Yahaira Torres, graduada de la Escuela Latinoamericana de Medicina, en Cuba, se duerme a las tres de la mañana, porque repasa temas, debido a la variación de la epidemiología de los lugares. Las bacterias y virus son diferentes. Las enfermedades son diferentes a las de Cuba y hay que seguirse actualizando, para brindar el mejor servicio a la comunidad? |
Por Daniel Valdés.
Yahaira: "LA MEDICINA EN CUBA ES HUMANISTA".
El hablar sobre su experiencia en Cuba, Yahaira comenta sobre el choque
de culturas, porque en el país caribeño la medicina y la educación son
gratuitas "y desde la escuela te inculcan a servir a tus semejantes".
"La medicina es muy humanista, te enseñan a ayudar a la gente, mientras
que en México está muy materializada. Cualquiera de mis maestros de
Cuba, en México sería millonario. Los médicos que fueron mis profesores
son unas eminencias, pertenecen a la Organización Mundial de la Salud y
la Organización Panamericana de la Salud y no cobran un peso por atender
a los pacientes", expresó.
Al retornar a México, el shock es tremendo, al llegar a una sociedad que está acostumbrada a materializar la medicina.
"En mi caso, por ejemplo, vienen los pacientes a mi casa y me levantan
en la madrugada. Los atiendo y me preguntan ¿cuánto te debo?, y no les
cobro nada, quizá algunos dicen: no cobra, es porque no sabe.
"A veces la mentalidad del ser humano es tan triste, tan pobre, que
necesitas cobrar para que él se sienta que tú eres bueno. Hay personas
que te subvaloran por el hecho de que no les cobras. Es la mentalidad
que el mexicano se ha creado, piensan que es más bueno el médico
mientras más les cobra, pero hay personas muy buenas, muy agradecidas y
que yo sé que no traen para el medicamento y aún así quieren pagar",
comentó.
El consultorio del Ayuntamiento de Arteaga está bien equipado, con todo
lo necesario para dar la primera atención y estabilizar al paciente,
para canalizarlo a otra instancia, en caso de así requerirlo.
Además, cuenta con los medicamentos básicos y por la cantidad de
pacientes que acuden, la Presidencia Municipal les surte dos veces por
semana.
Ahí el costo de las medicinas es simbólico, alrededor de un 15 por ciento de lo que cuestan en cualquier farmacia.
SÓLO QUIERE AYUDAR A LA GENTE
El cambio en la personalidad de Yahaira es tal, que a pesar de tener un
mes en funciones como doctora en San Antonio de las Alazanas, no ha
cobrado su salario.
Además, dice que ya lo debe, porque lo va a destinar a comprar algunas
medicinas y aparatos que necesitan algunos de sus pacientes.
"A veces mi mamá me dice: no debes regalar todas las medicinas, porque
si sigues así, te vas a acabar todos los medicamentos del consultorio y
los vas a pagar de tu bolsa", comentó.
De eso, dijo, "lo platiqué con el alcalde, José de Jesús Durán Flores,
quien me dio luz verde para ayudar a las personas, sobre todo cuando
llegue alguien muy necesitada y no pueda pagar, yo le doy el medicamento
y si en un futuro puede regresar a pagarme, me paga, y si no, pues es
eso sale de la comunidad".
Otro factor que tuvo que superar es que en San Antonio de las Alazanas,
la mayoría de la comunidad la conoce. Ahí realizó sus estudios de
primaria, secundaria y preparatoria.
Ahora que regresa ya como profesionista, dice que los primeros días,
tal vez la gente no creía en su capacidad y ella tuvo que entender que
para inspirar esa confianza debía asumir su rol de "la doctora Yahaira".
Antes la gente confiaba mucho en un doctor e incluso lo esperaban tres o
cuatro horas para atenderse con él y ahora ya no lo buscan, "yo le
digo, no te preocupes, al rato vuelven, eso es ahora porque soy nueva".
EL SACRIFICIO
Recuerda que fueron siete años de mucho esfuerzo para mantener un alto
desempeño académico y fue de esa manera en que culminó sus estudios, con
un promedio de 4.85 (en Cuba la calificación más alta es de 5) y fue el
segundo mejor de su generación.
Durante ese tiempo su dieta consistió en arroz, frijoles y plátano (moros y cristianos), todos los días.
