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Soldado Lee Rigby, asesinado el pasado miércoles 22 de mayo. |
Medios internacionales se han hecho ecos de la
horripilante noticia del asesinato del soldado Drummer lee Rigby, el pasado
miércoles 22 de mayo, en la calle John Wilson del barrio Woolwich, , en las
cercanías al cuartel de la artillería montada real, en Londres. El joven de 25
años era natural de Manchester, padre de un niño, miembro del Segundo Batallón
del Regimiento Real de Carabineros y había servido en misiones en Afganistán,
donde el Ejército británico combate a los talibanes.
Fotografías y letreros estallaron
en las primeras planas de muchos diarios, así como en noticiarios de
televisión. Todos, sin excepción alguna, se limitaron a repetirse mutuamente
sobre los escasos y escalofriantes detalles del violento incidente, sobre las
características étnicas de los agresores, evidenciando claramente sus
condiciones de inmigrados, y sus afiliaciones religiosas al Islam; así como de
la conducta desafiante que ambos agresores adoptaron justo después de apuñalar
al soldado; lo cual conllevó a que fueran abatidos a tiros por agentes armados.
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Uno de los atacantes posa frente a una cámara de un aficionado para mandar su mensaje del por qué de su barbarie. |
La “democrática libertad de
expresión” demostrada fue darle bombo y platillo a las palabras de funcionarios
del gobiernos, quienes calificaron el incidente de “bárbaro” o “enfermizo de
violencia”.
La ágil respuesta de la Ministra
del Interior, Theresa may, fue convocar a una reunión urgente del Comité de
Seguridad Nacional (COBRA) para valorar si el hecho era un ataque terrorista
aislado o no.
El vídeo realizado por parte de
uno de los curiosos de paso por el lugar a uno de los agresores y la fría
calificación del asesinato deja mucho que desear en la propia valoración de los
hechos. No importa mucho buscar los posibles motivos, más allá de enmarcarlo un
simple acto terrorista.
“Tenemos que luchar contra ellos, como ellos luchan
contra nosotros, ojo por ojo y diente por diente. Lamento que las mujeres hayan tenido que ver esto,
pero en nuestra tierra las mujeres tienen que ver lo mismo. Nunca estarán a
salvo. Quiten a su Gobierno, porque a ellos, ustedes no les importan". Casi todos los mass
medias divulgaron estas escasas palabras dichas por el atacante que sale en el
vídeo y que ya le ha dado la vuelta al mundo, pero ninguno fue capaz de ir más allá,
con un análisis profundo a lo que el atacante pudiera haber querido referirse.
Si damos una simple mirada al pasado, se puede ver
que el imperio británico ha invadido casi el Inglaterra ha invadido a casi el
90% de los países existentes en los cinco continentes, entre ellos la mayor
parte de los países africanos y árabes_ ¡Eh! ¿Qué dice usted? ¿Qué eso no tiene nada
que ver?
Bueno, veamos, sin pensar mucho, no hacen falta
profundas conclusiones para saber que cualquiera de las invasiones conllevaron
el asesinato en masa de pobladores, dominación hegemonía, expolio de recursos, penetración
de cultura, cambio de la estructura social, imposición de leyes y conductas
sociales bajo un paraguas de “civilización”, exclusión de la religión autóctona
e imposición de la extranjera, creación de diferencias sociales y el uso de los
pobladores sólo como mano de obra barata, etc., etc., etc.
¿Qué dice usted? ¿Qué eso ya es cosa del pasado?
Bien, veamos.
Aunque discurren tiempos contemporáneos donde todo está
muy modernizado en lo tecnológico, cultural y social, aun Inglaterra sigue aferrada a mantener el
estatus de metrópolis al continuar poseyendo colonias y participando en guerras
de rapiñas que se inventa el llamado Primer Mundo, como miembros de “santísimas”
instituciones internacionales, como la OTAN (por sus siglas en español:
Organización del Tratado Atlántico Norte.
