El más violador de todos los derechos

Tomado de La Isla Rebelde.

Por: Arthur González

Estados Unidos alcanzó la mayor puntuación mundial como el país más violador de todos los derechos, gracias a la información que destapó valientemente Edward Snowden, el analista de las Agencias Federales de Inteligencia, CIA y NSA.

Para el gobierno norteamericano no existen límites en cuanto infringir la ética, la moral, la amistad y las alianzas estratégicas, si su interés es la obtención de información. Esto quedó demostrado a partir del conocimiento de que sus Agencias de Inteligencias ejecutaron diferentes sistemas de espionaje electrónico, sobre los principales gobernantes de países aliados de los Estados Unidos, socios comerciales importantes y otros con los mantienen relaciones tensas o son considerados como sus adversarios.

Para aquellos que aun creían en la amistad, la decencia y la ética, ha quedado bien esclarecido que los norteamericanos solo actúan por sus propios intereses y si para lograr sus objetivos tienen que causar daño en las personas o las cosas, lo hacen sin el más mínimo pudor; de eso Cuba tiene una amplia experiencia.

En este sentido, basta con repasar las palabras escritas en el Documento preparado por la Agencia Central de Inteligencia, CIA, para el Grupo permanente del Consejo Nacional de Seguridad, el  08 de junio de 1963, titulado “Política encubierta y programa integrado de acciones propuestas hacia Cuba”, donde después de enunciar los planes de sabotajes que llevarían  acabo contra toda la economía para intentar destruir a la Revolución, aseguraban que: “Cada acción tendrá sus peligros; habrá fracasos con la consecuente pérdida de vidas y acusaciones contra EE.UU. que resultarán en críticas en casa y afuera.

Ninguna de esas consecuencias esperadas deberá hacernos cambiar nuestro curso, si el programa expuesto puede esperarse tenga éxito”.Ante este hecho tan repugnante demostrativo de lo que son capaces por alcanzar el fin propuesto, no es de asombrar su interés por obtener información de las conversaciones privadas y oficiales de presidentes como la canciller alemana Ángela Merkel, el francés Francoise Hollande, el español Mariano Rajoy y los latinoamericanos  Hugo Chávez, Rafael Correa y Dilma Rousseff, entre otros.

Llama la atención que solo unos pocos se atrevieron a plantear el tema ante la Asamblea General de Naciones Unidas, los más quedaron solo en declaraciones generales y tímidos reclamos de que cesen las intervenciones.Si hubiesen sido Rusia o China las responsables de tales violaciones, el primero en convocar al Consejo de Seguridad, exigir sanciones económicas, políticas y quizás hasta amenazarlas con acciones militares quirúrgicas, sin temor a errores, sería el Gobierno de los Estados Unidos, ellos los más reverendos violadores de todos los derechos de este mundo. 

Mientras tanto la impunidad ha quedado sin castigo, evidenciándose la prepotencia del Imperio sobre la humanidad.Por eso es importante recordar la clarividencia de José Martí, cuando el 15 de julio de 1886, refiriéndose a los Estados Unidos, escribió: “De este pueblo del Norte hay mucho que temer y mucho que parece virtud no lo es, y  mucha  forma de grandeza está hueca por dentro…”