Siempre se ha querido criminalizar a Cuba y su proceso revolucionario, bajo acusaciones falsas, creando una opinión adversa por crímenes nunca cometidos; mientras el verdadero malhechor se encuentra en las administraciones del vecino país a 90 millas al norte, las cuales ha asesorado, organizado, financiado o amparado verdadero actos terroristas contra el pueblo cubano.
La Base Naval, ubicada en territorio usurpado, dentro de la provincia de Guantánamo, Cuba, perteneciente a Estados Unidos, ha sido foco de no pocos actos de ataques contra el pueblo cubano, incluyendo el asesinato, contra soldados, mientras estos cumplían sus funciones de custodia, en la frontera que separa ese cónclave del resto del territorio nacional.
Primer soldado asesinado por marines de la Base de Guantánamo.
Tomado de FB
La Historia Mambisa y Rebelde de Cuba
Por Israel Valdés Rodríguez*
Al triunfar la Revolución, la Base Naval de
Guantánamo se convierte en uno de los principales escollos en las relaciones
bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos y se afirma como parte fundamental
del diferendo histórico. Este enclave militar con la anuencia de sus
autoridades militares y la participación directa de sus servicios especiales
convirtieron la Base en un activo centro de subversión, de provocaciones y
violaciones.
Desde las primeras horas del día 19 de julio de
1964 la posta norteamericana, ubicada en las coordenadas 43-67 de la Base Naval
de Guantánamo, rastrilla su fusil y apunta a los combatientes cubanos. Esta
acción irresponsable se había convertido en uno de los actos provocadores más
usuales de los marines yanquis. A las 5:37 p.m. (17:37 horas) de ese día, dos
soldados yanquis reinician las provocaciones y lanzan piedras, profieren
ofensas verbales y vuelven a rastrillar sus armas. A las 7:07 p.m. (19:07
horas) mientras se producía el cambio de guardia en la posta cubana, los
marines norteamericanos disparan una ráfaga contra los soldados de la Brigada
de la Frontera Héctor Pupo Sucarno y Ramón López Peña. Este último resulta
herido de gravedad en el cuello. Poco después muere.
Ramón López Peña. Nació el 15 de diciembre de
1946 en el Barrio La Morena, municipio de Puerto Padre, en la actual Provincia
Las Tunas. Hijo de Andrés López y Eunomia Peña Pérez de procedencia campesina,
el matrimonio había formado un hogar humilde donde crecieron 12 hijos. Era el
mayor de los hermanos de esta humilde familia carbonera.
Pudo asistir a la escuela, donde alcanzó el
cuarto grado. Más tarde en Puerto Padre logró llegar hasta el sexto grado de
escolaridad porque la situación económica familiar no le permitió continuar
estudiando y se vio obligado a trabajar tempranamente cortando caña.
Al triunfó de la Revolución, Ramón aunque era un
adolescente, pudo apreciar que habían surgido cambios en la sociedad cubana. A
los 15 años de edad ingresó en las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y
posteriormente en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). En 1962 ya era
miembro activo del Ejército Regular y formaba parte de la División No. 59 de
Las Tunas, con la cual participó en la lucha contra bandidos en la zona de
Manatí.
En febrero de 1963 por sus méritos y disciplina
fue destinado al Batallón de la Frontera. Ya en el frente, Ramón López Peña
mantiene una firme y decidida participación en la preparación combativa y
política, la superación cultural y participa en tres zafras del pueblo.
A los 17 meses de su estancia en la Frontera
resultó seleccionado joven ejemplar durante el proceso de construcción de la
Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en las FAR. El carné de miembro de la Unión
de Jóvenes Comunistas se entregó póstumamente a sus padres, convirtiéndose así
en el primer militante de esa organización en las FAR.
En la despedida del duelo el entonces
comandante y Ministro de las FAR, Raúl Castro Ruz expresó: “Símbolo de la
valerosa fuerza que en la frontera defendió y defiende nuestra soberanía. Han
perdido a un hijo, y en cada uno de nosotros tendrán un hijo. Su dolor lo
compartimos todos”.
Su inhumación en el cementerio de Guantánamo,
constituyó una manifestación de duelo popular, que se extendió a toda Cuba,
indignada por el crimen horrendo cometido contra uno de sus más humildes y
valerosos hijos.
* (San Antonio de los Baños,
1952) profesor e historiador, miembro del secretariado permanente de la Unión
de Historiadores de Cuba.
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