Por Iroel Sánchez.
Días atrás, la periodista Rosa Miriam Elizalde preguntó al historiador Fernando Martínez Heredia en relación
con “un nacionalismo de derecha, que está en contra del bloqueo pero
también implícita o explícitamente en contra de la Revolución, invocando
posturas centristas”.
El bloguero cubano residente en Miami Emilio Ichikawa ha descrito “la
postura centrista” como la política oficial de EEUU hacia Cuba:
“es la de la actual administración Demócrata
de los EEUU, la del Presidente Obama y sus funcionarios, como el Secretario de
Estado Kerry y Roberta Jacobson. Y es también la de algunos intelectuales
cubanoamericanos y cubanos moderados como Roberto Veiga y de empresarios con
visibilidad intelectual como Hugo Cancio.
“La mezcla de la promoción de negocios con
Cuba (y el levantamiento del bloqueo/embargo), con la incursión ocasional en la
crítica del régimen político cubano, es el eje de la estrategia editorial de la
revista OnCuba, de Hugo Cancio.
“Cancio, que es una persona habilidosa, le ha
sabido cazar la pelea al oficialismo cubano cada vez que este ha resbalado en
una decisión impopular; por ejemplo: el cierre de los cines 3-D, el cierre de
las “trapi-shoping” o los astronómicos precios oficiales con que salieron los
autos.
“Esta tercera posición, llamada de “centro” o
“moderada”, suele ser en las transiciones la más artera a la vez que la más
“exitosa”.
“Precisamente de esa zona proviene la que
puede considerarse la primera gran traición de la “transición raulista”,
implementada por los ex editores de Espacio Laical Roberto Veiga y Lenier
González, quienes a solo semanas de ser cesanteados ya tenían fundada la
entidad “Cuba posible”; y a solo semanas de fundar “Cuba posible”, sin tiempo
para madurar resultados creíbles, ya tenían montado un gran
evento “académico” en los EEUU.
A inicios de abril de 2012 los entonces editores de la revista Espacio
Laical habían sido
los anfitriones de una conferencia brindada Carlos Saladrigas (Copresidente del Cuba Study
Group y uno de los promotores más activos de la nueva política de EEUU hacia la
Isla implementada por la administración Obama). Dos semanas antes, Saladrigas
estuvo entre los principales oradores de un taller organizado por Google ideas
en la ultraconservadora Heritage Foundation de Washington con
el título “Cómo la Internet puede descongelar una Isla congelada en el tiempo”.
Los acompañantes de Saladrigas en la tribuna de aquel del evento: el
“honorable” Senador Marco Rubio; el entonces director del Buró de Transmisiones hacia Cuba,
entiéndase Radio y TV Martí, Carlos
García Pérez; Mauricio Claver-Carone (Director del U.S.-Cuba Democracy PAC);
Daniel Fisk (Vicepresidente de Planificación Política y Estratégica del International
Republican Institute, con largo historial de financiamiento a la “disidencia”
cubana); y Jared Cohen (Director de Google Ideas), definido por Julian Assange como “eficaz director de cambio
de régimen de Google” y “la canalización del Departamento de Estado en Silicon
Valley”. La aparición de Saladrigas en La Habana fue cubierta elogiosamente por
el periodista Fernando Ravsberg para la BBC, quien además
le realizó una entrevista para el mismo
medio sin preguntarle sobre su participación en la
Heritage Foundation.
Los anfitriones de Saladrigas en Cuba organizarían en marzo de
2014 con financiamiento del gobierno noruego el
evento “Fe religiosa, institucionalidad nacional y modelos sociales” que en
palabras de uno de sus organizadores en entrevista con Elaine Díaz para Global Voices “estuvo atravesado por un eje transversal: cómo lograr imprimirle
una dosis importante de audacia y creatividad a las transformaciones en curso
en el país.”
En la misma entrevista con Díaz, interrogado acerca de si “el
incremento del acceso a Internet desde la Isla, aún en condiciones precarias,
ha favorecido el diálogo y la concertación entre actores sociales diversos”,
uno de “quienes a solo semanas de ser cesanteados ya tenían fundada la entidad
“Cuba posible”” afirmó:
“el ciberespacio ha ayudado mucho a crear sinergias positivas de
entendimiento y despolarización en la sociedad cubana trasnacional. Si algo ha
tipificado los últimos 10 años, es un corrimiento “al centro” en un conjunto
importante de actores sociales y políticos, dentro y fuera de la Isla.”
El otro, había dicho a la agencia Reuters tres días antes:
“Yo tengo una opinión personal a favor de una
Cuba pluripartidista. Nuestro proyecto quiere facilitar esto y contribuir a la
serenidad en el proceso.”
(…)
“Cuba Posible promoverá el “cambio transicional””
No solo “sin tiempo para madurar resultados creíbles,” ya
tenían montado un gran evento “académico” en los EEUU.” sino que recibían la
atención de la gran prensa internacional como The New York Times, El País, y las agencias de prensa AP y la misma Reuters y -según su propio testimonio- la invitación
de embajadas occidentales en La Habana para encontrarse con cancilleres,
legisladores y jefes de estado de paso por La Habana.
