Foto: LARRY DOWNING / REUTERS |
A medianoche de este martes (6.00 horas en España) ha
entrado en vigor el primer cierre del Gobierno de Estados Unidos desde 1995,
debido a la incapacidad de demócratas y republicanos para llegar a un acuerdo
en el Congreso que evitara la temida paralización de la administración pública.
Para oficializarlo, la Oficina de Gestión y Presupuesto de
la Casa Blanca ha emitido una circular interna en la que ha ordenado a los
distintos departamentos que ejecuten los planes "para llevar a cabo un
cierre ordenado del Gobierno".
Estaba previsto que este 1 de octubre el Tesoro de Estados
Unidos superara irremediablemente el límite de endeudamiento público, fijado en
16,7 billones de dólares, cayendo así en una nueva crisis de liquidez que podía
llevar al cierre de la administración pública.
Para evitarlo era necesario que republicanos y demócratas
se pusieran de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento
público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el
funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos
generales.
La oposición republicana había elaborado un plan según el
cual se comprometía a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público
a cambio de nuevos recortes en el gasto público, centrados en la reforma
sanitaria del Gobierno, a la que se conoce popularmente como 'Obamacare'.
Con el objetivo de imponer su plan, la Cámara de Representantes,
dominada por los republicanos, aprobó el sábado un proyecto de ley para aplazar
un año la aplicación de la reforma sanitaria a cambio de entregar más fondos al
Gobierno, pero el Senado, de mayoría demócrata, lo rechazó.
A última hora del lunes, la Cámara de Representantes volvió
a aprobar --por 228 votos a favor y 201 en contra-- otro proyecto de ley con el
mismo contenido y el Senado lo volvió a rechazar --con 54 votos en contra y 46
a favor--, haciendo casi inevitable el cierre del Gobierno.
En un último intento conciliador, la Cámara de
Representantes propuso celebrar una "conferencia legislativa" para
crear una comisión bicameral en la que resolver este asunto, pero el Senado se
negó. "No iremos con una pistola apuntando a nuestras cabezas", dijo
su presidente, Harry Reid.
UN "IMPACTO REAL"
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha estado
negociando hasta última hora del lunes para forzar un acuerdo entre
republicanos y demócratas en el Congreso, advirtiendo de que el cierre del
Gobierno tendrá un "impacto real" en la economía del país
norteamericano.
En una comparecencia pública, ha instado a los líderes
políticos a "actuar de forma responsable", subrayando que el Congreso
tiene como principales responsabilidades "aprobar un presupuesto y pagar
las facturas a tiempo".
Además, ha llamado por teléfono a todos los líderes del
Congreso: el republicano John Boehner y la demócrata Nancy Pelosi en la Cámara
de Representantes, y el demócrata Harry Reid y el republicano Mitch McConnell
en el Senado, para persuadirles de que limaran sus diferencias.
"Es hora de dejar los juegos políticos y de aprobar un
presupuesto claro que evite el cierre del Gobierno", escribió la Casa
Blanca a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, cuando ya se
alejaba la posibilidad de acuerdo.
PRIMER CIERRE DESDE 1995
Se trata del 18º cierre de la administración pública
estadounidense desde 1976. El último precedente se remonta a la Presidencia de
Bill Clinton. Entonces, el bloqueo presupuestario se prolongó entre el 5 de
diciembre de 1995 y el 6 de enero de 1996.
Aunque, de momento, se desconoce la dimensión de las
consecuencias del cierre del Gobierno, la Casa Blanca calcula que dejará en sus
casas a 700.000 funcionarios y que costará unos 10.000 millones de dólares
semanales a la economía estadounidense.
Desde el Gobierno han garantizado que no afectará a los
servicios públicos esenciales. Obama ya ha firmado un proyecto de ley para
garantizar los pagos a los miembros de las Fuerzas Armadas y, con ello, la
seguridad del país.
En este contexto, la Casa Blanca, al formalizar el cierre
del Gobierno, ha vuelto a instar al Congreso a "actuar rápidamente para
proporcionar un puente a corto plazo que garantice el tiempo suficiente para aprobar
un presupuesto para lo que queda de año fiscal".
Siguiendo este consejo, la Cámara de Representantes ha
formalizado su petición de una "conferencia legislativa". El Senado
la discutirá a las 9.30 horas (15.30 horas en España), pero Reid ya ha adelantado
que, salvo cambios imprevistos, será rechazada.
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