Manifestantes exigen terminar con la violencia policial innecesaria contra minorías étnicas en Estados Unidos (Pat Barcas). |
Por Álvaro Fernández.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA) nunca se cansa de decirnos que
las armas de fuego no matan a la gente. En esencia, es cierto. Alguien
tiene que apretar el gatillo para que el arma funcione.
Así que me gustaría ofrecer un nuevo lema a la NRA, y lo hago
gratuitamente, que pudiera ayudarla en su interminable campaña para
poner más armas en manos de todos los norteamericanos: “Las armas no
matan a la gente… con demasiada frecuencia lo hacen los agentes de
policía”.
Cualquiera que vea televisión, lea periódicos, revise la Internet o
tenga amigos en Facebook sabe de la decisión del gran jurado de Ferguson
de exonerar al agente de policía Darren Wilson de cualquier fechoría
por haber matado a Michael Brown, un muchacho negro de 18 años. Entre
los hechos del caso están:
- Brown NO llevaba un arma;
- el agente de policía hizo numerosos disparos, al menos siete de los cuales hirieron a Brown;
- el agente Wilson asegura que Brown lo golpeó varias veces, pero no se encontró una sola marca en su rostro o en el cuerpo; y
- varios testimonios de testigos, cuya veracidad la cuestionan algunos, declaran que Brown había levantado las manos cuando se hicieron los disparos finales.
Desde que el gran jurado pronunció su decisión, hemos visto las fotos
y los videos de personas que protestan, algunos amotinados, en las
calles de Ferguson, Missouri, y en otras ciudades por todo Estados
Unidos. Locales de negocios, vehículos policiales y otras propiedades
han sido destruidos en las acciones. Las organizaciones noticiosas
principales han entrevistado a “expertos” y han hecho llamados a la paz
en las calles. Hasta el presidente Obama habló inmediatamente después de
la decisión pidiendo calma al público norteamericano.
Ferguson, Missouris |
Por supuesto, siempre existe el argumento de reserva cuando los
manifestantes aparecen en las calles de este país. He oído a varios
comentaristas en CNN y Fox decir que muchos de los revoltosos son
agitadores de fuera. Han sido descritos como anarquistas y también como
miembros del Partido Comunista, las Nuevas Panteras Negras, Occupy Wall
Street y otros.
Pero aún no he escuchado que las personas a quienes se debe culpar
son los propios policías. Los policías son presentados como héroes que
se contienen. Por supuesto, se contienen mientras las cámaras de TV
siguen cada uno de sus movimientos. Porque si no hubiera cámaras, me
atrevería a decir que unos cuantos más “alborotadores” serían
“eliminados”.
La decisión de Ferguson no me sorprendió. ¿Por qué iba a hacerlo?
¿Hemos olvidado cuando casi mataron a golpes a Rodney King? Y para los
que vivimos en Miami, los disturbios de Miami en 1980, cuando Arthur
McDuffie, un hombre negro, fue muerto por agentes de policía que le
quebraron el cráneo “como un huevo” por ir demasiado rápido en una
motocicleta. En ambos casos, el gran jurado puso en libertad a los
policías.
Tampoco sería sorpresa para ustedes si supieran que desde la muerte
de Michael Brown, el 1 de septiembre de este año, otras 83 personas han
muerto a manos de agentes de policía en EE.UU., según el Washington Post.
El hecho, como lo explicó en Talking Points Memo (TPM)
Laurie Levenson, una exfiscal federal que ahora es profesora de Leyes
en la Universidad Loyola de Los Ángeles, es que “Es realmente difícil
hallar culpable a un agente de policía. Hay una súper presunción de
inocencia”. Yo agregaría: Y si la persona que la policía mata es un
negro…
Reflexionar acerca de los hechos
No hay datos nacionales confiables de cuántas personas son heridas
por agentes de policía cada año. NADA de datos. Me parece interesante,
en un país obsesionado por los datos. La ausencia de información es aún
más interesante cuando se considera que el gobierno SÍ mantiene una base
de datos de cuántos agentes mueren en el cumplimiento del deber. En
otras palabras, los agentes de policía muertos en el cumplimiento del
deber son héroes y mártires. Las personas que los agentes de policía
matan son daño colateral. ¡Y sucede con los ciudadanos negros a un ritmo
alarmante!