El sitio web de “Cuba posible” recogió esta semana su más
reciente actividad en Washington DC:
“Durante los días 11 y 12 del presente mes de
abril, cuatro miembros del “Laboratorio de Ideas Cuba Posible” cumplimentaron
un intenso programa de trabajo en Washington DC, organizado por la
estadounidense Fundación WOLA. Ailynn Torres Santana (miembro del Consejo de
Dirección y coordinadora del Programa “Fraternidad”), Julio César Guanche
(miembro del Consejo de Dirección y coordinador del Programa “Ágora”), Lenier
González Mederos (sub-director), y Roberto Veiga González (director),
sostuvieron diversos encuentros con actores sociales, políticos y académicos
destacados en la capital estadounidense.
“La visita incluyó reuniones con directivos de
Brookings Institution; una reunión con el equipo de la Oficina de Asuntos
Cubanos del Departamento de Estado; un encuentro con asesores para América
Latina del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de la Unión; una reunión
con miembros del Grupo de Trabajo sobre Cuba de la Cámara de Representantes;
una comparecencia pública en la sede del Diálogo Interamericano; un encuentro
con miembros y colaboradores de la Fundación WOLA, y un grupo amplio de
reuniones privadas con políticos y académicos relacionados con el “tema Cuba”.”
En la reseña biográfica del “director”, publicada por el think tank de Washington Diálogo
Interamericano, donde este acaba de ser admitido en calidad de miembro, se da
la siguiente definición:
“Cuba Posible promueve “el cambio
político sin ruptura, manteniendo distancia de los adversarios más directos de
los Castro”.
La respuesta de Fernando Martínez Heredia -casualmente autor
de un libro titulado El corrimiento hacia el rojo– a Rosa
Miriam es elocuente
sobre el “cambio político sin ruptura” al que se refiere el sitio
de Diálogo Interamericano:
“Y un nacionalismo de derecha incluso que
tiene una acumulación cultural a la cual referirse. Si el día de mañana
tuviéramos problemas graves entre nosotros, algunos de los que se sienten
nacionalistas de esta manera probablemente terminarán frustrados y dirán: “Y yo
que quería que Cuba tuviera una buena democracia, que con el pluripartidismo
salieran los mejores siempre y la administración fuera una maravilla y miren
las desgracias que nos han caído por lo que yo me creí.”
“¿Qué tienen que hacer los pueblos cuando
tienen experiencia histórica?: No volverse a equivocar. Cuando yo era niño la
democracia burguesa en Cuba regía muy bien y mejor que en muchísimos países, y
además se trataba de que el presupuesto nacional fuera aprobado por el
Congreso. El Presidente de la República tenía un Primer Ministro, se
transmitían por radio los debates, la televisión nueva también se metió en la
política, la libertad de expresión cubana en la República burguesa neocolonial
-no es una pseudorepública.
“Allí la libertad de expresión era bastante
alta y ¿por qué?, porque era funcional a la dominación capitalista en Cuba. Que
todo el mundo pudiera opinar lo que quisiera, pero que las cosas continuaran en
lo esencial sin cambios; por eso todos los partidos políticos cubanos en un
momento dado estuvieron a favor de la Reforma Agraria, pero solo el triunfo
militar-político de los revolucionarios pudo hacer la Reforma Agraria. Esa es
una experiencia histórica.
“Recuerdo a Frei Betto, que es tan sagaz y
hace un par de meses dijo en Cuba: lo americanos saben que no pueden
anexionarse a Cuba, ellos lo saben muy bien, pero pueden tener la aspiración de
una anexión simbólica de Cuba. Es decir, pueden tener la aspiración de que por
la guerra de los símbolos los cubanos se confundan suficientemente o se
dividan suficientemente, para que se equivoquen con sus propios símbolos. Por
ejemplo, que uno tenga la bandera norteamericana en la ropa, en un automóvil, y
diga: “No, si eso no tiene importancia, pero si es de lo más bonita, no pero si
venden muchísimas”. También podrían poner la bandera irlandesa o austriaca, y
no es así. De modo que no es casualidad, sino un proceso. Cito a Betto porque
en estas cosas a veces de las frases felices son importantes.
“La anexión simbólica no significa que a uno
le vaya a parecer mejor la bandera, sino que uno pueda pensar que, porque Obama
viene a Cuba, la situación material de una parte grande de los cubanos va a
mejorar. Esa es una creencia que pudiera existir. Supone una tremendísima confusión,
pero pudiera existir. Cuando hablamos de anexión simbólica estamos pensando de
la creencia de que son los grandes poderes que existen en el mundo los que le
pueden resolver los problemas a Cuba. Por eso hablé no solo del dominio
neocolonial norteamericano, sino del dominio de la burguesía de Cuba, que
mantuvo a casi la mitad de los cubanos sin saber leer y escribir -100 mil
cubanos en La Habana no sabían ni leer ni escribir cuando triunfó la
Revolución-, 100 mil que mantuvo a la gente sin atención médica, donde morirse
de diarrea de niño era lo más normal y tener tuberculosis de adulto era de lo
más normal. Entonces, pensar que hoy en el siglo XXI uno puede resolver todo si
los Estados Unidos nos ayudan a resolverlo es anexionarse simbólicamente, y es
peligrosísimo porque es volverse ciego, es perder la visión del presente y del
futuro.”
El peligro del corrimiento radica en que rara vez el centro tira pa' la izquierda. Por lo general siempre desde el centro se promueven causas de derecha. Ejemplos de eso hay cientos de miles en todo el mundo y en todas las épocas. Aquí estamos claros: la unidad en torno al PCC en la piedra angular de nuestra Revolución, ya que hemos comprendido, a fuerza de pesares pasados, que seremos fuertes en tanto estemos unidos. Puede haber disidencias (las del buen sentido), pero siempre en torno al mejoramiento de nuestra realidad.
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