"En Cuba tienen muchas necesidades, pero cuentan con lo elemental para vivir y la gente se ayuda entre sí", dijo.
Mientras platicamos en el comedor de su vivienda, a unos pasos su madre
empieza a preparar la comida. En la cocina lava y parte un pollo, para
un sustancioso caldo.
Ahí interviene la señora y platica de cuando fue a Cuba, acompañada de
su esposo, para estar presentes en la graduación de su hija. Le
sorprendió abrir el refrigerador en la casa de la familia, donde se
asistía su hija: no había comida, puras botellas de agua.
Yahaira complementa y dice que su mamá se sorprendió la primera ocasión
que le sirvieron de comer arroz con frijoles, "pues se le hizo mucho y
le dije: cómetelos, porque aquí no hay tortillas y eso te va a ayudar
durante todo el día".
NUEVAS EXPERIENCIAS
Otra anécdota fue en una de las vacaciones en que ella visitó a sus
padres. A la hora de la comida, "ya ves que sobra algo de varias
cacerolas y ahí lo dejas o lo guardas. En Cuba no pasa eso y algo me
pasó, que me serví las lentejas que sobraron y me comí todo con cuchara.
Mi mamá me dijo: vaya que sí traes hambre".
Yahaira recuerda que nunca calzó zapatos rotos, porque su papá, Ignacio
Torres, siempre estuvo atento a darle esos satisfactores.
Sin embargo, en La Habana tuvo esa primera experiencia. Un día, en el
Hospital Calixto García, de repente se despegó la suela de uno de sus
zapatos. Además, viste la misma ropa que se llevó desde el 2007 y
todavía la usa.
Para ella eso es algo que no representa ningún problema, pues lo
principal es la fortaleza de espíritu y la experiencia enriquecedora que
le representó educarse con grandes especialistas y sobre todo que el
sacrificio valió la pena.
A Yahaira le correspondió dar el discurso de despedida durante la
ceremonia de graduación y para ello todos sus compañeros, que se
prepararon en el Hospital Calixto García, debieron preparar su texto y
una maestra evaluó para seleccionar al mejor.
EL CUESTIONARIO
Insiste en que la medicina en Cuba es muy humanista. El paciente llega y platicas con él, te cuenta sus dificultades.
"Un profesor me decía: el 90 por ciento del diagnóstico es el
interrogatorio, porque hablas con el paciente y él mismo te dice lo que
tiene, porque tú ya lo estudiaste y sólo tienes que guiarlo en las
preguntas.
"Yo a veces llego muy cansada y mi mamá me dice ¿qué tienes?, porque
escucho 40 historias distintas, 40 problemas diferentes, pero todo eso
es muy bonito. Porque eso es el servicio y lo que uno eligió. Me gusta
la medicina, porque va más allá de recetar un medicamento, hay que
atender al paciente y sobre todo las personas mayores, se van felices
con el solo hecho de que alguien las escuche", expresó.
SEGUIRÁ SUS ESTUDIOS
Ahora su meta es continuar su preparación y alcanzar la especialidad en
Cirugía Ginecológica o Cirugía General, que requiere tres años de
estudio.
Lo que tiene claro es que quiere estudiar en Saltillo, porque fueron
siete años alejada de su familia y ahora quiere estar cerca de ellos,
"es tiempo que no recuperas, que no estuviste con tus seres queridos y
ahora quiero prepararme aquí. Además, de esta manera hay la oportunidad
de atender, los fines de semana, a las personas de mi tierra".
Después de la graduación ya tuvo una audiencia con el gobernador Rubén
Moreira Valdez y está programada otra reunión, porque ya ofreció su
apoyo para que pueda continuar con su preparación y tener una
especialidad.
LOS 20 PESOS
Yahaira está muy agradecida por el apoyo que recibió de su comunidad
para estudiar en Cuba, quizá con 20 ó 50 pesos, muchos pusieron su
granito de arena.
"Nunca me olvido de un niño pequeñito, que tendría 7 años. Cuando
dijeron Yahi se va a Cuba, estábamos en la iglesia y pidieron orar para
que le vaya bien y el niño se levantó y me entregó 20 pesos. Era todo lo
que él tenía y me lo regaló.
"Hace unos días vino a consulta, porque le dolía el estómago y le digo a
mi mamá: esas son cosas que te estimulan a seguir adelante. Hay
personas que esperan por ti, que tienen la confianza, y ese es el
comentario que yo escucho: qué bueno que ya te tenemos aquí.
