Por Evaristo Marcano Marín
Para el momento en
que esta nota sea publicada, ya la humanidad se habrá enterado que una
vez más, y con el voto favorable de casi todos los países que integran
el gran foro mundial (ONU), EEUU continuará con su política de bloqueo
sobre Cuba, que ha mantenido por más de cincuenta años.
Es
ingenuo esperar el cese del bloqueo, aunque es lo que ha debido
suceder. El bloqueo sobre cuba no cubre únicamente esta política de
negarle el derecho de poder adquirir insumos para diferentes
actividades, incluidas las que tienen que ver con la salud. El bloqueo,
además de servir para mantener a Cuba con muchas limitaciones, le sirve a
los “analistas” para “explicarse” el fracaso del modelo cubano, porque
en sus “conciencias” no cabe la situación, que frente a unas
limitaciones y carencia que sufren por causa de un bloqueo, existe una
cosa que es mucho más sólida y que nos habla de dignidad. Sin ese
elemento, los analistas suelen plantearnos que carece de sentido un
proyecto de pueblo y país digno.
No
ha sido fácil para este pequeño pedazo de tierra, pero digno país,
llevar las consecuencias del bloqueo y haber alcanzado logros que son
indiscutibles y que países en mejores condiciones
no han podido alcanzar. Si bien no ha sido fácil para Cuba, tampoco lo
ha sido para esta poderosa máquina de guerra doblegar a Cuba. Ha podido
acabar naciones matando sin ningún tipo de restricción, pero Cuba sigue
ahí, a corta distancia y resistiendo. Esto ya es una labor titánica y
una lección.
Los
daños se estiman en 157 mil millones de dólares, pero Cuba existe y
está justo parada frente a esa máquina de la guerra. En la fecha en que
aparezca esta nota, la humanidad, con excepción de tres o cuatros
“países”, se habrán pronunciado a favor de Cuba, pero el bloqueo continuará y Cuba seguirá en su lucha.
Votación en la Asamblea de la ONU, 2013:
Contra el bloqueo: 188 países.
A favor: 2 países
Abstenciones: 3 países
El mensaje de la comunidad internacional es claro: #NoAlBloqueo
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