Por Gustavo de la Torre Morales
El asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, el 26 de julio de 1953 sentaron las bases para solidificar posteriormente el llamado M-26-7 y confirmar que la única vía para lograr la soberanía nacional era la lucha armada y que el pueblo fuese el apoyo al movimiento de liberación; como así fue.
Las ideas del apóstol José Martí y toda la riqueza legada por el martirologio cubano fueron los pilares fundamentales que guiaron todo el proceso de lucha y posterior en la construcción y desarrollo del proceso socialista.
Son los mismos ideales en arbolados y fortalecidos por la descollante figura del Comandante Fidel Castro Ruz, como líder fundamental de la Revolución y del pueblo.
El imperialismo yanqui y sus secuaces, dentro y fuera de Cuba, también presentes en algunos gobiernos lacayos, continúan con sus agresiones con el objetivo de derrocar el socialismo en Cuba y eliminar las conquistas alcanzadas.
Sin embargo, cada año el pueblo, firme en el camino trazado, confirma nuestra consigna de lucha y, al mismo tiempo, festejo por nuestras victorias:
¡SIEMPRE ES 26!
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