Por Sandra Abd'Allah-Alvarez Ramírez
I
Concerning Violence es un filme sobre las
guerras de independencia en África. Un largometraje agrio, tórrido, que molesta
a los ojos tanto de colonizadores como de los autoliberados. La guerra es el
motivo de narración, aquellas que Cuba también recuerda pues algunos de los
suyos murieron de cara al sol africano.
Son noventa
dolorosos minutos. Caras tapadas, ceños fruncidos, comentarios al oído. Duele
tanto que una mujer africana pidió no fuese mostrado a los hijos e hijas de
África que ahora viven en la diáspora para que no se reproduzca el odio al
blanco, al europeo, al conquistador. La respuesta llega inmediatamente: “que
llore quien tenga que hacerlo, nuestro continente ha sufrido lo suficiente, es
nuestra historia y tenemos que contarla”.
En medio de
todo aquel pavor es posible advertir en el filme una voz que habla castellano
con el acento peculiar que tiene la gente de la Isla. Esa voz se preocupa
únicamente por cómo se siente el operado. Nos damos un codazo. Sí, es un médico
cubano, de esos que desde hace más de cuarenta años, creo, están llevando salud
por el mundo.
África
también puede relatar la historia de solidaridad que Cuba ha tenido con ella.
II
Izquierdo se
graduó de Pediatría. Proveniente de una familia de herreros, en el tabacalero
poblado de San Juan y Martínez, antes había militado junto a los hermanos País
y cuando su vida estuvo en peligro se escondió en Santa Cruz del Norte
auxiliado por su hermano Juan, quien lo llevó a ese pueblo de pescadores.
No se hizo
pescador ni mucho menos se asentó en aquel poblado que, aun bello y próspero,
no consumía toda la adrenalina que él tenía. En su lugar aprovechó la
oportunidad que le la revolución social a la gente humilde. Estudió y también
se convirtió, por decisión propia, en el médico de la familia, condición bajo
la cual vio nacer a cinco de los hijos de su hermano Juan. La vida se paga con
la vida.
A finales de
los 70 se fue a Angola y regresó victorioso. Solo se sabe que participó en
acciones importantes, cuidando la vida de cubanos y angoleños que caían heridos
en la contienda. Su desempeño, de tan heroico, sirvió para que años después
alguien que dijese “vengo de parte del doctor Izquierdo” se le abriera más de
una puerta.
III
En cuestión
de días pasaron de ser 165 a 461. Los primeros ya pisaron Sierra Leona. Es la
circunstancia de proceder de una Isla que por mucho tiempo ha cultivado el don
de pensar en el otro. Y tampoco es algo circunstancial, es más bien una
cuestión de principios que tiene que ver con Hipócrates y con nuestros valores,
con partir un pan a la mitad por mucha hambre que tengamos.
Quien piense
que la necesidad hace parir 461 valientes se está proyectando. Solo egoístas,
incapaces de hacer lo que esas personas con batas blancas, pueden encontrar
razones cotidianas en un acto de amor a la humanidad.
Que esas
mismas circunstancias permitan su regreso sano al entorno de sus familias. Que
los egguns cuiden tanto de las vidas de sus pacientes como de la suyas propias.
Ese es mi deseo.
Sandra Abd'Allah-Alvarez Ramírez
Sandra Abd'Allah-Alvarez Ramírez
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