Por: Flora Tristán
Nicolás Maduro, el presidente electo por el
sufragio realizado el 14 de abril en Venezuela, ha anunciado que en su
país “está en marcha un Golpe de Estado”. Por experiencia histórica, ya se
sabe sin lugar a dudas, que detrás de cualquier Golpe en América Latina, está
la Elite del Poder que dirige al Imperio norteamericano.
La Elite maneja como cerebro operador y ejecutor
de sus Golpes encubiertos, a la CIA. Esta Agencia emplea todas las opciones paramilitares
que le brinda su sección de Servicios Especiales. Veamos la descripción de
estos servicios encubiertos que hace Richard Bissell, 1Director
de la sección de los Servicios Clandestinos (Clandestine Services) de la CIA,
entre 1958-1962:
Las Operaciones Encubiertas de la CIA se pueden
dividir en dos tipos,
1) La recolección de datos de inteligencia,
principalmente el espionaje /…/ y
2) Las Acciones Encubiertas [Servicios
Clandestinos] destinadas a influir en los asuntos internos de otras naciones -a
veces llamadas ‘intervenciones’ por fines encubiertos /…/
En lo que respecta a esta segunda categoría, las
acciones encubiertas pueden incluir:
1) consejos políticos y asesoramiento;
2) subsidios a un individuo;
3) asistencia técnica’ a los partidos políticos;
4) apoyo a organizaciones privadas, incluyendo sindicatos
laborales, firmas de negocios, cooperativas etc.;
5) propaganda encubierta;
6) entrenamiento ’privado’ de individuos e intercambio de
personas;
7) operaciones económicas; y
8) operaciones de acciones paramilitares (o) políticas,
destinadas a tirar abajo, o apoyar un régimen (como la Bahía de Cochinos y los
Programas de Laos)/…./ 2.
Para ayudar a identificar cómo está
actuando la CIA en esta ocasión, en las elecciones de Venezuela y el período de
“posterior desestabilización”, creo que es de gran utilidad volver a la Memoria
Histórica y comparar algunas circunstancias del momento actual venezolano, con
otras similares, ya bien conocidas. Me refiero a la intervención de la Agencia
en las elecciones de João Goulart y el Golpe Militar de la CIA en Brasil,
en los 60; y las dos elecciones de Salvador Allende en Chile en los años 60 y
70; con el posterior Golpe de la CIA en ese país en 1973.
A propósito de las elecciones en Venezuela el último
14 de abril, muchas personas se han preguntado cómo es posible, por ejemplo,
que el candidato antichavista, H. C. Radonski, obtuviera casi un millón de
votos a su favor en un lapso de tres días, cuando las encuestas indicaban una
diferencia a favor de N. Maduro que oscilaba entre 10 y 22 puntos porcentuales.
Braulio Martínez Zerpa se pregunta, por ejemplo, de “¿Dónde salieron,
abruptamente 711.337 votos a favor de Henrique Capriles Radonski?”
/…/Si tomamos en cuenta que el resultado de las
encuestas puede variar entre un tres y un cinco por ciento de error, la
cantidad de un 4%, que sería la media entre el 3% y el 5%, restados al total de
votos que debió obtener Maduro, nos arroja la cifra de 9.589.065 como la
cantidad real de votos para Maduro. Ahora bien, si restamos de esa cantidad los
7.575.506 que obtuvo Maduro, vemos que la cantidad de votos escamoteados a
Maduro fue de 2.013.559 votos, algo realmente insólito, que debe ser
investigado hasta sus últimas consecuencias, sobre todo si tomamos en cuenta
que las encuestas constituyen métodos científicos de investigación/…/ 3.
En otros medios se hizo el llamado de atención
sobre una forma especial de llamar a los electores, empleada por Capriles
Radonski , que parece haber sido como “una segunda ola de votantes”. En las
horas de la tarde, se presenta un grupo de supuestos seguidores de Capriles que
acuden a votar justamente a partir de una hora determinada, en una “ola” que
cambiaría la correlación de votos a su favor.
Andrea Coa anota la aparición de un caudal
muy particular de votos que se activa entre las 2 y 4 de la tarde del 14 de
abril, y se pregunta con razón, ¿Cómo nos robaron tres millones de votos?