La revista Mother Jones cita un informe de la NAACP que
menciona que entre 2004 y 2008, en Oakland, California, hubo 45 tiroteos
en los que participaron agentes de policía. Treinta y siete de los
heridos por disparos eran negros. Ni uno solo era blanco. Y en un tercio
de los tiroteos hubo víctimas fatales. Aunque en el 40 por ciento de
los casos NO se encontraron armas.
Por el informe del Washington Post citado anteriormente,
supimos que el análisis más detallado hasta hoy de los tiroteos de la
policía fue realizado por Jim Fisher, un exagente del FBI y profesor de
justicia criminal, que ahora es autor de libros acerca de crímenes
verdaderos.
“Me sorprendió bastante no encontrar ninguna estadística”, dijo
Fisher. “La respuesta para mí es muy evidente: el gobierno no quiere que
sepamos cuánta gente es herida cada año por la policía”.
En 2011 buscó en internet varias veces al día para compilar una base
de datos de todos los tiroteos que pudo encontrar en los que había
estado implicada la policía. Finalmente logró encontrar 1 146 tiroteos
por la policía, 607 de ellos con víctimas fatales.
“Me sorprendió cuántos tiroteos, concluiría una persona razonable, eran innecesarios”, dijo Fisher.
Existe también una página en Facebook, Muertos por la Policía, citada por el sitio web FiveThirtyEight
en la que aparecen más de 1 450 muertes causadas por agentes del orden
desde su inicio el 1 de mayo de 2013 hasta la semana pasada. Eso
significa unas 3 muertes diarias, o 1 100 al año.
¿Saliéndose con la suya?
Philip Stinson, un profesor de justicia criminal en la Universidad Estatal Bowling Green en Ohio, entrevistado por TPM,
dijo que su investigación arrojó que hubo 31 arrestos de agentes del
orden no federales por asesinatos u homicidios no negligentes con arma
de fuego estando de servicio, desde 2005 hasta 2011. Eso es como cuatro
al año.
Por lo tanto, no es sorprendente que los sindicatos de policía en
todas partes están luchando en contra de la medida de colocar cámaras en
los uniformes de los agentes. Cada acción llevada a cabo por un agente
en la calle quedaría grabada para realizar una observación del hecho.
Lo he visto aquí mismo, donde vivo. Hace tres años, durante un
festival anual de fin de semana frecuentado por mujeres y hombres
negros, la policía de Miami Beach mató a un joven negro. Cien disparos
fueron hechos contra el auto del hombre. La policía aseguró que él había
tratado de atropellarlos, lo que resultó no ser verdad cuando varios
videos grabados en celulares mostraban al auto detenido. Más tarde
aseguraron que el conductor tenía una pistola –la cual apareció
misteriosamente después de buscar durante dos días en el auto del
muerto. ¿Tardaron dos días en encontrar un arma en el auto? Ningún
policía fue procesado. NI UNO SOLO. El delito del muerto, creo yo, fue
conducir siendo negro.
Finalmente, estimados que he leído dicen que hay 300 millones de
armas de fuego propiedad de norteamericanos normales en este país. Un
lugar donde los tiroteos se suceden de manera más regular; donde uno
puede entrar en una tienda WalMart y comprar un arma de fuego –algunas
de ellas diseñadas para la guerra; donde las armas de juguete a veces
parecen de verdad.
Dicho con justicia. Un agente de policía que tema por su vida también tiene el derecho de defenderse.
Sin embargo, creo que la policía en este país quiere arrasar. Las
razones son muchas. Y yo no sé si existe alguna solución. Pero si
continuamos por este camino, más tarde o más temprano Ferguson va a
parecer un paseo en el parque.
Los problemas de hoy con la policía me recuerdan a la reportera del Miami Herald
Edna Buchanan, ganadora de un premio Pulitzer, quien probablemente
entendió la mentalidad de un policía mejor que nadie. Más tarde, se
dedicó a escribir novelas policíacas que se llevaron al cine.
Ella escribió en una oportunidad que no hay mejor persona que un buen
agente de policía, y que no hay una peor que un mal policía. Creo que
en Ferguson han dejado en libertad a uno de los malos.
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