El General de Ejercito Raúl Castro Ruz (I), Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba(CC PCC), y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, recibe a nuestro héroe Gerardo Hernández Nordelo (D), a su arribo a la patría, en La Habana, el 17 de diciembre de 2014. AIN FOTO/ Estudios Revolución |
Gerardo
Hernández: El amor fue la esencia de nuestra resistencia
Gerardo Hernández agradeció este jueves las acciones
del pueblo latinoamericano que propiciaron la liberación de Los Cinco, en
declaraciones al programa informativo de la Televisión cubana Mesa Redonda.
“No
podemos decir que el regreso de Los Cinco se dio por una cuestión específica,
sino que todo tiene una relación, todo se concatenó, para que este día se
hiciera fue necesario un gran cúmulo de esfuerzos de distintas índoles”, dijo.
Las
manifestaciones a favor de su libertad por parte del pueblo latinoamericano,
con marchas y eventos, incluso en las afueras de la Casa Blanca, en Washington,
Estados Unidos, forman parte de logro de su liberación, añadió.
“No se
puede achacar el éxito a un solo esfuerzo aislado, todo esfuerzo en su conjunto
influyó. Pienso que el trabajo solidario de las diferentes organizaciones del
mundo fue algo fundamental de lo que estaremos agradecidos todo la vida”,
expresó.
Bromas y emociones
Fue el
último en llamar a la Mesa Redonda y empezó el diálogo felicitando a los
panelistas por los 15 años del programa. Discúlpenme, pero desde ayer (el
miércoles) estoy casi sin voz, medio disfónico. Estos momentos que estamos
viviendo no sé cómo describirlos. Estamos inmensamente agradecidos y orgullosos
por la recepción de nuestro pueblo.
Se le
rompió un cinto (“parece que por tanto tiempo guardado”, bromeó) y entraron a
una tienda a comprar uno. Aquello fue apoteósico, la gente quería hacerse
fotos, saludarlos, abrazarlos.
Gerardo
contó que el compañero de seguridad del establecimiento no podía controlar la
situación y le decía: “Tenemos que salir de aquí, rápido”. Pero el Héroe no
podía negarse a tanto pueblo, a tantas muestras de cariño, de gratitud por su
entereza, por su estoica resistencia. “Si tú quieres me sacas cargado, pero yo
no puedo irme así”, le respondió Gerardo al agente de protección.
“Pasamos
la página de los sufrimientos, de los abusos en la cárcel”, dijo. Mencionó a
algunos amigos que ya no están: Compay Segundo, César Portillo de la Luz, su
mamá. ”Perdón, ellos sí están con nosotros. De alguna manera están aquí en
estos momentos”.
Dijo
que sin el amor de Adriana no hubiera podido resistir. Ella es la mayor
inspiración de mi vida. “El amor fue la esencia misma de nuestra resistencia”.
¿Y las
caricaturas? ¿Volverás a hacerlas?, le preguntó Randy Alonso, director de la
Mesa Redonda: “He pensado mucho en eso; no soy bueno, más que de carrera, soy
un caricaturista a la carrera, pero me gusta dibujar, hacer chistes. Si tengo
tiempo y encuentro quien las publique, lo haría”.
Nuestro héroe Ramón Labañino(I), con su esposa Elisabeth, a su arribo a la patría, en La Habana, el 17 de diciembre de 2014. AIN FOTO/ Estudios Revolución/ |
Ramón
Labañino: Todavía no nos creemos que estemos aquí
“Es un
honor dirigirme a nuestro pueblo. Esta es una victoria de nuestro pueblo, de la
dirección de la Revolución, del movimiento de solidaridad internacional”, dijo Ramón
Labañino al intervenir en la Mesa Redonda.
Envió un
abrazo a todos los que les escribieron, a los que hicieron llamadas, a quienes
cada día 5 enviaban mensajes para exigir su liberación: “Esta es una obra colosal.
