Skating untouched street features in Cuba. Patinando en vírgenes calles típicas de Cuba.
Por Gustavo de la Torre.
¿Qué el
bloqueo aún está operativo a pesar de las palabras de Barack Obama, el pasado
17 de diciembre de 2014? Por supuesto que sí. Los monopolios mediáticos
rápidamente sacaron titulares que dictaminaba el fin del "embargo"
(una traducción literal del inglés para minimizar el impacto psicológico en la
opinión pública); pero la realidad demuestra que aún sigue golpeando a empresas
y bancos que se atreven a desafiar la política establecida por el gobierno de EEUU
contra Cuba.
La empresa
Red Bull ha sido la señalada en esta ocasión por la "justicia"
norteamericana.
La multa a
Red Bull no es por bloquear la venta de la bebida en sí en el país caribeño o a
la sociedad cubana; tampoco porque sea un vídeo donde se alienta al terrorismo
militar o paramilitar (ahora que se estudia sacar a Cuba de esa famosa lista de
países patrocinadores del terrorismo), o se atente contra la filosofía del
capitalismo ¡Nada de eso!; pero sí para bloquear un video que presenta, además
de una sociedad tranquila, pausada y sin peligros de males sociales como los
que se pueden encontrar en la sociedad norteamericana (asesinatos en escuelas,
drogadicción, tráfico de órganos, etc.), presenta los valores históricos
revolucionarios como las imágenes de nuestros héroes nacionales (Camilo, Mella
y porque no el Che), de nuestro líder Fidel Castro, y también porque los textos
en paredes y pancartas que se observan en las calles, confirman la firmeza de
la sociedad cubana en su proyecto alternativo y diferente: Socialismo.
Carteles
como ¡Hasta la Victoria, Siempre! ¡Viva Cuba! o ¡Todo por la Revolución! Son un
peligro para el imperialismo yanqui. Ahí, en esas ideas que difieren del
“American way”, es donde radica el ejemplar castigo del Departamento de Estado
de EEUU contra la Red Bull con una multa de 89 mil 775 dólares.
No hacen
falta bombas, balas o cualquier otro tipo de agresión física contra la
seguridad nacional norteamericana para la censura o el correctivo a la Red
Bull; sino que esas frases son las que realmente van aniquilando al
imperialismo.
La multa
contra la Red Bull no es porque se haya filmado en Cuba sin “permiso”, sino
porque en el vídeo no se resaltan los intereses imperialistas, ni se
desacredita a la Revolución cubana o su gobierno. Si hubiese resaltado la
cultura del consumismo o la enajenación social, entonces otro gallo cantaría.
Esto
demuestra que el genocida bloqueo contra Cuba aún existe.
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