jueves, 17 de septiembre de 2015

Carta de un cubano a Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Foto tomada de internet



Puede que no le obnubile su ingenuidad; pero sí su incongruencia.
El 27 de abril de 2013, en el programa Fort Apache, el actual secretario General de Podemos, Pablo Manuel Iglesias Turrión, conocido como Pablo Iglesias, comentaba en el programa “Y en eso llegó Fidel, pasado y presente de la Revolución Cubana” que el proceso socialista cubano y sus dirigentes históricos, como Fidel Castro, ya “perdieron parte de su sex-appeal”.
¿Pablo, dijiste sex-appeal?
¿Pablo, cómo puedes insinuar que la Revolución cubana y sus dirigentes han sido exhibicionistas de revista de modas de época, jugando con radicalismos políticos a costa de la “Guerra Fría”, sólo para deslumbrar a lo “sex-appeal”?
Tales palabras del actualmente Eurodiputado de Podemos, en ese programa, sólo profundizan el agujero negro del desconocimiento existente sobre la Revolución cubana, posando como “erudito” académico que menciona la famosa “Guerra Fría”, pero deja en la nebulosa cómo la misma se aplicó contra Cuba: interminables campañas mediáticas de grandes medios, subversión ideológica de grupúsculos de mercenarios y vende-patrias financiados por el gobierno de Estados Unidos (a la cual se sumó la Unión Europea) o el mal llamado “embargo” para camuflar el genocida BLOQUEO económico, financiero y comercial impuesto desde hace 56 años contra el pueblo cubano; así como programas (de Guerra, pero no tan Fría) de agresiones bacteriológicas, asesinatos de pobladores costeros y pescadores, secuestro de embarcaciones y aeronaves, bombas en hoteles u aviones y un largo etcétera de actividades criminales que bajo el paraguas de grandes mentiras, siguen tratando de exponer como si fuese Cuba la terrorista o la violadora de DDHH. 
Pablo Iglesias, muy a pesar de haber sido un “ilustre” profesor de la Universidad Complutense de Madrid, es natural que usted no alcance a ver más allá de la punta de su nariz cuando expresó en su programa: “A Cuba le toca renovarse y reinventarse en un contexto en que la izquierda latinoamericana disfruta de sus éxitos políticos y sociales, respetando y admirando a Cuba y a su historia, pero sin asumirla ya como modelo.”
Tal expresión deja al descubierto que el sistema capitalista de educación a través el cual usted se graduó en la Licenciatura de Ciencias Políticas, le ha abierto igualmente un gran agujero negro al desconocer los cimientos del ideario martiano que sustentan a la Revolución cubana: “Las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar. Se es bueno porque sí; y porque allá dentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien, o se ha dicho algo útil a los demás. Eso es mejor que ser príncipe: ser útil.” (1)
En cada paso dado desde los mismos inicios, el proceso revolucionario cubano ha demostrado su gran capacidad humanista, la cual aún sigue poniendo en práctica con innumerables ejemplos de solidaridad, sin con ello tener como objetivo ansias de protagonismos o jactancia de absurdas loas.
¿Pablo, quién le ha sembrado la idea de que Cuba se erigía como “modelo” para alguien?
Al parecer, su paso por Cambridge, EEUU, para estudiar en el Centre of Latin American Studies, no le aportó luces e iniciativas; pero debería buscar el discurso de Fidel Castro, en la Plaza de la Revolución, el 4 de Febrero de 1962, cuando hablando de las pretensiones imperialistas y sus lacayos expresó:
 “Cuba duele de manera especial a los imperialistas."
 “(…)
 “No el miedo a la Revolución Cubana; el miedo a la revolución latinoamericana.  No el miedo a los obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y sectores progresistas de las capas medias que han tomado revolucionariamente el poder en Cuba, sino el miedo a que los obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y sectores progresistas de las capas medias tomen revolucionariamente el poder en los pueblos oprimidos, hambrientos y explotados por los monopolios yanki y la oligarquía reaccionaria de América; el miedo a que los pueblos saqueados del continente arrebaten las armas a sus opresoras y se declaren, como Cuba, pueblos libres de América.
 “Aplastando la Revolución Cubana, creen disipar el miedo que los atormenta, el fantasma de la revolución que los amenaza.
 “Liquidando a la Revolución Cubana, creen liquidar el espíritu revolucionario de los pueblos.  Pretenden, en su delirio, que Cuba es exportadora de revoluciones.  En sus mentes de negociantes y usureros insomnes cabe la idea de que las revoluciones se pueden comprar o vender, alquilar, prestar, exportar o importar como una mercancía más.  Ignorantes de las leyes objetivas que rigen el desarrollo de las sociedades humanas, creen que sus regímenes monopolistas, capitalistas y semifeudales son eternos.
