Por Víctor Andrés Gómez Rodríguez.
Pese a
todas esas leyendas massmediáticas escuchadas durante el último cuarto de siglo
hay dos anécdotas que difícilmente podría olvidar: la que semantiza al
expresidente estadounidense Gerald Ford como un subnormal incapaz de eructar y
emitir un pedo al mismo tiempo; y la que cuenta el presidente de la UNEAC
Miguel Barnet acerca de la respuesta que un funcionario estadounidense le dio a
su pregunta de por qué la política angloestadounidense odiaba tanto a Fidel
Castro: “los EEUU están acostumbrados a tratar con perdedores y Fidel es un
ganador”.
De ahí que, sin pretender un “dual meet” no estaría demás
establecer que:
. El gobierno de Barack Hussein Obama tiene previsto, en tanto
coordinador del Estado Profundo angloestadounidense, llevar el actual proceso
de normalización de las relaciones bilaterales entre los EEUU y Cuba solo hasta
el nivel de embajadas abiertas en las capitales políticas de ambos países; sin
designar un embajador suyo en La Habana ¿para qué desperdiciarlo por ahora?
Hasta ahí “las clases”. La parafernalia de su visita en marzo a la capital de
la isla no es sino parte del show.
. El proceso que antecedió al 17D que incluyó a la liberación del
resto de los 5 Héroes Cubanos Antiimperialistas, injustamente encarcelados en
los EEUU a cambio del contratista Allan Gross y la participación de la Iglesia
Católica cubana y el Papa Francisco I con que iniciar ese proceso de
normalización, así como el “borrado” de Cuba de esa infame lista yanqui de
países terroristas era una condición sine qua non para destrabar al arranque de
esa “normalización”.
. Se ha conversado mucho de ambas partes; se ha agitado la maraca
intensamente sin que pase esencialmente de ser un estado de “muela (salto) de
fe”; quizás haciendo tiempo para que Hilary Rodman Clinton acceda a la Casa
Blanca y comience a mover fichas estratégicas con el objetivo, entre otros, de
convertir a Cuba en “hueso para sopa”, mientras aceleran el desplazamiento de
la región hacia una zona (ultra) derecha que permita el desguace del gobierno bolivariano
de Venezuela, el estado catatónico necesario para que el Mercosur se
desintegre; lo que conjuntamente con los elementos utilizados de la llamada
guerra no convencional contra la revolución en Venezuela se creen las
condiciones para invadirla sin correr los riesgos históricos que llevaron a la
memorable derrota de Playa Girón en 1961. Algo harto complicado de
materializar, sin antes desarmar a la guerrilla colombiana. Es decir, virar al
revés los reales objetivos del proceso de paz en ese país que guarda una seria
cantidad de bases militares angloestadounidenses. De paso malversar los
propósitos del gobierno revolucionario en su rol de país garante de ese proceso
de paz entre la guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos.
. Con independencia del papel jugado por el cardenal Ortega y el
Papa Francisco I para el proceso de normalización (posible) de las relaciones
bilaterales entre los EEUU y Cuba, la semantización que el gobierno
estadounidense les da a estos participantes es el de “acelerantes” de los
“cambios” que ellos esperan deban acontecer dentro de Cuba en un tiempo
político lo más corto posible. La pasarela de los referentes de la cultura
masiva hegemónica angloestadounidense continua muy activa; hace un par de días
Madonna se apareció en la Habana, dizque para celebrar el cumpleaños de una de
sus hijas. Solo que los avatares de la Olimpiada de Rio de Janeiro han
soslayado sensiblemente tal “acontecimiento”.
. Cuba es un piñón atragantado en el gaznate de la geopolítica
angloestadounidense desde hace más de medio siglo; el actual cambio de método
con que lograr los mismos fines históricos contra Cuba y el resto de la región,
no es ya el establecimiento simple del llamado “caos constructivo de Brzezinski”i(1).
Sino la continuidad aggiornada del mismo Plan Cóndor obra de Kissinger-
Brzezinski desde finales de los sesenta del siglo veinte. Y el intento de
continuidad de aquella “guerra fría” porque los gobiernos estadounidenses no se
caracterizan por ser tan “creativos”.
. No se ha prestado suficiente atención a la llamada GNC (guerra
no convencional) implementada por la política yanqui a nivel global. La Habana
nunca dejó de estar colimada por dicha GNC incluso dentro del mismo proceso de
normalización de marras.