"Ya sienten que tienen a alguien que los puede atender. No importa que
no traigan dinero, ellas vienen con toda confianza. Incluso duermo cerca
de la ventana y en la noche me gritan: Yahi, Yahaira, porque saben que
me voy a levantar a atenderlos. Es como si no pasara el tiempo, pero ya
pasó", expresó.
NO ES IMPOSIBLE
"Varios de mis profesores me alientan mucho y me dicen que soy una
motivación para las nuevas generaciones, para enseñarles que no es
imposible, si tú lo quieres, tú puedes. Sólo tienes que pedirle a Dios
que te bendiga, que te abra las puertas de bendición y ponerle todas tus
ganas".
EL DATO
Como estudiante de preparatoria, Yahaira participó en el Parlamento
Juvenil, representando al municipio de Arteaga. Su discurso fue uno de
los mejores y eso le valió una convivencia con el entonces gobernador
Humberto Moreira Valdés, quien al conocer su deseo de estudiar medicina
le ofreció apoyo.
Al concluir la preparatoria obtuvo el promedio más alto, a nivel nacional, con 9.9.
Ella presentó examen, y lo aprobó, en la Facultad de Medicina de la UAdeC.
Tiempo después la buscaron de la oficina del Gobernador para decirle
que había una beca para estudiar en Cuba. Para ganarla tuvo que competir
con 480 aspirantes, entre ellos algunos estudiantes de medicina y otros
ya eran médicos. Se le aplicó un examen de conocimientos generales y su
calificación fue de 9.9.
Sus maestros de secundaria, Alejandro Gómez Millán; y de preparatoria,
Jorge Alvarado Roque, la impulsaron para buscar esa beca y tener una
mejor preparación.
LAS COSAS IMPORTANTES
"Aprendí en Cuba que las cosas materiales no son lo fundamental. Las
cosas más importantes de la vida no es lo que te puedas poner o usar.
Incluso mi primera quincena ya llegó, ni siquiera hemos ido a cobrarla.
"Por ejemplo, este celular me lo regalaron y no sabía usarlo, porque
seis años no usé celular. Son cosas que pones en segundo plano, como la
satisfacción que un paciente te diga, con toda sinceridad: muchas
gracias, que Dios te bendiga. Son cosas que te enriquecen mucho, eso es
lo que más vale en la vida o ver sanar a un niño que estaba con mucha
fiebre y convulsionando, con la mamá desesperada.
"También hay muchas cosas que te parten el alma, como un niño que
falleció hace dos días. Yo lo cargué, estuve con él, le regalé un yogur.
De pronto, no se pudo y son cosas que uno debe aprender a superar,
porque a veces Dios dice no y no eres Dios, sólo eres un médico y tienes
que tratar de dar lo mejor de ti para ayudar a las personas, pero a
veces no se puede y son cosas que te entristecen".
ELLA SÍ ES PROFETA EN SU TIERRA
El presidente municipal de Arteaga, José de Jesús Durán Flores, está
orgulloso de Yahaira y el Ayuntamiento tiene un proyecto de salud
comunitaria para ella.
Contrario a lo que dice el dicho, que "Nadie es Profeta en su Tierra",
en el caso de Yahaira no aplica, porque en apenas un mes de trabajo en
el Consultorio Municipal, ya demostró su calidad y mucha gente la busca.
"Es un consultorio pequeño, pero estamos dando un servicio excelente,
con tres médicos, tres enfermeras, un paramédico y una ambulancia. El
proyecto es hacer una nueva construcción en ese consultorio.
"Ya platiqué con ella. Nos va a ayudar en el consultorio y en muchas
más cosas… me va a ayudar en un proyecto, en el que vamos a visitar
varias comunidades", expresó.
Recordó que en el 2007, cuando fue alcalde por primera vez, la impulsó
para promover una beca en el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento
también la apoyó.
Ahora que Yahaira regresó ya como profesionista, se le dio la
oportunidad de trabajar en el consultorio de San Antonio de las Alazanas
y como ella es de ahí, ya es muy reconocida por su calidad humana y
como profesionista.
Durán dijo que la doctora Yahaira representa un gran orgullo para
Arteaga y demuestra que la población de este municipio tiene capacidad y
cuando un arteaguense se propone algo lo va a lograr. Es una gran
motivación para los niños de la sierra.
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