Por José Manzaneda
Coordinador de Cubainformación.
El pasado 30 de octubre, la
Asamblea General de Naciones Unidas, por vigésimo segunda vez, condenó el
bloqueo de EEUU a Cuba casi por unanimidad -188 votos contra 2- (1).
A pesar de la contundencia de
esta resolución apoyada por toda la Comunidad Internacional, los grandes medios
apenas han recogido la noticia. Haciendo un repaso a los españoles, por
ejemplo, comprobamos que ni los diarios El Mundo y ABC, ni los canales de
televisión Telecinco, Antena 3 y La Sexta, mencionaban el asunto.
Tampoco el diario El País,
cuya última noticia sobre Cuba era la referida a la entrevista de la líder de
las Damas de Blanco Berta Soler con el Vicepresidente de EEUU Joe Biden, en la
que aquella le pedía –curiosamente- no levantar el bloqueo a Cuba (2). Las
declaraciones más extremistas de Soler, que se ha declarado admiradora de la
dictadura de Fulgencio Batista, a la que calificó como “joya de oro” (3), son
convenientemente silenciadas por El País y el resto de grandes medios
internacionales: “Lo que espero (del Gobierno de Obama) es que tenga mano dura,
mano dura con el régimen castrista. Que no esté cediendo, que no ande
flexibilizando porque (aquél) no da nada a cambio. Que el Gobierno de EEUU
mantenga el embargo para el Gobierno cubano (sic)”, decía en declaraciones
recientes (4).
El mismo día en que el bloqueo
era condenado en la ONU, varios diarios trataban de tapar la noticia con otra:
la visita de tres “disidentes” cubanos (5) a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, órgano de la OEA acusado por varios gobiernos
latinoamericanos de estar plegado a los intereses de Washington (6). Dichos
“disidentes” llegaron acompañados por Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart,
representantes de la ultraderecha cubanoamericana en el Congreso de EEUU, es
decir, el lobby que presiona para mantener y reforzar el bloqueo a la
Isla. Uno de los citados “disidentes” -Luis García Pérez, más conocido
como Antúnez- en la citada audiencia llegó a acusar al Gobierno de Cuba de
“asesinar a opositores”, mediante “muertes clínicamente inducidas". Pero,
a pesar de este tipo de disparates y de su vínculo con los políticos
norteamericanos que defienden la intervención militar en la Isla, no pocos
medios presentaban a estas personas, en la noticia, como “defensores de los
derechos humanos en Cuba” (7).
Semanas atrás, otro de estos “defensores de los
derechos humanos”, Guillermo Fariñas, participaba en Miami en un acto político
con Luis Posada Carriles, posiblemente la persona con más víctimas mortales
cubanas a sus espaldas (8). Berta Soler hacía lo propio con miembros del grupo
paramilitar Alpha 66, autor de numerosos atentados mortales en Cuba (9).
Antúnez visitaba la sede en Miami de la Brigada 2506, que agrupa a los
mercenarios que trataron de invadir Cuba en 1961 por Bahía de Cochinos (10).
Yoani Sánchez, por su parte, participaba en actos de
la Fundación Nacional Cubanoamericana, financiadora de los principales
atentados terroristas en instalaciones turísticas de la Isla durante los años
90 (11). Y era condecorada por el Consejo por la Libertad de Cuba, una de las
organizaciones que más trabajo de lobby a favor del bloqueo realiza en
Washington. No en vano Yoani Sánchez rechazaba un levantamiento del bloqueo a
Cuba “sin condiciones”. En TV Martí, canal televisivo propiedad del Gobierno de
EEUU, decía: “No estoy de acuerdo, claro está que habrá que poner condiciones,
y sobre todo creo que es un proceso largo de debate el que debe existir
previamente” (12).
Por supuesto, ninguna de estas personas sufre en lo
más mínimo el bloqueo que EEUU impone a la población cubana. No solo reciben
importantes sumas de dinero del Gobierno de Washington, a través de agencias
como la USAID, la NED o de organizaciones de Miami que, a su vez, acceden a
fondos públicos (13). Además, son eximidos de las sanciones y prohibiciones que
impone el bloqueo. Un ejemplo: el servicio de ingresos de donaciones por
Internet PayPal, de la empresa estadounidense eBay, impide cualquier ingreso
destinado a Cuba. Recientemente, PayPal anulaba la campaña para financiar la
gira por Cuba del grupo de rock alemán Cor, que había sido invitado por el
grupo cubano de heavy metal Tendencia (14). La bloguera Yoani Sánchez, sin
embargo, a pesar de residir en Cuba, tiene plenamente operativo en su blog el
servicio de abonos PayPal (15), algo que ella misma solicitó personalmente
–como fue revelado por Wikileaks- a la subsecretaria de Estado para
América Latina, Bisa Williams (16).
Los medios tendrían en el
bloqueo de EEUU a Cuba un verdadero filón de noticias y reportajes sobre los
miles de casos de familias afectadas. Un solo ejemplo de este año: decenas de
niñas y niños sufrieron cirugías toráxicas que pudieron ser evitadas si el
Cardiocentro Pediátrico William Soler de La Habana hubiera podido adquirir el
dispositivo Amplatzer, de patente estadounidense (17). Por la misma razón, en
este mismo centro de salud, 102 niñas y niños operados, con hipertensión
pulmonar, no pudieron ser tratados con gas óxido nítrico. Ninguno de estos
menores interesó a los medios, algunos de los cuales –por cierto- cuentan con
corresponsales acreditados en La Habana.
Es la enorme paradoja de los
grandes medios: la de dar a entender que sí, que el bloqueo a Cuba –por sentido
humano- debe ser levantado, pero a la vez presentar y amparar como “defensores
de los derechos humanos” a quienes lo alientan dentro y fuera de la Isla.
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