Por Ángel Guerra.
El bárbaro ataque de Israel contra Gaza
argumentando flagrantes mentiras como la del secuestro y asesinato por
Hamás de tres jóvenes judíos tiene un solo calificativo: genocidio. El
mismo que valientemente le dieron los cineastas del Estado español a
iniciativa de Javier Bardem seguido de Pedro Almodóvar y Penélope Cruz
junto a más de cien colegas y que hoy levantan marchas de protesta en
todo el mundo. Es iluminadora en este contexto la carta de un grupo de galenos europeos en la prestigiosa revista médica The Lancet(http://www.rebelion.org/noticias/2014/7/187626.pdf).
Edificios,
casas de familia, campos de refugiados, hospitales, escuelas,
industrias, la única termoeléctrica –ahora inutilizada para largo-, han
sido bombardeados desde el aire u objeto del fuego de la artillería
pesada o de los tanques. El número de muertos supera los 1300, la
mayoría civiles, de ellos 239 niños, y el de heridos en 7000 tras 22
días de la Operación Borde Defensivo. El ejército israelí no
respeta ni los refugios bajo bandera de la ONU, de los cuales han sido
atacados ya hasta seis a pesar de haberle dado previamente las
coordenadas de esos sitios denuncia Pierre Krähenbhül, comisionado de la
agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
No
son solo las organizaciones de la resistencia sino todo el pueblo de
Gaza el que está rechazando la embestida y también una tregua que no les
traiga una vida mejor. El gazatí Um Al Ramlawi lo explica: “Nos
están matando a todos de todos modos –ya sea de una muerte lenta, por el
bloqueo, o de una muerte rápida por los ataque militares. No tenemos
nada más que perder- debemos luchar por nuestros derechos, o morir
intentándolo.” O Fadil Hussein Sharqui: “Simplemente están decididos(los
israelíes) a matar a todo el pueblo. Solo rogamos al cielo sobrevivir
hasta que esto termine.”
A la vez
en toda Cisjordania y Jerusalén Este se han producido las más grandes
protestas de los últimos años en solidaridad con sus hermanos de Gaza,
que han costado 11 muertos por disparos de soldados israelíes. El lunes,
fiesta de Eid, tras el fin del Ramadán, más de 45 000 palestinos, la
mayoría jóvenes, se reunieron en la Explanada de las Mezquitas para
apoyar a la resistencia en Gaza. Es muy elocuente la consigna cantada
allí: “Una nación, un pueblo, un sueño”, lo que reafirma el apoyo en
Cisjordania a la unidad de Al Fatah con Hamás y demás organizaciones de
la resistencia.
Una
encuesta reciente revela que la mayoría en Cisjordania apoya la postura
de Hamás de no aceptar una tregua si cuando menos no se levanta el
criminal bloqueo y se pone en libertad a los presos políticos vueltos a
apresar.
En medio
de estas pruebas de barbarie israelí y heroica resistencia palestina me
llega una insólita carta dirigida a John Kerry, secretario de Estado de
Estados Unidos cuyo endoso es promovido por Amnistía
Internacional(AI), en sus páginas web oficiales. En ella se pide a
Estados Unidos “que suspenda urgentemente las trasferencias de armas a
Israel y contribuya a asegurar que la ONU impone(sic) un embargo a
’todas las partes’ en conflicto”.
AI
intenta tomar una postura equidistante ante una situación ante la que
no caben medias tintas. Su propuesta descontextualiza histórica,
jurídica y políticamente el conflicto palestino-israelí donde los
primeros derechos humanos a enarbolar son los del pueblo palestino a
tener una patria y a defenderla con las armas en la mano.
AI
no menciona la ocupación israelí, el hecho central del que se derivan
la masacre actual y, en consecuencia, habla de “grupos armados
palestinos que han lanzado una ola de ataques indiscriminados con
cohetes contra Israel” utilizando un léxico y una vara de medir
semejante a los de CNN y Fox News. Solo le faltó llamarlos terroristas.
Desde
esa óptica es lógico que pida un embargo de armas por igual cuando es
inadmisible la comparación entre una fuerza ocupante dotada por
Washington de las armas más modernas y mortíferas y otra de resistencia
como la palestina con recursos bélicos sumamente precarios y
deficientes.
¿Por
qué AI no pide el fin de la ocupación israelí en Palestina en
cumplimiento de varias resoluciones de la ONU? ¿Por qué no pide el
desarme nuclear de Israel,
poseedor ilegalmente de un considerable arsenal de ese tipo? ¿Por qué
no defiende el derecho de los palestinos a rechazar la ocupación por
todos los medios, incluyendo la lucha armada, si ese derecho lo reconoce
la Carta de la ONU?
No hay comentarios:
Publicar un comentario