¡Ah! Para su conocimiento, Inglaterra es miembro de
la misma, la cual es una organización internacional de carácter militar,
con una declarada actitud
belicosa, con soldados (algunos de ellos ingleses) esparcidos en auto-“legalizadas”
invasiones por varios países_ incluyendo países africanos y árabes. Países que por el
abogo “divino” de los soldados_ en este caso específico_ ingleses, además de
llevar la cacareada “civilización” o “democracia”, también perpetran actos
vandálicos contra las poblaciones autóctonas.
La arrogancia del mundo
occidental, de creerse el obligo del mundo y prototipo civilizatorio para el resto
del mundo (principalmente de países menos desarrollados) no puede esperar más
que una reacción desmedida como la ocurrida en el barrio
Woolwich.
Esa insolencia persiste en el Primer Ministro, David William Donald Cameron, quien con apoyo de la poderosa propaganda de los medios han
calificado este doloroso incidente bajo la hipótesis de “atentado terrorista”
y, como el que no quiere la cosa, acentúa la radicalidad xenófoba de la
ultraderecha inglesa contra el islamismo, sólo porque el atacante mencionó a
Alá. ¡Nada! Simplemente aparentar como si Inglaterra fuese una legendaria
víctima. Pero para colmo, el premier se atreve de hablar del pasado: “Ya hemos sufrido este tipo de ataques en el
pasado, y siempre hemos ganado” y no faltó un alarde de victimismo al decir: “Quienes cometieron esto intentaron dividirnos. Pero deben saber que algo así solo nos
unirá y nos hará más fuertes”.
¿Y qué
podemos decir de todos los años que Inglaterra lleva cometiendo actos terroristas
contra otros pueblos? Estoy plenamente de acuerdo que el asesinato es un acto injustificado
y condenable de la manera más contundente dentro de la legalidad, pero no se
puede pretender que no exista una reacción, aunque sea radicalmente
injustificada, por personas que se asqueen de ser subyugados por mezquinos intereses
foráneos.
Siempre hay
un día que termina por desbordar una copa y aparezca quien se toma la venganza como
vía de liberar la bestia dolida que se lleva encerrada por tanta carga de opresión
vivida.
Muy a pesar de los convulsos enfrentamientos
que se viven hoy en día en las calles de Inglaterra entre los cuerpos
policiales y el pueblo indignado, un joven inglés falleció en un terrorífico
linchamiento en las “tranquilas” calles de un poblado inglés.
La prensa, al servicio del gran capital
y el poder, no se puede aguantar y da su “aporte” a seguir incrementando la condicionada
aversión existente contra todo lo que indique inmigración. Pero esta misma
prensa no es capaz de hablar de los desmanes, como dijo el atacante, que tienen
que sobrellevar quienes sufren invasiones, como las que ha llevado a cabo
Inglaterra, o de las que ha sido cómplice.
De todas maneras, para tranquilidad de la ciudadanía
del Reino Unido, el famoso Comité COBRA se ha remitido solamente a ampliar el
abanico de investigación, previniendo nuevos ataques terroristas, y desplegar 1
200 agentes más en las calles de Londres. ¡Ah! Pero de enmendar todas las barbaries cometidas y
siguen cometiendo contra otros pueblos ¡Nada!
El pasado no se puede olvidar si aún en el presente se siguen cometiendo barbaries contra los pueblos. Los monopolios mediáticos deberían ser serios con la búsqueda de sus "noticias", porque omitir es también una manera de desinformar.
Reitero, no estoy de
acuerdo con el diente por diente y sólo deseo que otras familias no tengan que lamentar
una pérdida humana más. Pero es justo mencionar que no es la religión islámica,
ni quienes proceden de países árabes o africanos quienes tienen la culpa de
tales reacciones. Son los gobiernos de los países poderosos de este planeta los
que siembran bestias con sus operaciones de “paz”.
Es paradójico, cuando otros son calificados de terroristas por estos gobiernos capitalistas que se pintan de santos al decir
que llevan la democracia a otros países, aunque sus actos de “paz” sean con
terrorismo belicista.
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