A pesar de que las encuestas, que han demostrado
ser científicamente exactas, daban ganador a Maduro con una razonable
diferencia de votos, habíamos percibido que existía la posibilidad cierta de
que el candidato burgués se alzara con el gobierno/…/Fue entre las dos y las
cuatro de la tarde del día catorce cuando se cargó en el sistema electoral, o
se activó, el elemento que hizo la diferencia, en función de producir un éxito
fraudulento de la burguesía, dejando al pueblo/…/ con la boca abierta y el
amargo sabor que ya conocemos/…/4.
Uno de los métodos empleados por la CIA para
cambiar los resultados reales de las elecciones de Chile y Brasil, fue el
bombardear literalmente a los votantes y candidatos con enormes sumas de
dinero. Todas estas acciones encubiertas, operadas por su sección de
Operaciones Clandestinas, ya han sido desclasificadas y sobre ellas, existen
documentos, se han escrito innumerables artículos, libros, etc. Por lo tanto,
se pueden estudiar para sacar los datos necesarios que permitan analizar
e investigar de qué manera la Agencia Paramilitar imperial está interviniendo
hoy, con métodos similares, en las elecciones de Venezuela. Quiero decir que
podemos emplear los simples métodos de deducción científica, sin
necesidad de esperar años hasta que la Agencia desclasifique su ingerencia en
los comicios venezolanos y la desestabilización del país.
El análisis de las operaciones encubiertas de la
CIA en Chile y Brasil, y la comparación con la “desestabilización” provocada
por la CIA en Venezuela, muestra que la Agencia tiene un “modus operandi”, un
modelo que no ha sido abandonado después de la “Guerra Fría”, como ingenuamente
quiere hacer creer la propaganda mediática. Las acciones paramilitares de la
CIA se repiten de forma casi idéntica, a través de la Historia, hasta el día de
hoy. Con estos datos en su bagaje, la izquierda debe tomar consecuencias, para
no perder nuevamente una victoria Popular, ganada con enormes sacrificios
humanos.
Victor Marchetti, un alto oficial de la CIA que
trabajó para ella de 1952 a 1969, describe con gran decepción, las
acciones encubiertas de la Agencia, en su libro The Cia and the Cult of
Intelligence (La Cia y el Culto de la Inteligencia, 1974). Una de estas
operaciones paramilitares se refiere al Golpe de Estado de la CIA contra
Salvador Allende en Chile, en 1973, así como sus fases preliminares para
impedir su elección en 1964 y 1970.
Las elecciones en Chile estaban fijadas para el
siguiente mes de setiembre [1970], y Allende, un declarado marxista, era uno de
los principales candidatos/…/La mayoría de las compañías norteamericanas con grandes
inversiones en Chile, temían una posible victoria de Allende, y al menos dos de
esas compañías, la Corporación Internacional de Teléfonos y Telégrafos(ITT) y
Anaconda Copper, estaban gastando enormes sumas de dinero para evitar su
elección /…/5.
Richard Helms, director de la CIA en 1970,
recordaba las acciones de la Agencia en Chile, en 1964, cuando él mismo
-entonces jefe de los Servicios Clandestinos- dirigió las operaciones que
impidieron que Allende fuera electo presidente ese mismo año.
La posición de Helms en la reunión del Comité 6
40 estaba influida por sus recuerdos de las elecciones presidenciales de
1964. En ese momento él era jefe de los Servicios Clandestinos y estaba
activamente envuelto en la planificación de los esfuerzos secretos de la CIA
para derrotar a Allende, que tenía a Eduardo Frei como candidato opositor. Frei
ganó las elecciones [debido a la masiva intervención de la CIA]/…/7.
Las acciones clandestinas de la CIA en 1964
fueron arrolladoras, algo muy similar a lo que está aconteciendo en estos
momentos en Venezuela:
Nueve años más tarde, Laurence Stern, del
Washington Post, expuso finalmente el esfuerzo clandestino masivo de la CIA en
las elecciones de Chile de 1964. Este citó las palabras de un alto oficial
de la inteligencia norteamericana, ubicado en un puesto estratégico, que había
dicho: ’La intervención del gobierno de los EE.UU en Chile fue flagrante y casi
obscena’. Stern reveló que tanto el Departamento de Estado como la Agencia para
el Desarrollo Internacional [USAID] cooperaron con la CIA bombeando más de 20
millones [de dólares] dentro del país, y que uno de los canales de pasaje de
ese dinero fue una organización de ostensible carácter privado, llamada The
International Development Foundation[Fundación para el Desarrollo
Internacional, IDF] 8.
Henry Kissinger era el hombre más poderoso dentro
del “Comité 40”, responsable de las acciones paramilitares que la CIA
estaba desarrollando nuevamente contra Chile y Allende, en 1970.
Richard Nixon, entonces presidente de EE.UU, y los más altos representantes de
su gobierno, admitieron ante el Congreso, después del Golpe de Estado promovido
por esta administración, que era la intención de las operaciones clandestinas
de la CIA, que el gobierno de Allende colapsara, para así desacreditar al
socialismo9.
Veamos ahora cómo se mueven los hilos de esta operación, al más alto nivel en
EE.UU.
Ese día [setiembre 14 de 1970], Kissinger
almorzó con el Fiscal General, John Mitchell10
que quería hablar sobre Chile. Como abogado, Mitchell tenía relación con muchos
clientes que tenían intereses de negocios con ese país; como conservador,
expresaba su horror ante la posibilidad de que Chile pudiera ser la
primera nación que eligiera volverse marxista de forma democrática/…/Kissinger
volvió a retomar el tema de Chile en una sesión del Comité 40, el pequeño grupo
de oficiales de alto rango que comandaba las acciones encubiertas. En la agenda
figuraba cómo hacer para impedir de cualquier forma que Allende fuera investido
presidente. Kissinger le había solicitado a la embajada de Santiago que le
diera un ‘despiadado’ asesoramiento sobre las posibilidades de realizar un
Golpe militar/…/En lugar de esto, el Comité 40 decidió aquella tarde, frente a
la urgencia de Kissinger y Helms, el director de la CIA, que se iniciaría un
plan que fue llamado el ‘Rube Goldberg gambit’ [ ‘La Estratagema de Rube
Goldberg’]11.
La “Estratagema de Rube Goldberg”, nombre
codificado que la CIA inventó para su brutal injerencia, tenía varios frentes:
la compra de votos en el Congreso, el desabastecimiento de los productos
básicos, la propaganda falsa en la prensa, el asesinato de inocentes, etc. En
la biografía de Kissinger, uno de los actores más despiadados del plan, no se
ahorran los datos sobre este plan:
El Congreso chileno iba a ratificar la elección
del nuevo presidente el 24 de octubre; históricamente, siempre se había elegido
al ganador de las elecciones, que en este caso era Allende. La idea era, sin
embargo, convencer al Congreso para que eligiera al candidato opositor de
Allende, bajo la condición de que luego renunciara y se abriera así el camino
para nuevas elecciones/…/ El ‘Comité’ autorizó al embajador Korry a gastar
250.000 [dólares]en operaciones encubiertas para apoyar el plan - en otras
palabras- comprar los votos en el Congreso/…/ El Comité 40’ decidió también ese
día aumentar el esfuerzo de propaganda encubierta para convencer al
Congreso chileno que la economía del país quedaría arruinada si Allende fuera
electo. Más de 20 periodistas provenientes de todo el mundo, y pagados por la
CIA, fueron enviados a Chile para producir historias contra Allende/…/12.
H. Kissinger es el centro de la trama de la
injerencia que se está organizando al más alto nivel en EE.UU. En ella
participan también altos miembros de las más grandes corporaciones
multinacionales, la prensa y los bancos. El 15 de setiembre, Augustin
Edwards, editor del diario más respetado de Chile, visita Washington para
sembrar la alarma sobre Allende. Este se queda en la casa de su amigo Donald
Kendall, el presidente de Pepsi-Cola/…/Así es que ya se han establecido muchos
viejos contactos privados, cuando el Fiscal General, John Mitchell, organiza
para que Edwards y Kendall se encuentren para tomar el desayuno con Kissinger,
esa mañana. La reunión dura más de una hora. Luego, Kissinger se encuentra de
forma privada, con Mitchell y después con David Rockefeller, director del Chase
Manhattan Bank, que tenía intereses en Chile que eran aún mucho más grandes que
los de la Pepsi- Cola.
