Por Julio Pereira.
El contraste entre la Venezuela que recibió
líder socialista Hugo Chávez al asumir la presidencia en 1999 y la
actual radica en el desarrollo de un entramado de políticas y acciones
de carácter social, que han servido para mejorar las condiciones de vida
de la población.
En la primera década de revolución, la pobreza extrema, indicador que
registra los hogares cuyos ingresos ni siquiera alcanzan para cubrir
los costos de los alimentos mínimos que requieren para su alimentación,
se ha reducido en más de 16 puntos porcentuales, refieren datos del
Instituto Nacional de Estadística (INE).
De hecho, las políticas sociales que se han aplicado a través de las
misiones han logrado una disminución de la pobreza general que ascendía a
43 %, medidas por la línea de ingreso hasta 27,3% para 2013.
Esta tendencia es refrendada por la medición estructural de la
pobreza, que registra aspectos como el hacinamiento, viviendas
inadecuadas y sin servicios, los hogares con niños de 7 a 12 años que no
asisten a la escuela y alta dependencia económica, que mantiene una
sostenida tendencia descendente desde 1998.
En este sentido, los hogares con niños que no asisten a la escuela
disminuyeron de representar 1,8% en 1998 a 0,7 % en 2013; los hogares en
hacinamiento crítico de 14,6% a 9,5%; en viviendas inadecuadas de 6,6% a
4,5%; en viviendas sin servicios básicos de 15,7% a 8,9% y con alta
dependencia económica de 6,2% a 3,1%.
Este avance, en el aspecto social, continúa avanzando actualmente con
el perfeccionamiento de los programas que desarrollan las misiones y en
el cumplimiento de la vinculación del gobierno con la responsabilidad
hacia los ciudadanos.
El sostenimiento de estas misiones y políticas sociales está
relacionado directamente con una serie de aspectos de carácter
económico, que ha permitido al gobierno destinar 64% de sus ingresos
totales a atender las necesidades de la población.
Aquí destaca la transformación de la política petrolera, que antes de
1999 se guiaba por aspectos volumétricos y en la actualidad se ha
transformado en favor de defender los intereses de las naciones
productoras en especial a través de la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (Opep), lo cual ha contribuido a la
estabilización de los precios internacionales de los hidrocarburos.
Paralelamente, se ha alcanzado el rescate del control de la actividad
petrolera- desde el punto de vista del régimen tributario y legal- que
ha permitido mejorar la captación de renta petrolera. Esto ha logrado el
aumento significativo de los recursos invertidos en el área social; lo
que representa más de 632 mil millones de bolívares destinados a
proyectos sociales.
En este sentido, se han desarrollado instrumentos financieros que han
fortalecido esta nueva visión y forma de manejo de recursos; como en
2001 cuando se creó el Fondo de Desarrollo Económico y Social (Fonden)
que ha servido como instrumento para el financiamiento de proyectos para
la construcción y dotación de servicios de salud, de vivienda. Este
fondo obtiene sus recursos de excedentes de la venta petrolera a través
de Pdvsa.
Posteriormente en 2005 se creó el Fondo Conjunto Chino-Venezolano,
que a su vez presta sus servicios para el impulso de grandes proyectos
de infraestructura que han servido como propulsores de la economía y del
empleo.
Muchos de estos programas están dirigidos a la provisión de servicios
sociales, en especial en barriadas y comunidades populares que antes de
1999 estaban totalmente desasistidas, para atender necesidades que
registra el pueblo de alimentación, salud, educación, viviendas,
culturales.
Asimismo, la inversión social ha permitido la disminución de
indicadores tan importantes como la proporción de niños menores de 5
años con peso inferior al normal al menos a la mitad entre 1998 y 2013
así como del Indice de Prevalencia de la subnutrición de 21% para el
biaño 1998-2000 hasta 2% para 2010-2012, lo cual coloca al país con muy
baja inseguridad alimentaria, registran datos del Instituto Nacional de
Nutrición, reconocidos por la Organización de Naciones Unidad para la
Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
Los estudios recientes sobre el incremento en el acceso de los
alimentos para la población venezolana revela que 95,4% de la población
tiene acceso a tres y más comidas al día. Así como la disponibilidad
energética en la dieta del venezolano se incremento de 2.202
kilocalorías hasta 2.953 para 2012.
En aspectos tan sensibles para la vida cotidiana de las familias como
el acceso a los servicios de agua potable y servida, ambos casos han
registrado un significativo incremento de representar 80% y 62%
respectivamente en 1998 hasta 95%y 84% de la población para 2012.
De igual manera, la matrícula escolar actualmente supera los siete
millones 878 mil estudiantes, de los que más de seis millones 200 mil
estudiantes pertenecen a instituciones educativas públicas y el resto a
privadas. Por su parte, la matrícula universitaria se incrementó de
862.862 en 1998 a más de dos millones 629, datos que son reconocidos por
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Otros de los aspectos en los que se continúa avanzando tienen
relación con el reconocimiento de la población en general, y en especial
de los sectores más desfavorecidos, en su derecho para asumir de forma
más activa la participación y su organización para el desarrollo y
aplicación de políticas públicas.
Además de proceso constituyente que permitió la elaboración de una
Constitución en 1999, de forma progresiva se ha venido construyendo un
conjunto de leyes que dan piso jurídico a la participación popular que
fortalecen el ejercicio del Poder Popular, como los Consejos Comunales,
Comunas, Sistema Económico Comunal, Contraloría Social y Planificación
entre otras.
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