Félix Báez (a la derecha) con su esposa Vania Ferré, y su hijo Félix Alejandro. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate |
Por:
Ismael Francisco, Rosa Miriam Elizalde.
El médico cubano
Félix Báez, que contrajo Ébola
mientras atendía a pacientes en Sierra Leona y se recuperó en Ginebra, manifestó
su decisión de regresar al país del África Occidental donde prestaba sus
servicios: “Yo terminó lo que empecé. Regreso a Sierra Leona”, dijo.
Báez llegó a La
Habana este sábado, en un vuelo regular de Air France, que arribó a la Terminal
3 del Aeropuerto Internacional José Martí, a las 6:10 pm (hora local, 21:00
GMT), y fue recibido por el Ministro de Salud de Cuba, Dr. Roberto Morales y
otras autoridades sanitarias del país.
Los
médicos del Hospital Cantonal de Ginebra (HUG), donde fue atendido,
dictaminaron el viernes en un comunicado que el cubano estaba libre del virus:
“La mejoría, que fue confirmada por exámenes de laboratorio muy especializados,
permite que el paciente deje el país y viaje sin ningún temor de que haya un
contagio”, señaló la declaración.
“Estoy muy contento de haber regresado a la patria”, fueron las primeras palabras de Báez en un contacto con la prensa que lo esperaba en la terminal aérea. El médico, especialista en Medicina Interna de 43 años, llevaba una camiseta azul con el logotipo del HUG, hospital al que agradeció la “extraordinaria atención que me brindó en Ginebra” y que “tomó medidas radicales desde el punto de vista clínico, que me permitieron salir adelante”.
“Estoy muy contento de haber regresado a la patria”, fueron las primeras palabras de Báez en un contacto con la prensa que lo esperaba en la terminal aérea. El médico, especialista en Medicina Interna de 43 años, llevaba una camiseta azul con el logotipo del HUG, hospital al que agradeció la “extraordinaria atención que me brindó en Ginebra” y que “tomó medidas radicales desde el punto de vista clínico, que me permitieron salir adelante”.
Acompañado de su
esposa Vania Ferré y su hijo mayor, Félix Alejandro, el médico agradeció las
atenciones que recibiera de las autoridades de Sierra Leona y de Ginebra, que
estuvieron continuamente al tanto de la evolución de su enfermedad, al pueblo y
al gobierno cubano que lo acompañaron con “enorme solidaridad” y a la
Organización Mundial de la Salud, que dispuso trasladarlo al Hospital de
Ginebra para continuar el tratamiento con mayores cuidados, después que el
diagnóstico del Ébola que padecía dio positivo en país africano donde Báez
cumplía misión.
“La atención del
Hospital fue magnífica. Tenía la total convicción de que me iba a salvar, y que
iba a regresar”, aseguró el médico. Y añadió: “Era mi compromiso, regresar,
como es el de todos los médicos de la Brigada (Henry Reeve): todos debemos
regresar a Cuba sanos y salvos”.
Afirmó que el viener, tras ser dado de alta, “tuve la
oportunidad de dar una paseo por la ciudad de Ginebra, con los compañeros de la
Embajada”, quienes le dedicaron un poema que leyó, emocionado, a los
periodistas.
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