Lo más interesante de estas confesiones de
la Elite del Poder en EE.UU, es que se puede ver claramente que el Golpe de
Estado de Chile y la desestabilización del país, es una orden de trabajo,
ilegal y sucio, impartida por las más importantes multinacionales del
planeta: Pepsi-Cola, ITT, Chase Manhattan Bank , Anaconda Copper. Sus
directivos, David Rockefeller, Kendall, etc., son los que imparten sus mandatos
al gobierno de Norteamérica. Este las ejecuta a través de su presidente y todas
las estructuras paramilitares de la CIA y su circuito. Los directivos de las
multinacionales nunca muestran su cara ni se conocen, sí los ejecutores.
Kissinger fue convencido [por los ejecutivos de
las corporaciones] de que Norteamérica debía hacer todavía más para impedir que
Allende fuera elegido presidente. Llamó a Helms, el director de la CIA, y le
pidió que se encontrara con Kendall y Edwards, en el Hilton de Washington,
donde los dos habían alquilado un cuarto para realizar encuentros discretos.
Helms recuerda que ‘Querían asegurarse de encontrar una manera para que
Allende nunca subiera al poder’ 13.
Después del pedido de acción de los directores de
las corporaciones, vendrán las decisiones ejecutivas del gobierno de EE.UU que
trabajan bajo su mando. Esa misma tarde, tiene lugar un encuentro que
marcará para siempre el destino de Chile:
A las tres de la tarde, Nixon se encuentra con
Kissinger, Helms y Mitchell en la Oficina Oval, para participar en uno de los
encuentros más significativos sobre Chile. Este dura sólo trece minutos. Nixon
dictaba las órdenes inclinado sobre su escritorio. Quería evitar de cualquier
manera que Allende fuera electo. Helms tomó apenas una página de notas sobre lo
que dijo Nixon, que fue breve, pero vibrante: ’No tomar riesgos. No
implicar a la embajada. 10.000.000 [diez millones de dólares] a disposición, y
todavía más si es necesario. Trabajo a tiempo completo-los mejores hombres que
estén disponibles…Hagan aullar la economía. Tienen 48 horas para hacer el plan
de acción’/…/ Esto fue el comienzo de lo que se llamó ‘Track II’, un plan súper
secreto de operaciones encubiertas de la CIA, que debería ser llevado adelante
al mismo tiempo que el aprobado oficialmente con el nombre de ’ Track I 14’.
Aquí tenemos la lista casi completa del plan
de desestabilización de la CIA que también se aplica a Venezuela en la
actualidad. El “hagan aullar a la economía” de Nixon, resuena ahora en el sabotaje
económico de Obama que se traduce en sabotaje eléctrico, dólar paralelo,
acaparamiento de los productos de primera necesidad, violencia en las calles,
muertes de inocentes, inclemente propaganda contra Chávez y Maduro, declaración
del candidato opositor de fraude electoral, compra de votos de forma masiva, de
manera que los resultados de las elecciones no coinciden con los resultados de
todas las encuestas previas, etc, etc.
Para entender aún más cómo funcionan los métodos
paramilitares de la CIA y el Imperialismo, vayamos a las confesiones de otro
agente de la Agencia que participó en estas acciones, como un importante
agente de operaciones para América Latina, en la época de los Golpes de Estado
en Brasil y Chile. Philip Agee documenta en su libro, Inside the Company, CIA
Diary, cómo la Agencia logra desestabilizar y derrocar el gobierno de João
Goulart en Brasil. En febrero de 1964, P. Agee recibe instrucciones para
actuar, de Jim Noland, uno de sus superiores.
Pasé la noche en la casa de Jim Noland/…/
Noland fue asignado como jefe de la sección dedicada a Brasil, que forma parte
de la División del Hemisferio Occidental- un trabajo clave, ya que Brasil
continúa inclinándose a la izquierda con Goulart. Noland hizo varios viajes a
Brasil el año pasado y dice que, en realidad Brasil es el problema más serio
para nosotros en América Latina –aún más serio que Cuba, después de la crisis
de los misiles 15.
La CIA estuvo influyendo de manera impactante en
las elecciones de 1962 en Brasil, para lograr que, como en el caso de Allende,
J. Goulart no fuera electo. Para eso la Agencia canalizó de manera
ilegal, más de doce millones de dólares, operación que fue descubierta por el
Parlamento de Brasil. Esta acción clandestina de la CIA estaba teniendo efectos
indeseados para la Agencia, en el momento en que P. Agee es instruido por
Noland, en febrero de 1964.
