jueves, 18 de diciembre de 2014

Las palabras de Obama no borrarán la historia de agresiones, pero en ella sí se escribirá que nuestros Cinco Héroes son indiscutibles Titanes.



Por Gustavo de la Torre Morales

Este pasado 17 de diciembre de 2014, de manera casi simultánea, los presidentes de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de Estados Unidos, Barack Obama, anunciaban a la luz pública los pasos de normalización en las relaciones diplomáticas de ambos países, poniendo un fin a toda una larga temporada de aislamiento.


Sin negar el valiente paso que ha dado Barack Obama, quien a su vez sancionó que la política aplicada contra Cuba era un fracaso al decir este 17 de diciembre: En el cambio más significativo de nuestra política en más de cincuenta años, terminaremos con un enfoque obsoleto que por décadas fracasó…”; permite abrir puertas en las relaciones pueblo-a-pueblo y al mayor acercamiento de las familias separadas por algo más que el estrecho de la Florida, reclamo extendido desde hace años por las familias de ambos lados y desde el mismo gobierno de Cuba.


El pueblo y el gobierno cubanos nunca han sido enemigo del pueblo norteamericano, más bien siente respeto por el mismo; ya que no podemos olvidar que fue el pueblo quien acogió a Fidel Castro en su primer viaje a Estados Unidos y lo hospedó en el Hotel Santa Teresa, en Harlem. En ese país hay varios movimientos que sostienen solidaridad con Cuba, entre ellos Pastores por la Paz y no se puede dejar de mencionar que hoy en día hay más de 200 norteamericanos estudiando en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba y que gozan de todas las garantías.


Sin embargo, como expresó el propio General de Ejército y Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro, en comparecencia en vivo a los medios de información, este paso es un gran avance, pero no resuelve el principal problema: el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.


Sabemos que Barack Obama no puede derogar el Bloqueo sin la aprobación del Congreso y enfrentando a un mayoritario sector que aún sigue inclinado por una política de agresiones y distanciamiento, el cual ha encontrado en este proceder un negocio lucrativo; además, un sector que sostiene como condicionamiento para dichas relaciones, el que Cuba posibilite, en concesión de principios, el cambio del sistema político económico en el país.


A pesar de las expectaciones existentes sobre cómo se desarrollarán los siguientes pasos para esa normalización de las relaciones, es de reconocer que es un paso positivo, el cual posibilita un mejor escenario para la derogación de esa política de genocidio y aislamiento económico que ha caracterizado la política exterior estadounidense con referencia a Cuba; teniendo en cuenta que hay una amplia representación de empresarios norteamericanos que reclaman el cese del bloqueo, por ver en Cuba una importante posibilidad de inversión y negocio.


El paso dado por Barack Obama es también una respuesta a intentar recuperar la “confianza” en la propia región que tiempo atrás veía como su “traspatio”. Las palabras del presidente Obama demuestran que quienes realmente se encuentra aislado es Estados Unidos con su política de bloqueo contra Cuba: “… ninguna otra nación se ha unido a nosotros para imponer estas mismas sanciones”. La muestra más contundente de que Estados Unidos se queda cada vez más solo se vivencia en las 22 ocasiones que durante estos años la mayoría de los países le dicen ¡No al bloqueo! En la última votación, en octubre pasado, el único respaldo recibido fue por su cómplice en genocidios: Israel. 



Los nuevos procesos de transformaciones sociales y políticos soberanos, en América del Sur, imponen la necesaria presencia de Cuba, como actor fundamental, en los organismos regionales donde Estados Unidos es miembro. Además, en la región ha sido Cuba la protagonista en la práctica de políticas humanitarias de solidaridad desinteresada con otros países y también en la creación de organismos económicos y políticos de Unidad regional, en los que por supuesto Estados Unidos no logra ni voz ni voto, siendo únicamente éste el único país que se está auto aislando.


Independientemente que la alocución de Obama es novedosa en la historia de las relaciones entre Estados Unidos con Cuba, desde hace ya 55 años; igualmente es motivo de recelo, por ser contraproducente, paradójico e irónico que el presidente norteamericano diga que es de orgullo nacional que Estados Unidos ha apoyado la democracia y los derechos humanos en Cuba en estas cinco décadas”; en un intento de borrar con pausadas palabras un largo historial de agresiones y crímenes por actividades terroristas provenientes de suelo norteamericano y con el amparo de instituciones gubernamentales, como es el caso de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).


Otorgando la importancia merecida a que las familias cubanas y cubano-americanas en ambos lados del Estrecho de la Florida encontrarán mayores facilidades de contacto con esta nueva posición en las relaciones diplomáticas; pero el principal punto de ebullición, de alegría en toda Cuba y en la comunidad cubana en el exterior, así como en los diversos movimientos de solidaridad con Cuba, fue la libertad por parte de  Estados Unidos de los tres cubanos, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez, del grupo de Los Cinco, que hasta ayer se encontraban aún en prisiones norteamericanas. Un infortunio carcelario sufrido junto a sus hermanos René González Sehwerert y Fernando González Llorg, por el único “delito” de defender a Cuba y al pueblo cubano de los planes de agresiones perpetrados por organizaciones terroristas ancladas en suelo estadounidense y que operan bajo el resguardo de la CIA.


La llegada de nuestros héroes, se convierte de hecho en motivo de júbilo, de celebración, de máxima alegría para todos aquellos que de una manera u otra han puesto sus esfuerzos, desde Cuba y el exterior por medio de movimientos de solidaridad, para terminar con ese barbárico encierro que se extendió por 16 duros años. Mucho más nos alegra porque es una libertad ben merecida a  cinco hombres que supieron mantener firmes sus principios en cada momento por difícil que fuese, afrontando todas los inhumanos trances que conllevó la prisión en cárceles de máxima seguridad, aislamientos injustos en celdas de castigo, sin acceso a sus abogados por momentos o sin permiso a ver familiares (como es el caso de Gerardo Hernández), bajo un proceso judicial en Miami, amañado y manipulado por la prensa al servicio del capital e intereses anticubanos por una mano y omitido o tergiversado por la otra.


El compañero Fidel Castro, sentenció “¡Volverán!” en julio de 2001 y como siempre, sus palabras se hacen realidad una vez más con la llegada de Ramón, Gerardo y Antonio a la Patria. René y Fernando ya habían llegado con anterioridad.


Finalmente, Cuba obtiene otra gran victoria, la gloria que celebramos es saber que nuestros cinco héroes, nuestros cinco hermanos y compañeros ya están en casa.


Ha triunfado la dignidad, la fortaleza de principios, la lucha por los derechos de los pueblos a defender su soberanía y el derecho a decidir un camino propio. 



Gracias Ramón, Fernando, Gerardo, Antonio y René por el sacrificio. Ustedes son irrebatibles ejemplos que se tornan en ondeantes banderas de firmeza para continuar con el camino que aún hay que recorrer. 

Contar con hombres como ustedes, de la estirpe de los Maceo, indiscutibles Titanes, nos hacen sentir orgullosos de ser cubanos y nos convencen en la inquebrantable convicción de sostener sobre cualquier sacrificio, la defensa de la Patria y con ella a la Revolución cubana.

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