 “(…)
 “Pero el desarrollo de la historia, la marcha ascendente de la humanidad, no se detiene ni puede detenerse.  Las fuerzas que impulsan a los pueblos —que son los verdaderos constructores de la historia—, determinadas por las condiciones materiales de su existencia y la aspiración a metas superiores de bienestar y libertad, que surgen cuando el progreso del hombre en el campo de la ciencia, de la técnica y de la cultura lo hacen posible, son superiores a la voluntad y al terror que  desatan las oligarquías dominantes.
 Las condiciones subjetivas de cada país —es decir, el factor conciencia, organización, dirección— pueden acelerar o retrasar la revolución según su mayor o menor grado de desarrollo; pero tarde o temprano, en cada época histórica, cuando las condiciones objetivas maduran, la conciencia se adquiere, la organización se logra, la dirección surge y la revolución se produce.”
¿Pablo Iglesias, le duele a usted la Revolución cubana por algún tipo de incapacidad de alcanzar logros parecidos o por volverse usted otro instrumento de ataque?
En más de una ocasión los líderes históricos de la Revolución cubana han dejado bien claro que cada cual debe trazarse su propio camino; por lo tanto, Cuba no se erige “modelo” para nadie.
Igualmente, creer que la Revolución cubana se ha mantenido anquilosada, inmóvil y con esquemáticas políticas sociales y económicas ancladas en los esos días de la “Guerra Fría” (que usted insinuó que terminó), es volverse un eco de la retórica contra Cuba, desconociendo que la educación, la consulta popular y la participación activa del pueblo han sido instrumentos fundamentales en la consciencia y resistencia del pueblo cubano en cada etapa vivida. De igual forma, la misma existencia de la Revolución a más de medio siglo de agresiones, es muestra de la inteligencia de sus dirigentes y pueblo. Esto demuestra su constante adecuación al contexto histórico, sin con ello traicionar principios ni conquistas. Cuando otros con mayores posibilidades económicas se debilitaron y se desmerengaron, la Revolución cubana mantiene firme el camino, con gran humildad compartiendo lo que tiene y sin traicionar a su pueblo o al resto de los pueblos del mundo.
Pablo Iglesias, en el programa Fort Apache del 31 de enero de 2015, titulado “Cuba: Bienvenido Mr. Obama”, comentando las palabras del presidente estadounidense en su alocución, el 17 de diciembre de 2014, mencionó que “era una paradójica que Obama hiciese algo en interés de los Estados Unidos, pero que el pueblo cubano estuviese contento”. Veo que como catedrático y líder de Podemos, no comprende que la alegría del pueblo cubano no se basa en odio alguno contra el pueblo estadounidense o por la estructura política o práctica gubernamental que se decida allí, por lo tanto no importa si la apertura de relaciones entre ambos países conlleve beneficios al pueblo norteamericano: si es así, ¡Mejor! Pero las cubanas y cubanos nos alegramos porque esto facilita un acercamiento entre ambos pueblos, lo cual puede conllevar a que la propia población estadounidense despierte y puje por la finalización de esa política de agresiones que aún persiste en la práctica imperialista y que tanto daño ha ocasionado a la economía y pueblo cubanos.
¿Será difícil de comprender eso por usted?
Así mismo, en el mismo programa, usted vuelve a insistir, después de dos años, en el minuto 16:28, en que “Cuba fue durante muchos años una referencia para muchos países latinoamericanos, pero hace mucho tiempo que dejó de serlo”.
¿No fue Raúl Castro presentado con gran júbilo y recibido con gran ovación cuando entró en la instalación conocida como Soccer City, Sudáfrica, en las ceremonias funerales en honor al líder Nelson Mandela, en diciembre del 2013? El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, reconoció el importantísimo papel que jugó Cuba al decir en su discurso: “Doy las gracias al presidente Raúl Castro y a su delegación por haber venido a compartir este dolor con nosotros. Sin Cuba, como nuestro viejo amigo, la historia moderna de Sudáfrica no estaría completa”.
¿No fueron los presidentes de varios países de América Latina los que forzaron a la Organización de Estados Americanos (instrumento imperialista de dominación) y al propio gobierno de Estados Unidos a que aceptaran la presencia de Cuba en sus Cumbres?
¿No felicitó recientemente a Cuba por sus continuos logros el doctor Gerardo Cas­tellanos, jefe de la unidad de Enfer­medades Desatendidas, Trans­mitidas  por vectores y Tropicales de las organizaciones Panameri­cana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Washington?

