Roberto Fabelo |
Hoy es un día especial, ganado por el justo reclamo de las mujeres en el
mundo y que tuvo su voz en la II Conferencia Internacional de Mujeres
Socialistas (1910), reunidas en Copenhague, donde Clara Zetkin reiteró
la proclama del día 8 como día internacional de la mujer y que ya había
tenido su demanda un año anterior, en la primera celebración del Día de
las Mujeres Socialistas, desarrollado en Estados Unidos. El objetivo era
promover la igualdad de derechos, incluyendo la participación de las
mujeres en la votación en elecciones. Pero no fue hasta 1977 que la
Asamblea General de la ONU proclamara este día como “Día Internacional
por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”.
Sería imposible encerrar la importancia que ha tenido la mujer dentro de todos los procesos de lucha de clases, como indescriptible la valía de muchísimas féminas en muchos actos donde pocos hombres se han atrevido a dar un paso al frente.
Si de un pequeñísimo ejemplo se desearía citar, tomaría las palabras del Apóstol José Martí para señalar el valor de las mujeres de Nuestra América cuando dijo: "...ante las mujeres americanas se puede hablar sin miedo la liberta. Mujer fue aquella hija de Juan de Mena, la brava paraguaya, que al saber que a su paisano Antequera lo ahorcaban por criollo, se quitó el luto del marido que vestía, y se puso de gala, porque "es día de celebrar aquel en que un hombre bueno muere gloriosamente por su patria"; mujer fue la colombiana, de saya y cotón, que antes que los comuneros, arrancó en el Socorro el edicto de impuestos insolentes que sacó a pelear a veinte mil hombres, mujer de la Arismendi, pura cual la mejor perla de la Margarita, que a quien la pasea por el terrado de donde la puede ver el esposo sitiador, dice, mientras es esposo riega de metralla la puerta del fuerte: "jamás lograréis de mí que le aconseje faltar a sus deberes"; mujer aquella soberana Pola, que armó a su novio para que se fuera a pelear y cayó en el patíbulo junto a él; mujer Mercedes Ábrego, de trenzas hermosas, a quien cortaron la cabeza porque bordó de su oro más fino, el uniforme del Libertador, mujeres, las que el piadoso Bolívar llevaba a la grupa, compañeras indómitas de sus soldados, cuando a pechos junto vadeaban los hombres agua enfurecida por donde iba la redención a Boyacá, y de los montes andinos, siglos de la naturaleza, bajaban torvos y despezados los torrentes". (1)
Es claro y certero el Maestro que reconoce que no existe éxito en cualquier empresa si en “Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”. (2)
A las mujeres José Martí dedicó versos sencillos:
XXXVII
Aquí está el pecho, mujer,
Que ya sé que lo herirás;
¡Más grande debiera ser,
Para que lo hirieses más!
Porque noto, alma torcida,
Que en mi pecho milagroso,
Mientras más honda la herida,
Es mi canto más hermoso.
XXXVIII
¿Del tirano? Del tirano
di todo, ¡di más!; y clava
con furia de mano esclava
sobre su oprobio al tirano.
¿Del error? Pues del error
Di el antro, di las veredas
Oscuras: di cuanto puedas
Del tirano y del error.
¿De mujer? Pues puede ser
Que mueras de su mordida;
¡Pero no empañes tu vida
Diciendo mal de mujer!
En toda su obra y epistolario hay pleno reconocimiento al valor de la mujer y su pleno derecho; porque como él expresó “es incompleta la victoria cuando no se mueve el corazón de la mujer.” (3)
El ideario martiano sobre la emancipación de la mujer tuvo eco y seguimiento en el proceso revolucionario de la época neocolonial, cuando muchas jóvenes se sumaron a la clandestinidad; tanto en la ciudad como en la Sierra Maestra.
El ejemplo de Melba Hernández y Haydee Santamaría, después de los hechos del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, tiene todo su precedente en la dignidad que han llevado las mujeres cubanas durante toda la lucha por la independencia de Cuba. Fidel Castro sentenció la actitud de ambas en las palabras dichas en su alegato de defensa: "Nunca fue puesto en lugar tan alto el heroísmo y dignidad de la mujer cubana." (4)
Celia Sánchez Manduley, Vilma Espín, Melba y Haydee son heroínas de nuestra tierra cubanísima que se convierten en banderas para las nuevas generaciones de cubanas y son de hermosísimo orgullo para todos los cubanos por contar con mujeres de tal hidalguía.
Varias son las citas que podemos exponer sobre la participación de la mujer dentro de la Revolución cubana. Para esto, me remito a las palabras del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, quien en todo momento ha sido un incansable luchador por combatir todo rasgo de machismo que se lastró en nuestra sociedad de épocas pasadas.
"Las mujeres constituyen un verdadero ejército al servicio de la Revolución...La mujer es una Revolución dentro de la Revolución ... Cuando en un pueblo pelean los hombres y pueden pelear las mujeres, estos pueblos son invencibles, y la mujer de este pueblo es invencible." (5)
"La revolución tiene en las mujeres cubanas hoy día un verdadero ejército, una impresionante fuerza política." (6)
La mujer cubana no ha encontrado sector difícil o imposible donde abrir nuevos campos; su participación ha promovido, y sigue haciéndolo, dentro del proceso socialista del país, todos los ángulos de desarrollo. Muestra de ello da reconocimiento Fidel cuando expresó: “He aquí una prueba de lo que significa la incorporación de la mujer a la Revolución en todos los campos, ya no en el campo de la economía, de la producción, de los servicios, de la educación, del desarrollo de la consciencia de nuestro pueblo, sino en algo tan fundamental y decisivo como es la defensa del país…” (7)
Por tanto, llegue a todas las mujeres de todos los rincones del mundo, y muy en especial a las cubanas, nuestra inmensa felicitación por este día. Honrémoslas con todo nuestro respeto y agradecimiento.
¡Felicidades!
(1) Fuente: Obras completas, Tomo 8, Pág. 242
(2) Fuente: Obras Completas, Tomo 5, Pág. 16
(3) Fuente: Obras completas, Tomo 5, Pág. 16
(4) Fidel Castro Ruz. La Historia me Absolverá, 1953
(5) Fidel Castro Ruz. Acto de constitución de la organización de la organización de las mujeres cubanas. 23 de agosto de 1960.
(6) Fidel Castro Ruz. II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas 1974.
(7) Fidel Castro Ruz. IV Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas 1985.
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