Por Antonio Aponte.
El Che debe ser
estudio obligatorio de la Revolución, sobre todo de su dirigencia. Lo primero
que encontramos en el análisis de ese pensamiento es su gran respeto por lasa
ideas, y su irreverencia en la discusión. Eso le permitió aprehender la esencia
del Socialismo, entender que el fundamento estaba en la Conciencia del Deber
Social, y que las armas melladas producen conciencia egoísta que, definitiva e
ineluctablemente, derrumban a las Revoluciones. Así predijo la caída del
gigante soviético.
Estudiando al Che
entenderemos que el Socialismo es ante todo un problema de conciencia, de
cultura, que el mínimo germen de capitalismo presentado
"ingenuamente" como un asunto económico o de productividad es en
realidad un fortísimo golpe al Socialismo. Cuando formamos "empresarios
con conciencia social" o estimulamos al capitalismo, estamos en realidad
criando cuervos.
Ahora bien ¿la
construcción Socialista es algo necesario o es un capricho de algunos
trasnochados? ¿Podremos transformarlo sólo en una retórica, posponerlo, tomar
el atajo fácil, aposentarnos en la llamada etapa de transición y allí
establecer una especie de paz romana? ¿Podremos así, en alianza cándida con los
enemigos de clase del Socialismo resolver los problemas del avance
Revolucionario? ¿Podrán los capitalistas, por nosotros formados, transformarse
en Socialistas? ¿Se suicidarán?
La humanidad
camina unánime hacia la extinción, este punto no requiere ya discusión: todas
las mentes lúcidas del planeta lo señalan. El camino a la extinción es el
camino del capitalismo, sin embargo la humanidad no ha podido desprenderse de
este sistema. Ese es el principal reto hoy: superamos al capitalismo o
perecemos.
La Revolución
Bolivariana sólo tendrá sentido si rompe con esta unanimidad, si presenta una
vía para la salvación de la humanidad, que es también la salvación de la gente,
de sus problemas concretos y cotidianos. Debemos convencernos de esto. Estas
generaciones, los humildes, no podrán tener "buen vivir" si no es
en Socialismo. Los intentos por lograr bienestar sin cambiar al sistema
terminan siempre en fracaso, sólo el Socialismo, al cambiar las relaciones
entre los hombres, puede traer felicidad, dar sentido a la existencia. Debemos
convencernos de que dentro del capitalismo no hay solución, la alianza con los
capitalistas no es la vía.
Lo productivo
sólo tendrá sentido si engendra bienes materiales y simultáneamente conciencia
de sociedad y bienes espirituales. Esto sólo lo puede hacer el
Socialismo. Los índices del Socialismo deben ser distintos a los índices
capitalistas, nuestros triunfos sólo lo serán cuando la economía se junte con
la espiritualidad.
La economía es un
asunto muy serio para dejárselo a los economistas. La Revolución debería
fundar un Ministerio de Economía-Conciencia y Cultura. Este sería un paso que
rompería paradigmas capitalistas y daría idea del cambio cultural que debe
ocurrir. Toda medida económica debe ser estudiada por su repercusión en la
conciencia, no basta subir los números. Toda declaración a favor del
capitalismo debe ser vista en su repercusión sobre la conciencia, la cultura,
la fortaleza de la idea socialista y de la causa revolucionaria.
¡Irreverencia Chavista!
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