Por Vincenzo Basile
Hace tiempo tuve una conversación privada con
una persona que se autocalifica de defensor de una Cuba libre y plural, del derecho de Cuba a la autodeterminación. Era un
vehemente crítico del gobierno cubano, defensor de las Damas de Blanco y un
irresponsable replicante de los textos de Yoani Sánchez y de los más insulsos
tópicos fabricados en Miami. Pero, su característica que más me llamó la
atención fue el hecho de que él rechazara la injerencia norteamericana y
reconociera los históricos logros de la Revolución.
Consciente de su postura inicial y tras una
propuesta de debate civil que él mismo me hizo, intenté entablar una
discusión
sobre el tema de la presencia de Estados Unidos y de la amenaza que ha
representado
para Cuba a lo largo de la historia, con la fuerte curiosidad de conocer
sus explicaciones al respeto. Reproduzco parte de mi pregunta del día 5
de noviembre 2012 que todavía no ha encontrado respuesta.
«No sé si por desinterés, por error o por voluntad,
parece que la política subversiva norteamericana se ha convertido en un hecho
normal o en una excusa del gobierno cubano. En ese sentido, si alguien habla de
la SINA o de la CIA, automáticamente se le
acosa de ser un ‘propagandista del régimen’. Esto es de lo más peligroso. Vaciar
de cada contenido un intento de destrucción política llevado adelante por una
nación contra otra nación soberana y hacerlo pasar como un hecho secundario o
dudoso. No es así. Es evidente. Mitt Romney ha declarado que si va a ganar las
elecciones ‘el castrismo sentirá todo el
peso de Estados Unidos en sus espaldas’. Senadores y congresistas, llamados
cubanoamericanos, como Marco Rubio, David Rivera, los Diaz-Balart (ninguno de
ellos ha pisado nunca suelo cubano) prácticamente, sobre todo los últimos dos,
una auténtica mafia (o vieja élite local, si más te apetece el término), usan
una retórica siempre más agresiva, fascista y anticubana.
¿Cómo debería el gobierno cubano tratar a las
personas que reciben dinero por la Fundación Nacional
Cubano Americana o por la Fundación Rescate
Jurídico (dos organizaciones vinculadas con el terrorismo contra Cuba)? No es
propaganda. Son hechos reales, ciertos. No te pido que ‘confíes en mis
palabras’ sino que busques los datos y las fuentes. Las Damas de Blanco tienen
lazos con estas dos organizaciones. Luis Posada Carriles fue un ejecutor de la Fundación Nacional
Cubano Americana (cuando fue asesinado el italiano Fabio Di Celmo) y hace dos
años marchó por las calles de Miami con Gloria Estefan (la cantante e hija de
un guardaespalda de la esposa del tirano Batista), en apoyo a las Damas de Blanco.
Radio y Televisión Martí es hija de la Fundación (y del Departamento de Estado
norteamericano).
Hace tiempo, en una de las muchas
‘represiones’ que denuncian, las Damas de Blanco querían asistir a una misa
para celebrar el aniversario del nacimiento (o de la muerte, no me acuerdo) de
Jorge Mas Canosa, el patrocinador de la Fundación Nacional
Cubano Americana. Laura Pollán, tras el golpe en Honduras de 2009, participó a
un programa radial y, cuando el presentador leyó un mensaje del golpista
Micheletti quien apoyaba a las Damas de Blanco, Pollán se declaró ‘muy emocionada’,
entre otras cosas. Aquí no se trata de oposición política, no se trata de
respaldar o menos a un gobierno. Esta es subversión. Esto es estar en contra de
los intereses vitales de un país para favorecer a otro, además enemigo. ¿No te
parece?
Las Damas de Blanco son el ejemplo más
evidente. Claramente hay otros, como el caso de Yoani Sánchez, la persona mas
controvertida de la llamada disidencia cubana. La que evita posiciones fuertes
mas que es una asidua invitada en la
Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. La mujer que recuerda
el legado de Laura Pollán. ¿Cuál
legado? ¿La afinidad con Posada Carriles y el respaldo al golpista Micheletti?
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