Tomado de Granma.
Por Susana Lee
Hasta el lunes último se habían celebrado más de 5 mil 300 encuentros de candidatos a diputados y a delegados a las asambleas provinciales del Poder Popular con la población.
Este contacto de los nominados con el pueblo, el cual se celebra desde las elecciones de 1992-1993, cuando por primera vez se eligió a los diputados y delegados provinciales por el voto directo y secreto de la ciudadanía con derecho al sufragio, constituye un eslabón más del método de masas que preside el proceso electoral cubano.
Fórmula genuina de nuestro ejercicio democrático para decidir quiénes representarán a la población por sus municipios en los órganos superiores del poder estatal en la nación y las provincias, dichos encuentros propician el intercambio directo con los postulados en igualdad de condiciones, y en los que no hay compromisos ni promesas, más allá del cumplimiento del deber de que con ellos, de ser electos, estará la voz de sus representados.
De ahí que desde el pasado 17 de diciembre, en los cerca de 3 mil encuentros en centros laborales y más de 1 500 en comunidades y barriadas, entre otras actividades ya efectuadas, a las que han asistido decenas de candidatos en grupos pequeños y participado miles de trabajadores y pobladores, también en cantidades que favorecen el diálogo entre unos y otros, el objetivo de conocerse más ha prevalecido.
Y no creo que sea exagerado afirmar que tanto para los que repiten en su postulación, como para el porcentaje mayoritario de quienes lo son por vez primera, la experiencia de estos días con sus futuros electores, será inolvidable.
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