Por JEAN-GUY ALLARD.
Robert Ménard, el fundador y exjefe de
Reporteros Sin Fronteras (RSF) – organización que recibe financiamiento
norteamericano y que no se pierde una oportunidad de difamar Cuba y
Venezuela – reveló de nuevo su verdadera opción política al autorizar
que los niños musulmanes de la ciudad francesa donde ahora es alcalde,
Béziers, sean “fichados” como tal en la escuela.
Numerosos organos de prensa franceses denuncian ahora a Ménard y
reclaman su arresto por este comportamiento ilegal y asimilado a
practicas promovidas por neonazis. La Fiscalía de la República ya ha
abierto una investigación.
Ménard,
asociado y elegido gracias al Frente Nacional (extrema derecha), ha
confesado en una entrevista televisiva que mantenía un archivo de
clasificación de los niños de su municipio según su nacionalidad, lo que
es ilegal y pasible de una pena de cinco años de prisión y una multa de €300.000.
Invitado en el programa “Mots Croisés” e interrogado por
Anne-Sophie Lapix, Robert Ménard reveló que 64,9% de los niños en las
escuelas de su ciudad son musulmanes.
El
político que durante años pretendía defender a los periodistas y la
libertad de expresión, entonces reveló la existencia de un archivo de
los escolares en Béziers clasificados por religión y por sus nombres. “Estas son las figuras de mi ciudad. Lamento decirle que el alcalde tiene los nombres y apellidos de estos niños. Sé que no tengo el derecho, sino que así se hace. “
“Los nombres dicen las confesiones. Decir lo contrario es negar lo evidente “, añadió.
Las declaraciones de Ménard provocaron de inmediato rechazo. Entre otras personalidades, la diputada a la Asamblea Nacional, Karine Berger respondió en Twitter, denunciando “un insulto infinito a la República.”
Cuando líder de RSF, Ménard reconoció recibir
fondos del gobierno norteamericano a través de la USAID y de la
National Endowment for Democracy, dos instrumentos de propaganda del
aparato de ingerencia imperial.
Estos vergonzosos lazos de Ménard y RSF con la
inteligencia norteamericana ha sido objeto de un amplio trabajo de
investigación de la periodista californiana Diana Barahona que obtuvo de
las autoridades, gracias a la ley de acceso a la información (FOIA),
pruebas irrefutables de esta confabulación.
Ménard se vinculó – entre otros – con Frank “Paquito” Calzón, agente
de la CIA patentado y dueño del Center for a Free Cuba (CFC) en
Washington y con el político derechista español José María Aznar
asociado a los mecanismos de propaganda del Departamento de Estado.
Ménard se hizo entonces famoso por alimentar con el dinero de la
USAID sus cuentas bancarias “cubanas” de Virginia mientras en el CFC,
Felipe Sixto, el brazo derecho de Calzón, era investigado, arrestado y
condenado por desviar medio millón de dólares.
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