Tomado de RED en Defensa de la Humanidad.
Mensaje de la Red en Defensa de la Humanidad.
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
Presente
En ocasión de su nonagésimo cumpleaños, los miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad, queremos hacerle llegar nuestra más sincera felicitación y, sobre todo, nuestro más profundo agradecimiento por todo lo que usted ha hecho por los pueblos de Nuestra América y por los del resto del mundo.
Su figura ha sido permanente fuente de inspiración no sólo cuando, impulsados por la marea ascendente de las luchas populares, dábamos pasos firmes en dirección del socialismo, sino también en los recurrentes momentos en que nuestros avances se detenían como consecuencia de la ferocidad de la reacción del imperialismo y sus aliados locales.
Si en las fases de ascenso su ejemplo nos obligaba a no darnos jamás por satisfechos ni satisfechas y, como buenos revolucionarios y revolucionarias, a proseguir con renovados bríos nuestra marcha; cuando debíamos afrontar las adversidades o la contraofensiva del enemigo, el recuerdo de su actitud después del Moncada o el ataque del imperialismo en Playa Girón, fortalecía nuestros espíritus y nos convencía de que la voluntad inquebrantable de luchar por nuestros ideales era el seguro camino hacia la victoria. Usted nos señaló ese rumbo en incontables ocasiones, y podemos asegurarle que esa enseñanza, que nos reiterara en su reunión con los intelectuales el 10 de febrero del 2012, cuando dijo que “aunque nos dijeran que al mundo le quedan pocas semanas de vida nuestro deber sería luchar, seguir luchando hasta el fin”, ha calado muy hondo y ya es una marca indeleble en millones de latinoamericanos y caribeños que saben, como otros muchos que luchan en otras partes del mundo, que ese será nuestro destino: luchar hasta el fin, conscientes de que las clases dominantes y el imperialismo jamás se darán por vencidos.
La convicción de que nuestras ideas y nuestros valores son infinitamente superiores a los de nuestros enemigos fue y es un alimento esencial de nuestra militancia revolucionaria. De usted aprendimos que su defensa exige la más absoluta intransigencia. Como cuando, con virtuosa obstinación, usted se negara a arriar las banderas del socialismo en momentos en que se desintegraba la Unión Soviética y desaparecía el campo socialista.
Gracias a su inquebrantable convicción, la Revolución Cubana pudo seguir su marcha y, con su heroico ejemplo, abrió un sendero que pocos años después comenzarían a recorrer numerosos países de Nuestra América luego del triunfo de Hugo Chávez Frías en las elecciones presidenciales de Venezuela en diciembre del 1998. Si usted se hubiese dejado convencer por quienes le aconsejaban abandonar para siempre el proyecto socialista y Cuba se hubiera arrojado a los brazos del capitalismo, el luminoso período abierto desde finales del siglo pasado hasta nuestros días, con la derrota del ALCA, la creación del ALBA, de la UNASUR, de la CELAC, de Petrocaribe, del Banco del Sur, de Telesur, de la propia Red En Defensa de la Humanidad, jamás habría tenido lugar. La potente luz que irradiaba el faro de la Revolución Cubana fue decisiva para impulsar a nuestros pueblos a dejar atrás la larga noche neoliberal de los años noventa y retomar el camino hacia nuestra Segunda y Definitiva Independencia.
Por eso nuestra deuda, la deuda de nuestros pueblos con usted, Comandante, es inconmensurable, y de ahí nuestra profunda gratitud por su integridad revolucionaria, por haber sido fiel a aquella maravillosa definición de “revolución” que expresara en su discurso del 1º de Mayo del 2000, en uno de cuyos pasajes señaló que Revolución “es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo.” A lo largo de su fecunda vida usted ha sido fiel a estas ideas, que vivirán eternamente en el alma de los revolucionarios y revolucionarias de todo el mundo, de todos aquellos que saben que otro mundo es posible y necesario, y que si se lucha con la constancia y coherencia que usted ha demostrado durante tantos años, la victoria será inevitable.
¡Felices noventa años, Fidel! Gracias por su ejemplo. Puede usted estar seguro de que seremos fieles a sus enseñanzas hasta la victoria final.