Las operaciones en Brasil no estaban siendo
exitosas, ya que se había iniciado una investigación parlamentaria sobre la
operación masiva [de la CIA]en las elecciones de 1962, que empezó en mayo[de
1961]y que todavía continúa en la Corte. La investigación reveló que uno de los
principales agentes de las acciones encubiertas, para las operaciones
políticas, el Instituto Brasilero para la Acción Democrática [The Brazilian
Institute for Democratic Action, IBAD], y una organización vinculada a él,
llamada Acción Popular Democrática [Popular Democratic Action, ADEP] gastaron
durante la campaña electoral de 1962, al menos el equivalente a unos 12
millones de dólares/…/aunque posiblemente la suma podría ser mayor, y llegar a
los 20 millones. Los fondos de origen extranjero fueron empleados en 8 de los
11 comicios para elegir gobernadores de Estados, en 15 candidaturas para
elegir a los candidatos como senadores federales, 250 candidatos para los
diputados federales y alrededor de 600 candidatos para las legislaturas
estatales. Los resultados de las elecciones fueron mezclados, con candidatos
apoyados por la CIA, como gobernadores de San Pablo y Río Grande, ambos estados
clave, pero un izquierdista que apoyaba a Goulart, fue elegido como gobernador
del crítico estado del nordeste, Pernambuco/…/ La comisión que está
investigando en el parlamento está en cierto modo controlada [por la CIA] ya
que cinco de sus nueve miembros son, ellos mismos, receptores de los fondos de
IBAD y de ADEP- pero solamente la negativa del First National City Bank, el
Bank of Boston y el Royal Bank of Canada de descubrir la fuente
extranjera de los fondos depositados para IBAD y ADEP, ha evitado que
ellos sean descubiertos. A fines de agosto del año pasado, el presidente
Goulart decretó que ambos ADEP e IBAD fueran cerrados, y la investigación
parlamentaria sacó un informe concluyendo que ADEP e IBAD han tratado de
influir de manera ilegal en las elecciones de 1962 16.
Sería muy importante que se investigaran las
acciones clandestinas de la CIA, con motivo de las elecciones en Venezuela, y
que el gobierno determinara, de haber injerencia de los Estados Unidos a través
de su Agencia paramilitar, que se instruyeran las acciones legales
correspondientes. Esto impediría en el futuro que hechos similares se sigan
repitiendo sin castigo, con el consiguiente sufrimiento de todos los inocentes
que han sufrido las consecuencias. Es hora de que los Imperios se hagan
responsables de sus acciones y comiencen a someterse a las leyes de los países
libres y soberanos.
1 V. Marchetti y John D. Marks, The CIA and The
Cult of Intelligence, p.32-33; N. York, 1974. En 1958, Allen
Dulles, Director de la CIA, nombra a Richard Bissell como figura líder de los
Servicios Clandestinos de la Agencia (servicios paramilitares, que en realidad
se denominan “The Directorate of Plans”). Bissell fue el que dirigió y planeó
la Invasión a la Bahía de Cochinos a Cuba, en abril de 1961. Esta operación
culminó en un rotundo fracaso.
2 V. Marchetti
y J.D. Marks (1974:382, 387)
3
Braulio Martínez Zerpa, ¿Dónde salieron, abruptamente, 711.337 votos a favor de
Henrique Capriles Radonski? Aporrea, 17/04/2013 (www. aporrea.org)
4
Andrea Coa, Cómo nos robaron dos millones de votos, Aporrea, 15/04/2013(www. aporrea.org)
5 V. Marchetti
y J.D. Marks (1974:14-15) Traducción y énfasis de la autora.
6 El
“Comité 40” es el “panel interdepartamental responsable de dirigir las
operaciones encubiertas de alto riesgo de la CIA” .V. Marchetti y J.D. Marks
(1974:14)
7 V. Marchetti y J.D. Marks (1974:15)
8 V. Marchetti y J.D. Marks (1974:15-16)
9 V. Marchetti y J.D. Marks (1974:19-20)
10
John Mitchell era también miembro del Comité 40, junto con H. Kissinger.
11 Walter Isaacson, Kissinger, (1992: 288-89)
12 Walter Isaacson, Kissinger, (1992: 288-89)
13 Walter Isaacson, Kissinger, (1992: 288-89)
14Walter Isaacson, Kissinger, (1992: 290)
15 Philip Agee, Inside the Company, CIA Diary, 1976:
325, Bantam Books, N. York.
16
Philip Agee (1976: 325-26)
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