memorandum of Conversation, by the ambassador in
Cuba
(Beaulac)», 22 de marzo de 1952,
FRUS, 1983, p. 868.
27 Fidel Castro Ruz, «Esta vez
no se frustrará la
Revolución», 1 de enero de 1959, Fondo Fidel Castro Ruz, n°,
Archivo de la Oficina
de Asuntos Históricos del Consejo de Estado (OAH-CE)
28 John F. Kennedy, «Speech of Senator John F. Kennedy, Cincinnati, Ohio,
Democratic Dinner», 6 de octubre de 1960.
29 Id.
30 Philip W. Bonsal, Cuba, Castro, and the United
States, Pittsburgh,
University of
Pittsburgh Press, 1971, p. 9.
31 United Nations Development Program,
«Human Development Indicators 2003: Cuba», 2003.
www.undp.org/hdr2003/indicator/cty_f_CUB.html (sitio consultado el 22 de marzo
de 2004); Commission Economique Pour l’Amérique Latine (CEPAL), Indicadores del desarrollo socioeconómico de
América Latina. (Nations Unies, 2002), pp. 12, 13, 39, 41, 43-47, 49-56, 66-67; 716-733.
32 Mick Hillyard & Vaughne Miller, «Cuba and the Helms-Burton Act»,
House of Commons, Research Paper 98/114, 14 de diciembre de 1998, 8.
33 Latin American Laboratory for
Evaluation and Quality
of Education, «Learning
in Latin American», UNESCO, 3 de
septiembre de 1999. Margarita Barrio, «Obtuvo
Cuba las más altas calificaciones de la calidad de la educación», Juventud
Rebelde, 21 de junio de 2008. http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2008-06-21 http:/obtuvo-cuba-las-mas-altas-calificaciones-en-evaluacion-de-la-calidad-de-la-educacion/
(sitio consultado el 22 de junio de 2008).
34 UNESCO, Informe de 2012. Los
jóvenes y las competencias: trabajar con la educación, 2012, p. 370.
http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-
agenda/efareport/reports/2012-skills/ (sitio consultado el 2 de enero de 2013).
35
Ibid., p. 180.
36
Ministère de l’éducation nationale, «L’éducation nationale en chiffres», République
française, 2012.
http://www.education.gouv.fr/cid57111/l-education-nationale-en- chiffres.html
(sitio consultado el 11 de febrero de 2013).
37 Opera Mundi, «Cuba registra
menor taxa de mortalidade infantil das Américas», 3 de enero de 2013. http://operamundi.uol.com.br/conteudo/noticias/26374/cuba+registra+menor+taxa+de+
mortalidade+infantil+das+americas+.shtml (sitio consultado el 3 de enero de
2013).
38
Le Figaro, «Cuba : centenaires grâce au système», 22 de mayo de 2009.
39 Para América Latina (CEPAL),
Indicadores del desarrollo socioeconómico de América Latina. (Nations
Unies, 2002), pp. 12, 13, 39, 41, 43-47, 49-56, 66-67; 716-733.
40 American Association for World Health, «Denial of Food and Medecine:
the Impact of the U.S. Embargo on the Health and Nutrition in Cuba», marzo de
1997.
41 Diane Kuntz, «Statement from American Public Health Association»,
American Public Health Association, 2 de mayo de 1996.
42 Edward W. Campion & Stephen Morrissey, «A Different Model:
Medical Care in Cuba», New England
Journal of Medecine, 24 de enero
de 2013, p. 297-99.
43 O. Fonticoba Gener, «Mantiene
Cuba alto índice de desarrollo humano», Granma, 1 de octubre de 2011.
http://www.granma.cu/espanol/cuba/1octubre-mantiene.html (sitio consultado el 5
de octubre de 2011).
44 AIN, «Cuba, 4,7 de mortalidad
infantil, la más baja de su historia», 2 de enero de 2009; José A. De la Osa, « ¡4,7! », Granma, 2 de
enero de 2008.
45 José A. De la Osa, « Cuba es ejemplo en la
protección a la infancia », Granma, 12 de abril de 2008.
46 Fernando Ravsberg, «UNICEF:
Cuba sin desnutrición infantil», BBC, 26 de enero de 2010.
47 Marcos Alfonso, «Cuba:
ejemplo de la protección de la infancia, reconoce UNICEF», AIN, 18 de julio de 2010.
48 UNICEF, Progreso para la
infancia. Un balance sobre la nutrición, 2011.
49 Save the Children, «Informe
Estado Mundial de las madres 2011», 2012.
http://www.savethechildren.es/ver_doc.php?id=115
(sitio consultado el 2 de enero de 2012).
