Tomado de La Pupila Insomne.
Por Omar Pérez Salomón.
El 23 de octubre se cumplieron veintiún años de que fuera sancionada en el Congreso norteamericano la Ley Torricelli,
promulgada por el ex presidente George Bush (padre), y una de las
expresiones más acabadas de la línea agresiva del imperio contra la
Revolución cubana, al articular toda una retórica eufemística que
enarbola conceptos como democracia, derechos humanos, economía de
mercado, y, por supuesto, un reforzamiento
del bloqueo impuesto desde inicios de la Revolución. Al mismo tiempo se
pronunció a favor de “comunicaciones adecuadas entre ambos países”, en
el interés de “promover cambios políticos en Cuba”.
La administración de Barack Obama
continúa la línea de sus antecesores y refuerza el injusto bloqueo
económico y comercial contra Cuba. En el caso de las telecomunicaciones,
el 13 de abril de 2009, emitió un memorando con “permisos” a los
proveedores de servicios de Estados Unidos para:
- “Autorizar a las empresas de redes de telecomunicaciones a establecer acuerdos encaminados a crear las instalaciones de telecomunicaciones por satélite y fibra óptica que enlacen a EE.UU. y Cuba.
- “Autorizar a las empresas de servicio de telecomunicaciones a iniciar las negociaciones y operar conforme a acuerdos de servicio roaming con las empresas de servicio de telecomunicaciones por la parte cubana.
- “Autorizar a las empresas de servicio de televisión y radio por satélite a comenzar las transacciones necesarias para ofrecer el servicio a los clientes en Cuba”.
Mientras anunciaron minúsculas medidas
que no han implementado en lo más mínimo debido a las restricciones
regulatorias en vigor en el vecino país norteño, no permitieron que las
empresas estadounidenses participen en la modernización de la red
nacional de telecomunicaciones de Cuba y que se adquieran medios de
comunicaciones en EE.UU., teniendo que comprar los mismos en países
lejanos a un precio mayor. Solo en el último año las afectaciones se
valoran en 44,2 millones de dólares.
Continúan confiscando activos de empresas
cubanas y mantienen retenidos en bancos norteamericanos unos 200
millones de dólares pertenecientes a empresas de telecomunicaciones de
Cuba.
En el período de la Administración Obama se produce una escalada
en la emisión de señales de televisión y radio hacia Cuba desde
territorio norteamericano, que alcanza más de 2 000 horas semanales de
programación anticubana por unas 30 frecuencias, interfiriendo varios
canales y violando el espectro radioelectrónico del país.
Varios sitios y servicios en Internet
están bloqueados para los usuarios que residen en Cuba. Porejemplo, la
mayoría de los equipos de imágenes médicas son controlados o incluyen en
su composición ordenadores basados en el sistema operativo Windows XP
de 64 bits, que requiere ser activado con Microsoft antes de los 30 días
después de instalado. La activación se puede realizar automáticamente
por Internet, mediante la conexión directa del ordenador a los
servidores de Microsoft o manualmente llamando por teléfono a alguna de
las oficinas de dicha compañía en el mundo. Ninguna de las dos opciones
está disponible para Cuba, al no tener Microsoft representación en la
Isla y rechazarse la activación automática por el servidor de la
compañía, debido a que proviene de Cuba.
Por otro lado, las entidades económicas y científicas cubanas tampoco pueden utilizar el sitio sourceforge.net, una central de desarrollo de software libre que actúa como repositorio de códigos fuente para las descargas de programas.
El colmo es que ejercen presiones sobre empresas de países “aliados” ; tal es el caso de la española Telefónica,
que fue requerida en noviembre del 2011 por la Comisión del Mercado de
Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), por supuestos
negocios y contactos con la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba,
ETECSA.
En el presente año el gobierno yanqui
incluyó nuevamente a Cuba en el listado de países que según ellos
patrocinan el terrorismo, propiciando que amparada en ese enunciado,
cualquier persona jurídica o natural en Estados Unidos pueda solicitar
que se le indemnice, utilizando dinero cubano depositado en cuentas en
ese país, y además que determinados jueces fallen a favor de utilizar
los fondos cubanos, como ya se ha hecho.
El bloqueo contra Cuba ha fracasado en
todos los órdenes, y se demostrará cuando el próximo 29 de octubre una
vez más, la gran mayoría de los países del planeta, voten en la Asamblea
General de las Naciones Unidas a favor de la Resolución titulada,
“Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero
impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
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