Tomado del blog IslaMía.
Por Norelys Morales.
El
rey Juan Carlos fue en los últimos años del franquismo y durante la transición
"el mejor informador de EE.UU." en busca del respaldo de Washington,
según revela el diario español Público.es basándose en cables diplomáticos
cedidos por WikiLeaks.
El
entonces príncipe de España informó a Washington con todo lujo de detalles de
la crisis cardíaca que sufrió el dictador Francisco Franco el 16 de octubre de
1975 y que lo puso al borde de la muerte, al tiempo que pidió ayuda a Wells
Stabler —embajador de EE.UU. en Madrid entre 1975 y 1978— para conseguir que el
dictador firmara la renuncia antes de fallecer pese a que en 1969 lo había sido
designado como sucesor, revela el diario.
Por
su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger, prohibió
rotundamente a Stabler que intercediera para evitar que se le relacionara con
el intento de derrocar al dictador, aunque sí preparó toda una lista de
mensajes de condolencia y de felicitaciones al príncipe que, un mes más tarde,
necesitaría tras la muerte de Franco.
Asimismo,
los cables muestran que EE.UU. estaba dispuesto a apoyar a Juan Carlos en el
camino hacia la democratización para evitar que “los comunistas y los
extremistas de todos los colores jugaran un papel determinante". "El
interés de EE.UU. reside en empujar a Juan Carlos a que dé un giro gradual,
pero de manera decidida y no demasiado lenta, hacia la democratización. Debemos
darle el apoyo que él claramente está pidiendo a EE.UU.", expresó Stabler,
a lo que Kissinger respondió que Washington "jugará un papel estabilizador
y de apoyo”.
No
obstante, la publicación sugiere que dicho respaldo no era gratuito. “Si Juan
Carlos pensó en algún momento que Washington estaría de su lado porque le
preocupaba la democratización de España pecaba de ingenuo”, destaca el diario,
subrayando que a finales de 1975 vencía el acuerdo sobre las bases militares
estadounidenses en España. “Si España no formaba parte de la Alianza, a lo que
se oponía la mayor parte de los países precisamente por ser una dictadura,
entonces los marines tendrían que hacer las maletas”, agrega.
Seguimiento
absoluto al rey
Las
políticas de Juan Carlos “abrían una puerta vital” para EE.UU., que podría
convencer más fácilmente a sus aliados de la OTAN de “la necesidad imperiosa de
acoger a España por ser la puerta al Mediterráneo”, sostiene publico.es. Según
revela un cable 'secreto' del 5 de noviembre Kissinger ordenó a su embajador
ante la OTAN reactivar las gestiones: "Es muy importante hacer énfasis en
las posibilidades que se abren ahora para Occidente para alentar la moderación
y las instituciones democráticas en la vida política española".
Para
asegurarse de que las cosas iban tal como EE.UU. esperaba, Stabler siguió muy
de cerca todos los movimientos del rey en 1976. Cuando, por ejemplo, el rey
confesó al embajador norteamericano que el ministro de Economía, Villar Mir,
estaba siendo un personaje problemático, porque “su retraso en elaborar un
programa económico" podía ser "perjudicial", Washington acogió a
una comitiva encabezada por el ministro para buscar el modo de mejorar la
situación financiera de España y renegociar la deuda externa.
Informes
de "grandísimo valor"
Henry
Kissinger reiteró varias veces a Stabler que sus contactos con Juan Carlos
“deben ser tratados con la mayor discreción”, ya que —aseguraba— “estos
informes tienen un grandísimo valor para EE.UU.”, razón por la que se
comprometió a hacer "lo que esté en nuestra mano para asegurarnos de que
en el futuro se manejen de manera apropiada". En otro mensaje, Kissinger
prohibió a sus embajadores en Marruecos, Mauritania y Argelia difundir "un
material tan sensible que puede poner en peligro el acceso a la fuente".
El
domingo pasado Wikileaks criticó al gobierno de EE.UU. por no desclasificar los
documentos públicos y ha creado un buscador para los 1,7 millones de documentos
de la era diplomática de Henry Kissinger, de 1973 a 1976, enfocados, sobre
todo, en sus actividades en Latinoamérica, sus relaciones con Franco y la
Familia Real y la Grecia de los coroneles.
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