Por AP
WASHINGTON.—El presidente de la Comisión de Servicios
Armados del Senado de Estados Unidos, el demócrata Carl Levin,
presentó una nueva prueba de que el expresidente George W. Bush había
mentido al país para llevarlo a la guerra con Irak.
“Hubo una campaña acordada por parte del gobierno de George W. Bush
para vincular a Irak con el horror de los ataques del 11 de septiembre
en la opinión pública. Esa campaña tuvo éxito”, insistió Levin ante el
pleno del Senado, según recoge AP.
Asimismo, acentuó que las encuestas de la época revelaban que un 70 %
de la población estaba segura de que el exlíder iraquí, Saddam
Hussein, estaba involucrado en los atentados.
Levin recordó cómo el 9 de diciembre del 2001, el entonces
vicepresidente Dick Cheney apareció en el programa Meet the Press para
decir: “Está bastante confirmado que Mohamad Atta fue a Praga y se
reunió con un funcionario de alto rango del servicio de inteligencia
iraquí en abril pasado, varios meses antes del ataque”. Atta fue el
hombre que encabezó el secuestro de los aviones usados en el ataque del
11-S.
“Las conexiones entre Saddam y el 11-S o Al Qaeda eran ficción”,
puntualizó Levin y presentó como prueba un cable que recibió del
director de la CIA, John Brennan. El documento señala que es posible que
dicho encuentro hubiera tenido lugar, pero que no fue en Praga en las
fechas mencionadas, ya que Atta se encontraba en EE.UU. por aquellos
días.
El mismo cable detalló que la información sobre la presunta reunión
provenía de una sola fuente y que la CIA advertía en aquel momento que
era muy probable que fuera falsa. “No existe un solo experto
antiterrorista o del FBI que haya dicho que tiene evidencia o
conocimiento de que Atta ciertamente estuvo en Praga. De hecho, el
análisis ha determinado más bien lo contrario”, concluyó el documento.
Este jueves se supo además que el expresidente estadounidense
George W. Bush (padre) defendió públicamente a la Agencia Central de
Inteligencia (CIA), que se encuentra hoy en medio de un escándalo por
emplear métodos brutales en sus interrogatorios.
El exmandatario fue director de la agencia de espionaje de 1976 a
1977, un periodo polémico y caracterizado por acusaciones de aplicar
métodos abusivos. Mientras Bush dirigía la CIA se recrudecieron las
acciones terroristas de grupos extremistas de origen cubano que
operaban en Estados Unidos y otros países de América Latina y el
Caribe.
El reciente informe del Senado reveló las crueles torturas
aplicadas por los oficiales de la CIA después de los atentados en Nueva
York y Washington, el 11 de septiembre del 2001, a prisioneros
supuestamente acusados de terrorismo, las cuales se llevaron a cabo
durante el gobierno de George W. Bush, hijo del exmandatario.
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