Por Marcos Torres.
Confieso que no quería seguir escribiendo por hoy, pero después de leer el artículo que se han gastado en “ElNuevoHerald.com” sobre declaraciones que realizara el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, en la cumbre por “Concordia con Americas Society/Council of the Americas”, en el Miami Dade Collage el día de ayer 12 de mayo, me han entrado ganas de seguir el combate.
La sarta de estupideces comienza con la aclaración del propio Aznar de que “aunque no se opone al embargo es partidario de una Cuba libre”, pero más adelante plantea que “Nunca he sido partidario del embargo, de lo que he sido partidario es de que Cuba sea libre”. Esto no necesita explicación alguna: Aznar… bueno… es Aznar.
Más adelante, criticó duramente la política de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los EEUU, manifestando entre otras sandeces que: “Creo que se ha perdido una manera de condicionar ese restablecimiento”. Es lógico que este señor considere la necesidad de presionar a Cuba en su mente anquilosada, puesto que durante su mandato en España, intentó ejercer presión sobre el gobierno revolucionario de nuestra Isla en varias oportunidades y sencillamente le respondimos como 1868 y 1895: con el machete en alto. Na’, que se le quedó la espinita clavá’ en corazón y cada vez que tiene oportunidad se acuerda… y la fiera herida es así… traicionera.
Invocó en su intervención que las relaciones de Cuba para con Venezuela, tienen un carácter de intervención, tildando estas de “cubanización alarmante”. Me siento en el deber de aclararle que su incapacidad neuronal no le permite observar lo que es una relación cordial, amistosa, solidaria y respetable, aunque habría que ver que entiende el por relaciones normales entre estados, ya que durante el tiempo en el cual estuvo presidiendo en gobierno español, se podría decir que fue el período donde se demostró el servilismo de este personaje (Aznar) al presidente de los EEUU de ese entonces: el paladín del “terror” George W. Bush.
Me permito recordarle a Aznar que durante su mandato se sentaron las bases de la actual crisis económica que azota la España de hoy, que todavía están saliendo a la palestra pública “papeles” que lo implican en corrupción administrativa y política, y que fue el período en el cual un presidente español (después de Franco, Felipe y ahora Rajoy) ha sido menos popular y aceptado por toda la sociedad.
Resulta ser que ahora quiere venir a dar lecciones de democracia y se atreve (a riesgo de que lo puedan calificar de “tarugo”) de que: “No quiero nada para Cuba que no quiera para mi país, y para mi país quiero un país libre y democrático”. Lo que entiende como “libre” y “democrático” es cosa de los neurocientíficos que a nivel internacional tratan de buscar explicaciones plausibles a las sandeces que suelta el “playboy” Aznar (Si, no se asombren. En las redes aparecen fotos muy “sexis” del abdomen de Aznar en una playa).
Pero entre col y col, lechuga ¿no?
También habló de Brasil y dijo por lo claro que: “Es un proceso plenamente constitucional y por lo tanto cualquier apelación a oponerse de manera no democrática a las decisiones democráticas del Congreso, del Senado democrático, es preocupante”. Nos queda claro lo de “democrático”.
Con relación a Donald Trump manifestó que su candidatura “es una muestra de cómo el populismo había llegado a los EEUU” y agregó que “no deja de ser realmente un acontecimiento histórico la aparición de este populismo en Estados Unidos” (¡¡¡¡¿¿¿¿DÓNDE LOS FABRICAN????!!!!! ¡Seguro en el mismo lugar donde hicieron a Bush, a Trump y a Rajoy!)
En la reunión también estaban Sebatián Piñera (ex presidente de Chile) y Álvaro Uribe (ex presidente de Colombia), por lo que sospecho que lejos de ser una peña de “líderes mundiales” se haya convertido, literalmente, en aquelarre (palos de escoba incluidos).
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