Cada granito de arena construyó un gran castillo. Estamos profundamente
emocionados. Todavía no nos creemos que estemos aquí”.
“Uno
piensa que está preparado para momentos como estos, pero no es cierto, uno
nunca está preparado. Es hermoso estar libre, estar vinculados a sucesos tan
trascendentales para nuestra Patria, dijo.
Admitió
que pudieron abrazar al Comandante en Jefe. Fue un abrazo “enorme, profundo”.
También pudieron abrazar a Raúl. En ello iba “el amor que sentimos hacia todo
nuestro pueblo”.
Randy
Alonso, el director de la Mesa Redonda, le preguntó lo que mucha gente quería
saber, tras verlo cojeando al descender del avión: ¿Cómo te sientes de salud?
“Yo estoy
entero; estoy firme. Me enderezó el olor a Patria. Que no se preocupe nadie,
estoy listo para las próximas misiones porque somos, primero que todo, soldados
de la Patria”.
Aseguró
que la pelea sigue y la unidad de nuestro pueblo es trascendental. Estamos
convencidos de que vamos por el camino correcto.
“Perdonen
la similitud, pero esta ha sido una epopeya agramontina del pueblo de Cuba,
similar al rescate de Sanguily. Y como decía el Comandante: ¡Venceremos!. ¡Y ya
vencimos!”.
Nuestro héroe Antonio Guerrero (D), con su madre Mirta, a su arribo a la patría, en La Habana, el 17 de diciembre de 2014. AIN FOTO/ Estudios Revolución |
Antonio Guerrero: No estuvimos ni solos ni presos
“No hay
palabra para describir la felicidad», afirmó Antonio Guerrero al intervenir en
la noche de este jueves en el programa televisivo Mesa Redonda.
Hemos
vuelto con el pecho lleno de conciencia, estamos dispuestos a echar parlante en
cualquier nueva tarea que se nos dé, dijo.
Hay que
seguir pensando en un socialismo más fuerte. La Revolución jamás ha dejado solo
a ninguno de sus hijos, recordó, y aludió a su mamá, Mirta Rodríguez, quien
supo decirle a tiempo, al hablarle de lo que algunos intuían en el ambiente
político, tal vez para que las sorpresas no fueran todas de un tajo: “Ay, mi
hijo, las cosas están cambiando”.
“Yo tenía
la convicción de que mami iba a estar aquí en La Habana y que iba a vivir
muchos años. Hay muchas facetas de mi madre. Estamos en un presente que es
infinito, que lo convertiremos en alegría, en energía”.
“Al haber
estado defendiendo la humanidad, defendiendo la inocencia y defendiendo los
valores de la revolución demostramos al mundo la calidad humana con que nos
había formado esta Revolución a nosotros”, expresó.
Guerrero
señaló que durante su estancia en prisión el pueblo cubano siempre le demostró
su apoyo y los hizo sentir que “nosotros ni estábamos solos, ni estábamos
presos”.
Manifestó
que estaba consciente de que su madre, Mirta Rodríguez, lo estaría esperando en
Cuba e indicó que siempre fue su ejemplo y su fuerza para seguir adelante.
“Hemos borrado el pasado en pocas horas y estamos en un presente infinito que
lo convertiremos en una energía constante”, enfatizó.
Recibió la
noticia de que viajaría a La Habana a las 5:30 de la mañana. “Me dijeron que
tenía que prepararme”. Y envió un último mensaje de la prisión, inmediatamente
después de que le hicieran saber que tenía que empacar.
En más de
una ocasión, Antonio tuvo elogios y muestras de agradecimiento para los
camaradas de todo el planeta que hicieron del caso de los Cinco una razón de
lucha. Recordó, entre ellos, al trovador Vicente Feliú, de quien dice que ha de
cantar, con renovadas inspiraciones; a Los Novo; al pintor Nelson Domínguez.
En la prisión encontró en el arte una manera de
luchar, de dar batalla: “Nunca pensé que fuera tan útil”.
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