Damasco, 29 abr (PL) Más de dos mil personas fueron
ejecutadas en Siria por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), de ellos más
de mil 300 civiles, desde que esta agrupación declaró la formación de un
califato en junio de 2014, destacan hoy medios digitales. Un informe publicado
la víspera por una organización no gubernamental y que hoy ocupa titulares en
la prensa local, reveló que la mayoría de las víctimas fueron fusilados o
decapitados, otros murieron degollados, lapidados, quemados vivos, crucificados
o lanzados desde la azotea de edificios ante el horror de los ciudadanos de
estas regiones.
Según el documento, se calcula que dos mil 154 personas
murieron bajo estos métodos crueles, de ellos mil 362 civiles y 520 oficiales y
miembros de las fuerzas armadas, aunque expertos plantean que las cifras son
conservadoras y pueden existir más víctimas.
Las ejecuciones reportadas tuvieron por escenario las
provincias de Raqqa, Hasaka, Alepo, Homs, Hama, Deir Ezzor y en la periferia de
esta capital, lugares donde hay presencia activa de grupo EI.
Entre los casos más significativos, se destaca la matanza de
930 miembros de la tribu Al Shuitat, en Deir Ezzor, después que estos se rebelaron
contra la presencia del Estado Islámico en sus predios.
Además se contabilizan 137 ejecutados, integrantes de grupos
extremistas de corte takfirista, entre ellos rebeldes del Frente al Nusra
-brazo armado de Al-Qaeda en Siria- y de otras bandas terroristas, así como
milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular.
El grupo Estado Islámico mantiene rivalidad con muchas de
las bandas armadas antigubernamentales que operan en territorio sirio, con
quienes mantienen combates y obligan a salir de sus zonas de operaciones.
Según el documento divulgado este martes, 126 integrantes
del EI también fueron ejecutados, después de ser acusados de espiar para otros
o al ser capturados cuando intentaban huir de Siria.
El informe no incluye en la lista de ejecutados a los cinco
periodistas y dos colaboradores extranjeros decapitados, entre ellos
estadounidenses, británicos y japoneses, ni al piloto jordano Muad Kasaesbe,
que fue quemado vivo en una jaula, después de ser capturado al caer su avión a
tierra en febrero pasado.
Siria no es el único país en el que el grupo terrorista Estado
islámico está ejecutando civiles, y se han reportado asesinatos en Egipto,
Libia e Iraq.
tgj/mfm
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