50 Granma, «Director regional de
OIT califica de ‘casi un milagro’ sistema cubano de seguridad social», 30 de
marzo de 2005. www.granma.cu/espanol/2005/marzo/mier30/califican.html (sitio
consultado el 13 de mayo de 2005).
51 Cuba Defensa, «Misiones
militares internacionalistas cumplidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de la República
de Cuba», 2014. http://www.cubadefensa.cu/? q=misiones-militares (sitio
consultado el 23 de febrero de 2015)
52
Salim Lamrani, Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais, Paris, Editions
Estrella, 2009, prólogo.
53 Piero Gleijeses, «Cuito
Cuanavale: batalla que terminó con el Apartheid», Cubadebate, 23 de marzo de
2013.
54 The National Security
Archive, « Kissinger Considered Attack on Cuba Following Angola Incursion”, 1
de octubre de 2014, George Washington University. http://www2.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB487/
(sitio consultado el 21 de febrero de 2015).
55 Henry Kissinger, Years of Renewal, New York, 1999, p.785 in Piero Gleijeses, “Carta a Obama”,
Cubadebate, 3 de febrero de 2014.
56 The Guardian, “New Jersey hopes Cuba-US relations thaw will help
extradite former Black Panther”, 18 de diciembre de 2014.
57 Roberto Morales, «África está
urgida de la solidaridad internacional»,
Cuba Debate, 12 de septiembre de 2014.
http://www.cubadebate.cu/especiales/2014/09/13/africa-esta-urgida-de-la-
solidaridad-internacional/ (sitio consultado el 14 de septiembre de 2014).
58
Ibid.
59
Ibid.
60
Organisation mondiale de la santé, «Cécité et déficience visuelle»,
Aide-Mémoire n°282, octubre de 2011.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs282/fr/index.html (sitio consultado
el 15 de febrero de 2013).
61 Ministerio de Relaciones
Exteriores, «Celebra Operación Milagro cubana en Guatemala», República de Cuba, 15
de noviembre de
2010. http://www.cubaminrex.cu/Cooperacion/2010/celebra1.html
(sitio consultado el 15 de febrero
de 2013); Operación Milagro, « ¿Qué es la Operación Milagro?
». http://www.operacionmilagro.org.ar/ (sitio consultado el 15 de febrero de
2013).
62 Cubadebate, «Más de 3
millones de beneficiados con Operación Milagro en diez años», 1 de julio de
2014.
http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/07/01/mas-de-tres-millones-de-beneficiados-con-
operacion-milagro-en-diez-anos/#.VOsmsWP7uu4 (sitio consultado el 23 de febrero
de 2015).
63 Ibid., p. 37, 76.
64 Ibid., p. 39.
65 Correspondencia con el
Profesor Carlos M. Molina Soto, 17 de noviembre de 2011.
66 Antonio Rodrigo Torrijos,
“Torrijos pregunta en el pleno del Ayuntamiento sobre el futuro de Yo, sí
puedo”. Al pleno del
Ayuntamiento de Sevilla”,
15 de septiembre
de 2011. Véase
también Cubainformación, «
Alfabetización cubana en Sevilla », 7 de febrero de 2008.
http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=3286&Itemid=86
(sitio consultado el 12 de abril de 2008).
67 EFE, « Un método desarrollado
en Cuba enseña a leer y a escribir a aborígenes australianos », 1 de julio de 2012.
68
Programme des Nations-unies pour le développement, « Indice de développement
humain IDH, classement 2011 », 2011. http://hdr.undp.org/fr/statistiques/
(sitio consultado el 15 de febrero de 2013).
69 Granma, «Reconoce la UNESCO el método cubano de
alfabetización», 25 de mayo de 2011.
http://www.granma.cubaweb.cu/2011/05/25/cubamundo/artic02.html (sitio
consultado el 15 de diciembre de 2011).
70 Granma, «Nueve millones de
alfabetizados con el programa cubano Yo, sí puedo», 21 de enero de 2015.
http://www.granma.cu/cuba/2015-01-21/nueve-millones-de-
alfabetizados-con-el-programa-cubano-yo-si-puedo (sitio consultado el 6 de
marzo de
2015)
*Doctor en Estudios Ibéricos y
Latinoamericanos de la
Universidad Paris Sorbonne- Paris IV,
SalimLamrani es profesor
titular de la Universidad de La
Reunión y periodista,
especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se
titula Cuba, the
Media, and the
Challenge of Impartiality,
New York, MonthlyReviewPress,
2014, con un prólogo de Eduardo Galeano.
http://monthlyreview.org/books/pb4710/Contacto:
lamranisalim@yahoo.fr;
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
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