He leído un buen artículo de Marcos
Torres, “El
Imperialismo y la teoría del gato-boca-arriba”, donde comenta los
últimos cambios que se están dando en países del cono sur de América Latina,
donde la derecha ha vuelto a tomar espacios que habían sido alcanzados, con
mucho esfuerzo y sacrificios, por fuerzas de izquierda. Espacios donde los
mayoritarios sectores sociales más oprimidos y perjudicados lograron alcanzar
derechos hasta el entonces negados.
Su artículo se refiere al retroceso en Argentina, con el ascenso
de Mauricio Macri al poder; por la llegada de la derecha venezolana a la
cabecera de la Asamblea Nacional; por el rechazo de los bolivianos al
referéndum que posibilitaba otra postulación de Evo Morales a
elecciones y de los ataques políticos contra Lula y Dilma en Brasil.
Sin embargo, como Marcos esboza, el capitalismo tiene un gran
poder mutacional para regenerar sus estructuras y enfocar sus objetivos en
derrocar a todos los gobiernos “molestos”, principalmente porque no siguen sus
dictados.
Pero, ¿Por qué la derecha, servil al imperialismo
norteamericano y a los poderes económicos europeos, vuelve a ganar espacio?
El propio Comandante Fidel
Castro alertó que sólo nosotros mismos seríamos quienes dejemos caer la
Revolución si no estamos alertas, preparados y firmes. El imperialismo sabe que
por la fuerza no puede aplicar sus doctrinas de dominación contra Cuba o
Venezuela, como aplica contra Siria hoy en día a través de la complicidad
directa de la OTAN… tampoco puede hacerlo contra Rusia ni contra China (dos
rivales fuertes económica y militarmente)… mucho menos ahora China que su
moneda se ha convertido en la referencia de reserva internacional, según
declaración del FMI (esto EEUU lo encuentra como una amenaza directa a sus
intereses de dominación global); pero no deja de crear argucias para revertir
esto.
Por eso enfatizan mucho en que no
tengamos al pasado como referencia, porque quieren seguir montando el chiringo
de manera que la explotación que han impuesto por siglos a nuestros pueblos
vuelva a instaurarse (de una manera más sofisticada, pero al final es eso:
explotación y subyugación).
Desean eso, que perdamos
nuestra cultura autóctona, nuestra experiencia de lucha y resistencia, la
historia emancipadora y ese martirologio que ha ayudado a crear consciencia de
clase, política, de formación ideológica.
Es natural que el imperialismo y sus
instrumentos muevan todos sus hilos para revertir los procesos de
transformación que se dieron en América Latina_ Han perdido su traspatio_ el
otrora antro del juego, lavado de dinero, tráfico de drogas y humano, mano de
obra barata, productor de recursos naturales, etc.
¿Por qué se tuercen los caminos hacia
la derecha? Las Revoluciones tienen que adaptarse a los vertiginosos cambios
internos y externos, con poco tiempo para afrontar todos los frentes y con
pocos recursos en sus manos (ya que la mayoría estuvo o está aún en las
privadas), crear un sistema de salud o educacional gratuito no es suficiente
para posibilitar bienestar en la sociedad; hay otras necesidades y garantías
que hacen falta y se aspiran a tener por la población. El sector privado
prefiere “perder” ingresos temporales si con ellos provoca el derogar todas las
medidas de beneficio social, por eso pone palos en las ruedas con
acaparamientos, lentitud en gestiones, centrarse en financiar la oposición
mercenaria, inyectar recursos financieros en los medios de (des)información, en
crear obstáculos al cumplimiento de las medidas sociales.
El imperialismo yanqui ayuda con
financiamiento, asesoramiento, instrucción, etc. Por medio de la creación de
“Organizaciones No Gubernamentales” (se ha visto con la USAID, NED o IRI) que
dicen tener como objetivo crear “oportunidades” en sectores más desfavorables,
pero el objetivo principal es subvertir ideológicamente con momentáneas
facilidades que aparenten ser deficiencias gubernamentales.
A todo esto está la incultura que crean
los grandes monopolios mediáticos con sus constantes bombardeos de
desinformaciones, tergiversaciones, manipulaciones, falsas acusaciones,
campañas de descrédito, alta publicidad a nuevas figuras de la oposición a
través de sus espacios en la prensa, uso de un lenguaje cuidadosamente
estudiado para llegar a los sectores con menos interés, cultura o tiempo de
análisis de la realidad del contexto.
Pero no puede obviarse que la penetración
en las filas de izquierda, la aún deficiente comunicación entre las fuerzas
progresistas y la deficiente visión objetiva de los intereses nacionales y
antiimperialistas provoca lamentables fragmentaciones que conllevan a
descalabros políticos a mediano y largo plazo… muchos levantan una bandera con
el Che, pero muy pocos entienden sus palabras: “Si fuéramos capaces de unirnos,
qué hermoso y que cercano sería el futuro”.
Cabe preguntarse… ¿Nos ha traído
desarrollo el capitalismo? El penoso desarrollo tecnológico e industrial que
establecen en nuestros pueblos es para succionar fácilmente las materias primas
de nuestros suelos para la industria automovilística o la construcción (entre
muchos ejemplos), de tener una mano de obra barata donde se confeccionen los
grandes “adelantos” a menos costes (ropa, zapatos, celulares, relojes, cables
de fibras ópticas, ordenadores, etc.), donde las exportaciones desde nuestros
países se someten a altos gravámenes mientras que las importaciones de los
poderosos se exoneran de estos impuestos y la “facilidad” de becas posibilita
el robo de cerebros como un puntal para el desarrollo en el primer mundo.
