sábado, 23 de agosto de 2014

Barack Obama y sus acciones contra #Cuba. #USAIDvsCuba

Tomado de Cuba Por Siempre.
Por Arthur González.

Cuando Barack Obama asumió la presidencia de Estados Unidos, muchos incautos pensaron que cambiaría la política de terrorismo de estado que su país había impuesto contra Cuba desde el 1ro de enero de 1959, pero todos se equivocaron. El ser negro y demócrata no cambiaron en él su condición de político ligado a los intereses de la clase dominante y del complejo militar industrial; de no ser así ni siquiera hubiera sido electo como candidato de su partido. La vida demostró que Obama ha sido uno de los Presidentes que más acciones subversivas ha ejecutado contra Cuba, y en algunos aspectos el peor de todos.

No fue casual la llamada telefónica que le efectuó a Ileana Ros-Lehtinen, miembro de la mafia terrorista anticubana, para pedirle trabajar juntos en el caso cubano. Quizás también soñara en ser el Presidente que logró destruir a la Revolución de Fidel Castro.

Su primera medida fue la de eliminar las restricciones de los viajes familiares a Cuba y el aumento de la cantidad de dinero que podían remesar; pero no fue por ser más humano ni sensible, sino como parte de la política subversiva que pretende “promover en Cuba los intereses y valores estadounidenses, con el fin de acelerar el día en que una Cuba plenamente democrática, pueda asumir una relación normal y amistosa con Estados Unidos”, siguiendo las recomendaciones de los analistas del Council Foreign Relation.

De inmediato aprobó un presupuesto de 20 millones de usd anuales, para actividades y planes de subversión política ideológica que deben ejecutar los contrarrevolucionarios en la Isla; además de otros millones para Programas de Acción Encubierta de la CIA, que tienen como blanco fundamental a la juventud cubana.

Entre las actividades más destacadas está el abastecimiento financiero para la creación del grupúsculo contrarrevolucionario UNPACU, Unión Patriótica de Cuba, en Santiago de Cuba, con vistas a la realización de actos provocativos callejeros que trasladen la idea virtual de una contrarrevolución “fuerte y unida”, en la propia ciudad que sirvió de escenario principal al Movimiento 26 de julio, comandado por Fidel Castro. Lo mismo hizo con las llamadas Damas de Blanco, añejas asalariadas del gobierno yanqui.

En cuanto a la Guerra Económica contra Cuba, sobrepasó como ninguno de los diez Presidentes que lo antecedieron, la persecución a los Bancos Internacionales y el monto de las multas impuestas a estos y a empresas extranjeras que negocian con la isla, cifras impensables en el siglo XX, como las del Banco Francés BNP Paribas, ascendente a 10 mil millones de dólares, dejándolo al borde de la quiebra por el “delito” de haber ejecutado algunas transacciones con bancos cubanos.
 
Su objetivo es lograr el “desencanto y el desaliento” del pueblo, en especial de las nuevas generaciones de cubanos, e impedir la satisfacción de sus necesidades mediante la escasez de productos. Al mismo tiempo incrementar las matrices de opinión internacional sobre el “fracaso” de la economía socialista, siguiendo las recomendaciones del Council Foreign Relation de que con esa estrategia “se lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.

Referente a los Programas de Acción Encubierta, Obama suma ya un buen aval, solo comparado con el presidente J.F.K y sus planes “Mangosta” y “Doble Vía”.

En este tema, aprobó toda la estructura para potenciar a Yoani Sánchez Cordero, transmutada de filóloga emigrada en España a una bloguera multipremiada con más de medio millón de dólares, gracia a la CIA.

Igual soporte financiero y material aprobó para la conformación de los contrarrevolucionarios Antonio González-Rodiles, con su proyecto Estado de SATS y del ingeniero informático Eliécer Ávila, caricatura de un campesino disidente convertido a la fuerza en “político”, que pretende dirigir un nuevo partido.

Para estos tres elementos aprobó elevados presupuestos con el fin de potenciarlos internacionalmente y poder atraer a la juventud cubana insatisfecha por carencias materiales.

El Presidente Barack Obama autorizó la conformación en Cuba de proyectos para provocar una rebelión popular, similares a las inducidas en países del Medio Oriente donde existían gobiernos no aceptables para Estados Unidos.

En este orden, crearon el Twitter cubano “Zunzuneo” e iniciaron el envío de jóvenes latinoamericanos y europeos que fueran capaces de identificar y preparar a jóvenes cubanos como futuros “líderes comunitarios” e incentivar expresiones públicas contra el gobierno. 
 
Estos enviados se enmascararon como supuestos turistas y arribaron a suelo cubano con todos sus gastos pagados por agencias federales, como la USAID y la NED, distribuyendo teléfonos celulares, laptops, memorias flash, discos externos, dinero, e impartieron cursos de adiestramiento de cómo actuar en contra de las autoridades.

Como antecedente está el caso de Alan Gross, norteamericano contratado por la USAID para la instalación ilegal en Cuba de medios de comunicación de alta tecnología, que permitiera la transmisión y recepción satelital mediante redes de comunicaciones WIFI, las que intentaron conformar en la isla a través de otro norteamericano, quien introdujo antenas enmascaradas como tablas de surf.

La misión diplomática norteamericana en La Habana incrementó la preparación a los elementos contrarrevolucionarios, mediante cursos de “liderazgo”, “periodismo”, el uso de las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones, a partir de videoconferencias.

Otra de las líneas subversivas ejecutadas bajo la presidencia de Obama, ha sido la labor de influencia sobre los nuevos trabajadores privados, con apoyo de la jerarquía católica y de cubanos residentes en Miami, impartiendo cursos dentro de los recintos religiosos con vistas a crearles una mentalidad capitalista y destruir el socialismo cubano.

No por gusto a Obama lo califican como el “Guerrero en Jefe”, porque unido a todas sus acciones contra Cuba, están las guerras que ha desatado en el mundo, algo muy superior a todo lo hecho por George W. Bush.

Los asesores de Obama, el Director Nacional de Inteligencia, el Jefe de la CIA y el director de la Agencia de Inteligencia para la Defensa, no se percatan de cuan errada es la política estadounidense hacia Cuba.

Mientras más medidas de Guerra Económica apliquen pretendiendo matar por hambre a los cubanos, más rechazo tendrán de un pueblo que sabe leer, escribir y conoce perfectamente lo que sucede y quienes son sus verdaderos responsables.

La USAID al ejecutar las medidas que años atrás hacía la CIA, se gana el mismo desprecio. En el presente y en el futuro no habrá cubanos ni cubanas que no los condenen por su crueldad, como los principales violadores de los derechos humanos del mundo.

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