¿No aprobó recientemente el Parlamento de Honduras un decreto orientado a otorgar un reconocimiento a Fidel Castro y al pueblo cubano por los aportes a la educación y salud de la nación centroamericana?
¿No será por lo que representa Cuba para América latina y los pueblos del mundo, que el señor presidente Barack Obama se vio en la obligación de reformular la política hacia Cuba; aunque sea para asaltarla con lentejuelas mientras conspira cómo envenenarla suavemente?
Pablo Iglesias, le reitero, Cuba nunca se ha erigido como “modelo” para otros países; pero sigue siendo un faro de lucha y resistencia para los pueblos del mundo que reconocen en la Revolución su lucha antiimperialista y la obra humanitaria construida y puesta en práctica, muy a pesar del bloqueo y las agresiones del imperialismo y sus lacayos.
Hay muchísimos más ejemplos recientes que se pueden mencionar sobre la vigencia que sigue teniendo Cuba, su Revolución socialista y el desempeño del pueblo cubano, pero para mencionarlos todos se podrían llenar decenas de decenas de cuartillas. Algo con lo que ningún otro país, seguramente podría compararse. Y no es alarde mío por defender nuestro socialismo y cree en el camino de la construcción de un mundo mejor: el comunismo; sino es la realidad palpable de un pequeñito trozo de tierra en el Caribe, con un pueblo que alberga un corazón pleno de nobleza y lo pone a disposición de las causas justas.
A la periodista Andreas Benitez Dumount le sugiero informarse que la medida disciplinaria de sustitución del cargo de Ministro de Exterior a Roberto Robaina, no fue una perreta burocrática del gobierno de Cuba, sino el resultado de ver mancillada, por el abuso de poder en el desempeño del cargo, la confianza depositada en esa capacidad de liderazgo mostrada por Robaina.
Pablo Iglesias, le regalo otra frase de José Martí, Apóstol de la Revolución cubana: La gloria no cede a los amantes bruscos que corren tras ella y la fatigan, sino a los amantes dignos que la respetan e intentan ganarse su afecto por sus altas obras.” (2)
Con un simple análisis de las palabras de un politólogo como usted, Pablo Iglesias, sólo quedaría preguntarle ¿Cree usted que Fidel Castro ha perdido realmente su papel de faro frente a los ojos de los pueblos (que usted tuerce a llamar “sex-appeal”), siendo Fidel un hombre de inquebrantable convicción antiimperialista, crítico acérrimo de toda manifestación de colonialismo o hegemonía imperialista, político defensor de las causas nobles de los pueblos, consciente de su papel en cada momento y sin dogmas de existencia eterna, sabiendo dar paso a cada generación de cubanos, desprendido de toda ansia de cumplidos por conocer que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz; quien ha inculcado con su ejemplo al resto de compañeras y compañeros valiosos que dignamente estuvieron o se encuentran hoy en los diferentes cargos de dirección del país; siendo el hombre más espiado del mundo, con un record de más de 600 intentos de asesinatos por lo que ha hecho y representa y siendo el principal arquitecto de numerosos programas de solidaridad internacionalista y unidad entre pueblos hermanos? 
¡Vamos, Pablo! Eso sólo nos conduce a deducir que usted siente una inmadura envidia por quien ha sabido conquistar con ejemplo la admiración de los pueblos. De hacer un balance, usted sólo tiene la coleta, la verborrea de un discursillo inestable y la idea robada a partir del 15M para crear a Podemos.
Cada palabra suya intentando aseverar que la Revolución cubana “ya no es un modelo”, sólo le ubica al mismo nivel de la prensa rosa, del chismorreo mediático de esos payasos capitalistas que se ganan la vida con difamaciones y especulaciones, hurgando en la basura del embuste.
Le recuerdo, Pablo Iglesias, que la Revolución cubana no es un objeto mercantil, un fenómeno insípido de cocina o un grupúsculo de freakies; para los pueblos y para nosotros la Revolución cubana es también cada cubana y cubano; porque somos quienes la sustentamos, la enriquecemos, la desarrollamos y la defendemos a ultranza. Por tanto, son ofensivas sus palabras.
Pablo Iglesias, si algo le molesta, lo cual le empuja, a formular esas alusiones sobre la “pérdida” de ese… “sex-appeal” que dice tuvo la Revolución cubana y sus líderes históricos; pues simplemente aproveche y tiña su coleta, póngase aretes y desfile para Vogue en un Madrid Fashion Week… quizás con eso se le pase ese celo que se vuelve un enfermizo neurotismo mental.
Firma,
Gustavo de la Torre Morales



Apuntes:
(1)           La Edad de Oro, septiembre/1889; Tomo 18, Pág. 455
(2)           La opinión Nacional, Venezuela, 22/febrero/1882; Tomo 14, Pág. 363

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...