
Por Arthur González.
Informaciones de la prensa norteamericana
confirmaron que el 14.11.2014, un Tribunal de apelaciones rechazó por
segunda vez, la demanda impuesta por Alan Gross contra el Gobierno de
Estados Unidos.Gross cumple sanción de 15
años de privación de libertad por ejecutar actividades contra la
estabilidad política de Cuba, cumpliendo órdenes de la Agencia
gubernamental para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas
en inglés USAID.
Según dictaminó el tribunal federal de apelaciones de Washington, “el Gobierno norteamericano no tiene por qué hacerse cargo el asunto al tratarse de un país extranjero”.
Gross
demandó a su Gobierno, al alegar que “no le advirtieron” de los riesgos
que corría, al llevar a cabo la instalación de equipos de
transmisión-recepción satelital de forma ilegal, con el propósito de
estimular la sublevación de la población cubana, a través de agentes
reclutados para esa misión.
Gross forma parte de una línea estrategia
que desarrolla su Gobierno, con el apoyo de la CIA y la USAID como
pantalla, para destruir a la Revolución cubana.
Lo triste del caso es la demostración de
cómo Estados Unidos utiliza a sus soldados de fortuna para la ejecución
de misiones riesgosas por su ilegalidad, y después los abandona a su
suerte, desentendiéndose de ellos al negarse negociar su libertad,
anteponiéndola al comprometimiento político que posee con la mafia
terrorista anticubana de Miami.
Algo similar ha expresado el lobby judío
en Estados Unidos, pues según comentarios sin verificar, aducen que no
harán presiones sobre la Casa Blanca pues Gross no viajó a Cuba en
cumplimiento de misiones de ellos; por tanto si fue el Gobierno quien lo
envió, deben ser ellos los que busquen la forma de retornarlo a su
casa.
De una u otra forma Gross tendrá que
cumplir toda su condena en la Isla, ya que sus patrones lo dejaron como
barco a la deriva, un ejemplo de cómo actúan con sus soldados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario