miércoles, 11 de abril de 2018

¿Quién le dio autoridad a Rosa María Payá y la plebe mercenaria de la CIA, para reemplazar a la sociedad civil de Cuba?


De Gustavo de la Torre Morales.

El teatro en la VIII Cumbre de las Américas empieza su función: desfile de mercenarios, los discursos editados con odio, el dinero pasando de cuenta en cuenta desde los presupuestos del Estado del gobierno de Estados Unidos basados en el pago del contribuyente hasta quedarse en los bolsillos de empresas intermediarias y mercenarios que se prestan para el show mediático; la comparsa de los grandes medios buscando la instantánea que sirva en el montaje de mentiras, los cables y misivas orquestando con burdos detalles la farsa del performance para la gran prensa “libre”, los cabecillas de las organizaciones que sirven de instrumentos coloniales (como la OEA) queriendo lucir serviles, los gobiernos de turno siendo harlots  falderos levantando el dedo para acusar a los “molestos” y el Tío Sam con cara de arrogancia hala de los hilo para su sucia guerra contra los pueblos que decidieron tener la dignidad de ser libres y no esclavos.


La Cumbre de las Américas, a realizarse del 13 al 14 de abril de 2018 en Lima, Perú, ya da sus claras muestras de tergiversar la realidad de delegaciones, como la de los jóvenes cubanos; a los cuales se le ha negado a participar en encuentro previo a la inauguración de la Cumbre, organizado para este jueves 12 de abril en el Hotel Sheraton de Lima, y donde se establecerá un diálogo directo entre actores sociales y los representantes de alto nivel de los Gobiernos.

A ese encuentro, como parte del programa del V Foro de Jóvenes de las Américas, los jóvenes cubanos fueron vetados de poder participar, muy a pesar que fue aprobada reglamentariamente por el Comité Organizador del evento. Sin embargo, las decisiones y selección realizada por Young Americas Bussiness Trust (YABT) y la Organización de Estados americanos (OEA) tratan de silenciar a la delegación cubana oficial, que la integran 10 jóvenes de diversos sectores del país, para darle paso a elementos que siguen otros dictados.

La anterior Cumbre, en Panamá, en el 2015, también se intentó darle créditos a un grupúsculo de reaccionarios que respondían a los intereses imperialistas y no al pueblo de Cuba.

Donald Trump, después de tanto alarde, prefirió enviar a su vicepresidente Mike Pence, ya que prefiere que el rancio caldo que han montado no le salpique y siga dando notas discordantes frente al mundo. No es poco con lo que ya ha tenido con su machismo, racismo, xenofobia y tolerancia por los crímenes que comete Israel en Palestina y Arabia Saudita en Yemén. Además, la Cumbre podría ser un escenario “propicio” para que el vice estadounidense continúe su labor agresiva contra Venezuela; ya que lleva varios meses de contactos con presidentes sudamericanos (Argentina, Chile, Colombia y Panamá) para mantener una férrea presión contra el legítimo y constitucional gobierno de Nicolás Maduro.

Pero los tiros no están saliendo del todo bien, cuando por las redes está rodando unacarta de Rosa María Payá, dirigida a Luis Almagro, Secretario General de la OEA, fechada el 4 de enero pasadodonde se describe las sucias intenciones contra Cuba y Venezuela; pero donde también se menciona al corrupto de la mafia anticubana de Miami, Marcos Rubio. Un personaje que ha hecho carrera y negocios, como otros delincuentes de la política estadounidense, con la política de agresiones contra gobiernos progresistas de Latinoamérica, y que se pavonea públicamente con Trump.
La carta se dio a conocer inicialmente en el blog Descubriendo Verdades, de Percy Francisco Alvarado Godoy.
Una Cumbre que dice tendrá como uno de sus temas la lucha contra la corrupción y desde Washington vieron con buenos ojos que se celebrara en un país donde su propio presidente, Pedro Pablo Kuczynski, amiguito servil de la Casa Blanca, tuvo que renunciar por corrupto.

Una vez más se muestra la parafernalia que se teje para cumplir intereses imperialistas. Personajes como la presidenta del proyecto Cuba Decide, Rosa María Payá Acevedo, nueva cara del anexionismo cubano que ha ido desbancando a la lejanamente afamada Yoani Sánchez, y que muy bien la calificó Arthur González en su blog El Heraldo Cubano, como una “joven que cambió su amor paternal por el dinero de los que quieren ver a su país sometido”, es ampliamente financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID en inglés), la Cuba Freedom Foundation, la Freedom House o la Fundación Konrad Adenauer (todo un poco de lo mismo). Su enrevesado “patriotismo” en busca de protagonismo la llevó a tener un cercano contubernio con Félix Toledo Montero, ex-integrante de la aplastada Brigada 2506 que intentó invadir Cuba por Playa Girón en 1961 y que de su fracaso pasó a las Fuerzas Especiales de la CIA.

Lo más llamativo de esta patriotera del dólar es que se permite viajar constantemente por Europa, EEUU y Latinoamérica para dar charlas en reuniones conspirativas con piña colada en mano o en grandes banquetes donde cuenta la “miseria” que afronta en Cuba, por culpa de un gobierno “totalitario que no” deja que cubanas y cubanos decidan el futuro que desean. Aunque realmente es contradictorio y muy raro, cuando a finales del año pasado 2017 en Cuba se realizaron las elecciones parciales, con una participación de más del 80% del padrón electoral, con más del 90% de boletas válidas y por las cuales la contrarrevolución_ ¡Ups! Perdón, los héroes y heroínas del mercenarismo_ no lograron ser elegidos entre los 11 415 delegados y delegadas a las Asambleas Municipales, simplemente porque el pueblo cubano no los reconoce como representantes.

Estamos conscientes que el gobierno de EEUU seguirá construyendo personajes como Rosa María Payá, Belta Soler, Daniel Ferrer, Eliécer Ávila, Antonio Rodiles o Yoani Sánchez, entre otros que poco a poco van pasando de moda y la CIA va notando que la repercusión no pasa más allá de una pequeña oleada mediática.
Pero también, como anteriores presidentes, Donald Trump podrá inventarse junto a la CIA a cuantos mercenarios quiera, marcados por el retorcido sentido de la ambición de llenar sus bolsillos, aunque sea de migajas, pero terminará como otro presidente bocaza, fracasando en la política de agresiones contra Cuba, como también contra la Venezuela Bolivariana.

Estos mercenarios, vendepatrias, nunca serán representantes de nuestros pueblos, a pesar de todas las facilidades que les brinden los instrumentos coloniales al servicio del imperialismo. Como en cada podio, en Cumbre que haya, Cuba tiene su digna representación en mujeres y hombres, en jóvenes, revolucionarios y fielmente convencidos que a la Patria se le defiende de todas las agresiones que se lancen contra ella, con convicciones, con el ejemplo, con la firmeza, con la unidad del pueblo.

La prensa sensacionalista del gran cotilleo podrá hacer negocios de esta mugre mercenaria, pero nunca podrá manchar el ejemplo que emana de la Revolución cubana y sus conquistas. La verdadera sociedad civil cubana, la que tiene voz autorizada en cualquier evento o certamen, no nace en la Embajada de EEUU en Cuba ni en sedes terroristas en el extranjero, sino en las organizaciones de masas nacidas del propio proceso revolucionario y que llevan en sí el respaldo y participación del pueblo.

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