En nombre de la Red En Defensa de la Humanidad, su Secretaría Ejecutiva, integrada por:
Carmen Bohórquez (Coordinadora General de la REDH)
Alicia Jrapko (REDH EEUU)
Ángel Guerra (REDH Cuba/México)
Ariana López (REDH Cuba)
Atilio Borón (REDH Argentina)
David Comssiong (REDH Del Caribe)
Fredy Ñáñez (REDH Venezuela)
Hugo Moldiz (REDH Bolivia)
Juan Manuel Karg (REDH Argentina)
Katu Arkonada (REDH País Vasco/Bolivia)
Luciano Vasapollo (REDH Italia)
Marilia Guimaraes (REDH Brasil)
Nayar López Castellanos (REDH México)
Omar González (REDH Cuba)
Roger Landa (REDH Venezuela)
Email para otras adhesiones: redh.celebra90aniversariofidel@gmail.com
Written Message by the Network in Defense of Humanity
Commander in Chief Fidel Castro Ruz
Dear Comandante,
Happy 90 years, Fidel! Thanks for your example. You can be sure that we will be faithful to you teachings until the final victory.
On behalf of the Executive Secretariat of the Network in Defense of Humanity, (REDH)
Dear Comandante,
On the occasion of your 90th birthday the members of the Network of Intellectuals, Artists, and Social Movements in Defense of Humanity want to extend our most sincere congratulations and above all our deepest gratitude for everything you have done for the peoples of Our America and the rest of the world.
Your presence has been a permanent source of inspiration, not only when the ascending tide of the popular struggles were making firm steps towards socialism, but also in the recurrent moments when our advances have been stopped due to the ferocity of the reaction of imperialism and their local allies.
In the phases of uprising your example forced us to never be satisfied and like good revolutionaries we pursued with renewed vigor our march especially when we needed to confront adversities or the counter-offensive of the enemy. The memory of your attitude after the Moncada or the attack of imperialism in Playa Giron strengthened our spirits and convinced us that the unyielding will to fight for our ideals was the sure path to victory. You showed us that path on countless occasions, and we can assure you that all that teaching reiterated to us in your meeting with intellectuals on February 10, 2012, when you said that "Even if we heard that in a few weeks the world will come to an end, our duty would be to fight, to continue fighting until the end", will never be forgotten. This thinking of yours has ingrained a very deep and indelible brand in millions of people in Latin America and the Caribbean who, like many others in other parts of the world, know that this will be our destiny; fighting to the end knowing that the dominant class and imperialism will never just give up.
These convictions that our ideas and the values we hold are infinitely superior to those of the enemy and are an essential ingredient of our revolutionary militancy. From you we learned that defending our values demands from us the most absolute intransigency. We learned this again when with virtuous obstinacy you opposed the herding of the flags of socialism while the Soviet Union and the Socialist camp disappeared. Thanks to your unwavering conviction the Cuban revolution could continue on its march, and by your heroic example, you opened a path that a few years later would start growing in numerous countries of our America after the electoral victory of the presidency of Hugo Chávez in Venezuela in December of 1998. If you had been convinced by those who advised you to leave forever the Socialist project and throw Cuba into the arms of capitalism that bright period that opened from the end of the last century until now, with the defeat of the FTAA, the creation of ALBA, of UNASUR, of CELAC, of Petrocaribe, of the Bank of the South, of Telesur and of this Network in Defense of Humanity would never have taken place. The powerful light that radiated in the lighthouse of the Cuban Revolution was decisive in pushing our people to leave behind that long neoliberal night of the 1990s and return to the path of our Second and Definitive Independence.
That is why our debt, the debt of our people to you, Comandante, is immeasurable and hence our deep gratitude for your revolutionary integrity, for being faithful to that wonderful definition of "revolution". You expressed it so well in your speech on May 1, 2000, when you pointed out that revolution "is to defend the values in which we believe at the cost of any sacrifice; it is modesty, selflessness, altruism, solidarity and heroism; it is fighting with audacity, intelligence and realism." Throughout your prolific life you have been faithful to these ideas, that will live eternally in the soul of all the revolutionaries around the world, in all of those who know that another world is possible and necessary, and that if we continue to struggle with constancy and consistency as you have shown for so many years, the victory is inevitable.
Happy 90 years, Fidel! Thanks for your example. You can be sure that we will be faithful to you teachings until the final victory.
On behalf of the Executive Secretariat of the Network in Defense of Humanity, (REDH)
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