. Lo que algunos denominan estrategia de Putin en el Caribe está
lejos de ser la consecuencia de un duelo de vaqueros del oeste entre las
políticas de Moscú y Washington, sino precisamente una reacción disuasiva por
parte de Moscú y Beijín contra la hegemonía angloestadounidense y sus adláteres
como la OTAN la UE; desde la reacción del ascenso de Rusia como plaza jamás
tomada por una ofensiva imperialista, por una parte; y el de China al puesto de
potencia económica y comercial mundial. ¡Vamos! Que el “chavito” del dólar
estadounidense está cada día más cerca de equivaler a rollo de papel higiénico.
La porción de Estado Profundo angloestadounidense que externalizó a la misma
economía productiva local hace un tiempo comienza a pagar el diezmo que le
cobra la tendencia al rentismo improductivo que hoy soporta a esa acumulación
social particular de capital. El rol que la antigua URSS y la actual Rusia
(Putin) juegan en el Caribe no creo que busque específicamente abrir bases
militares en Cuba (la única que existe hoy es ilegal y esta usurpada por los
EEUU en Guantánamo, siendo todavía una también ilegal cárcel); y si por
casualidad para defender su soberanía Cuba decide la colaboración con Rusia es
absolutamente lícito, y nada nuevo bajo el sol. Buques de la Armada rusa han
atracado en la Habana y eso no tiene por qué quitarle el sueño a alguien en la
isla. Ni fuera de ella. Pesadilla sería que alguno de la Armada estadounidense
atracase en Cuba hoy; por los motivos de fuesen. El estado de beligerancia
contra la isla lo instituyeron los EEUU como una herramienta activa de la GNC.
El bloqueo contra Cuba es el más eficaz de esos instrumentos. ¿Una
conflagración local contra los autos Lada y los camiones KAMAZ? ¿O contra los
ómnibus Yutong chinos de un modo “rápido y furioso”?
.Si alguien repara en la demanda que el gobierno de los EEUU le
exige a Cuba como indemnización por los “daños” causados por el soberano
proceso de nacionalización de empresas extranjeras a principios de la
Revolución en 1959-1961, se percatará que seguirle la zaga lógica a esos
números que tal demanda exhibe dejaría lampiño al más peludo de los simios.
¿Quién llevará allá la cuenta de lo que nos cuesta este más de medio siglo
bloqueados? De ahí, el striptease que hoy interpreta ese cambio de método con respecto
a Cuba.
. Discernir que el bloqueo activo de los gobiernos
angloestadounidenses contra Cuba está “anacrónico” es pretender vadear el rio
Amazonas sobre la tablita de una caja de habanos. La utilidad de dicho engendro
genocida para la llamada GNC está no solo activo, sino que es utilísimo.
Históricamente la política estadounidense contra Cuba ha tenido más caras que
las de Jano. Mantener abierta la embajada estadounidense en La Habana propicia
la operatividad de la subversión contra la revolución cubana desde la parte de
adentro de la zona bloqueada. Para los EEUU es la posibilidad de presionar
desde adentro; y de paso compulsar contra el principio disuasorio de la
multipolaridad. Los rusos son “malos”, los chinos “peores”, y Cuba debe ser
soberanamente “independiente” en la etapa de “cambiar” todo lo que no debe ser
cambiado; sino mejorado con eficiencia. Para algunos cubanos que nadan fuera
del agua el abandono del paternalismo que aplica el gobierno revolucionario
tiene que incluir el desguace las organizaciones sociales, del contrato social:
atención médica pagada, adiós a la libreta de abastecimientos (para nadie), y
el comienzo del cobro de los estudios; sin despreciar el apoyo o la neutralidad
cubana ante el genocidio que las fuerzas de la policía perpetran contra los
negros en las calles estadounidenses o en su agresión a Siria; o dejar al
gobierno y a la revolución bolivarianas a su aire. Que los principios
solidarios solo provocan “problemas” con la hegemonía imperialista.
. Así es que lo mejor sería: me desplazo paulatinamente hacia una
copia asignada por la geopolítica estadounidense; o me mantengo en un “mismo”
lugar sin mover un dedo. Que sea una suerte que la paz que hoy reina sea la
burguesa. Los caminos hacia el striptease angloestadounidense son diversos,
anchurosos; y nada post.
. Todo lo anterior no sin suficiente grado de amnesia histórica.
Que como dicen algunos aquí en la Habana, es inútil y muy doloroso prensarse la
cabeza. ¡A gozar!
.Fidel Castro Ruz es un ganador frente a la política de Washington
contra Cuba. No por gusto cae tal mal allá.
i (1)Ver: Germán Gorraiz López. El rol geopolítico de Cuba en el escenario post Obama. SurAmericaPress. 09.08.16http://suramericapress.com/?p=10454&print=1
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