Pero el capitalismo está para crear borregos que se encandilen con
lentejuelas… lástima que estos que se pliegan y se vuelven serviles no tengan
visión suficiente para darse cuenta que todo lo que venga de la derechista
burguesía y del imperialismo no tienen sanos trasfondos, simplemente obnubilar
mentes, crear desarraigo y que la enajenación sea el espacio perfecto para seguir
explotando sin escapar del conformismo: “el mundo es así porque sí”. ¡Error!
Levantemos al Che en cada uno de nuestros actos: “…todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente
se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de
movilización.”
He leído un buen artículo de Marcos
Torres, “El
Imperialismo y la teoría del gato-boca-arriba”, donde comenta los
últimos cambios que se están dando en países del cono sur de América Latina,
donde la derecha ha vuelto a tomar espacios que habían sido alcanzados, con
mucho esfuerzo y sacrificios, por fuerzas de izquierda. Espacios donde los
mayoritarios sectores sociales más oprimidos y perjudicados lograron alcanzar
derechos hasta el entonces negados.
Su artículo se refiere al retroceso en Argentina, con el ascenso
de Mauricio Macri al poder; por la llegada de la derecha venezolana a la
cabecera de la Asamblea Nacional; por el rechazo de los bolivianos al
referéndum que posibilitaba otra postulación de Evo Morales a
elecciones y de los ataques políticos contra Lula y Dilma en Brasil.
Sin embargo, como Marcos esboza, el capitalismo tiene un gran
poder mutacional para regenerar sus estructuras y enfocar sus objetivos en
derrocar a todos los gobiernos “molestos”, principalmente porque no siguen sus
dictados.
Por eso enfatizan mucho en que no
tengamos al pasado como referencia, porque quieren seguir montando el chiringo
de manera que la explotación que han impuesto por siglos a nuestros pueblos
vuelva a instaurarse (de una manera más sofisticada, pero al final es eso:
explotación y subyugación).
Es natural que el imperialismo y sus
instrumentos muevan todos sus hilos para revertir los procesos de
transformación que se dieron en América Latina_ Han perdido su traspatio_ el
otrora antro del juego, lavado de dinero, tráfico de drogas y humano, mano de
obra barata, productor de recursos naturales, etc.
¿Por qué se tuercen los caminos hacia
la derecha? Las Revoluciones tienen que adaptarse a los vertiginosos cambios
internos y externos, con poco tiempo para afrontar todos los frentes y con
pocos recursos en sus manos (ya que la mayoría estuvo o está aún en las
privadas), crear un sistema de salud o educacional gratuito no es suficiente
para posibilitar bienestar en la sociedad; hay otras necesidades y garantías
que hacen falta y se aspiran a tener por la población. El sector privado
prefiere “perder” ingresos temporales si con ellos provoca el derogar todas las
medidas de beneficio social, por eso pone palos en las ruedas con
acaparamientos, lentitud en gestiones, centrarse en financiar la oposición
mercenaria, inyectar recursos financieros en los medios de (des)información, en
crear obstáculos al cumplimiento de las medidas sociales.
El imperialismo yanqui ayuda con
financiamiento, asesoramiento, instrucción, etc. Por medio de la creación de
“Organizaciones No Gubernamentales” (se ha visto con la USAID, NED o IRI) que
dicen tener como objetivo crear “oportunidades” en sectores más desfavorables,
pero el objetivo principal es subvertir ideológicamente con momentáneas
facilidades que aparenten ser deficiencias gubernamentales.
A todo esto está la incultura que crean
los grandes monopolios mediáticos con sus constantes bombardeos de
desinformaciones, tergiversaciones, manipulaciones, falsas acusaciones,
campañas de descrédito, alta publicidad a nuevas figuras de la oposición a
través de sus espacios en la prensa, uso de un lenguaje cuidadosamente
estudiado para llegar a los sectores con menos interés, cultura o tiempo de
análisis de la realidad del contexto.
Pero no puede obviarse que la penetración
en las filas de izquierda, la aún deficiente comunicación entre las fuerzas
progresistas y la deficiente visión objetiva de los intereses nacionales y
antiimperialistas provoca lamentables fragmentaciones que conllevan a
descalabros políticos a mediano y largo plazo… muchos levantan una bandera con
el Che, pero muy pocos entienden sus palabras: “Si fuéramos capaces de unirnos,
qué hermoso y que cercano sería el futuro”.
Cabe preguntarse… ¿Nos ha traído
desarrollo el capitalismo? El penoso desarrollo tecnológico e industrial que
establecen en nuestros pueblos es para succionar fácilmente las materias primas
de nuestros suelos para la industria automovilística o la construcción (entre
muchos ejemplos), de tener una mano de obra barata donde se confeccionen los
grandes “adelantos” a menos costes (ropa, zapatos, celulares, relojes, cables
de fibras ópticas, ordenadores, etc.), donde las exportaciones desde nuestros
países se someten a altos gravámenes mientras que las importaciones de los
poderosos se exoneran de estos impuestos y la “facilidad” de becas posibilita
el robo de cerebros como un puntal para el desarrollo en el primer mundo.
Es gratificante ver como los buenos revolucionarios comprenden la realidad que estamos viviendo. Es gratificante luchar y ver resultados como estos. Sigamos adelante compañero luchando contra la ignorancia, pero también contra los dogmas insanos. ¡Vivan las revoluciones!
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