Miriam Montes Mock junto a su prima Ana Belén |
Tomado de Isla Mía
Por Norelys
Morales Aguilera.
El 16 de octubre de 2002 Ana Belén
Montes leyó una declaración contundente y estremecedora en la corte Federal de
Estados Unidos, que explica sus convicciones y el riesgo que asumió al proteger
al pueblo cubano:
"Mi mayor
deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba.
Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que
abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La
Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.
Hoy vemos más
claro que nunca que la intolerancia y el odio – por individuos o gobiernos- lo
único que disemina es dolor y sufrimiento. Yo espero que Estados Unidos
desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política
que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación quiere ser tratada con
dignidad y no con desprecio."[1]
Ana recibió una condena de 25 años de prisión, que cumple en
virtual aislamiento en el Federal Medical Center en Carswell, Fort Worth,
Texas. por entregarle a Cuba "información clasificada para que
pudiera defenderse". Antes de su arresto, en Septiembre del 2001, Ana
Belén era analista de primera categoría en la Agencia de Inteligencia para la
Defensa, en el Pentágono. Su especialidad era Cuba.
La propaganda política de Estados Unidos ha
tejido una nueva leyenda negra, sin que sus motivaciones altruistas sean
dichas, tal como hizo el periódico The Washington Post en 2013 para presentarla
al público estadounidense: “Ana Montes did much harm spying for Cuba.
Chances are, you haven’t heard of her” [2].
En dicho trabajo, son repetidas las matrices
de opinión desarrolladas, unos años antes, por un eufórico
"cazador de espías", Scott W. Carmichael, “True Believer: Inside the
Investigation and Capture of Ana Montes, Cuba's Master Spy”, en 2009 ( “El
verdadero creyente. Interioridades de la investigación y captura de Ana Belén
Montes, experta espía cubana”) [3]
Miriam Montes, en reclamo por la libertad de Oscar López Rivera |
Pocos se han atrevido a denunciar las condiciones carcelarias
que el sistema deparó para Ana, en una cárcel de máxima seguridad, aislada y
repudiada por sus familiares más allegados. Sin embargo, cuando ha cumplido ya
14 años de su condena en condiciones de aislamiento y represión, en Puerto
Rico, su prima hermana, Miriam Montes Mock, novelista y comunicadora, se ha
dado a la tarea de organizar una Mesa de Trabajo por Ana Belén Montes con
el propósito de luchar por su pronta excarcelación.
La gesta de Ana es explicada por Miriam a la
periodista Norma Valle @nvalleferrer de
Radio Universidad de Puerto Rico [4], que
entrevistó a Miriam @miriamontesmock sobre
su casi desconocida prima. En el programa se divulga la vida antes y después de
su condena, su trabajo, sus lecturas, su familia. Y qué puede hacerse por ella.
Este es el estremecedor y explicativo testimonio, que debemos
agradecer profundamente, como personas solidarias. Los puertoriqueños Ana Belén
Montes y Oscar Rivera no deben ser olvidados.
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