1 de mayo 2010_ Foto Roberto Suárez |
Hablar de la Revolución cubana y
no mencionar sus logros económicos, culturales y, sobre todo, sociales es como no
admitir que la tierra es un hermoso lugar que vale la pena preservar… y
fundamentalmente, porque preservarla indica la supervivencia de las diferentes especies.
El único enemigo de la tierra es
la feroz picardía de algunos en crear hambre de consumismo, aunque para ello
haya que ser un depredador de la naturaleza. Es el capitalismo el sistema
creado por la ambición de unos pocos, de esos quienes desean sentarse en la
silla del poder (económico y político_ uno lleva al otro). Un sistema de
desigualdades, de oportunismos, de sucios negocios y motivado por mezquinos
sentimientos, donde el hombre es el peor enemigo del hombre.
La triunfante Revolución cubana,
en enero de 1959, se puso como meta la emancipación del hombre, la aplicación
de leyes que igualen a mujeres y hombres, proporcionarle al ser humano derechos
elementales y donde el “ser” está por encima de cualquier “tener”.
La Revolución cubana no sólo existe
para Cuba y los cubanos, sino para el resto de los pueblos del mundo necesitados
también, y por ello pone su empeño solidario, desinteresado, cooperativo y de
hermanamiento.
Sin embargo, el camino elegido va
contrapuesto a los intereses de quienes ansían más poder y, por tanto, se
vuelve un obstáculo. Un estorbo porque significa esperanza, liberación,
igualdad, derechos… una bandera de lucha contra centros de poderes hegemónicos,
una luz de construir un mundo mejor.
En este medio siglo de Revolución,
Cuba ha sufrido miles de ataques por diferentes flancos. Antes eran ataques
bélicos o atentados contra la economía… hoy en día se intenta hacer el mayor
daño posible a través de la propaganda anticubana, desvirtuando la realidad
interna, creando falacias o exacerbando la reales necesidades existentes (pero
sin mencionar ni por asomo la principal causa: el Bloqueo Económico, Financiero
y Comercial impuesto por Estados Unidos, tan condenado en las Naciones Unidas).
Sin embargo, aún hay muchas personas
que no logran comprender la resistencia del pueblo cubano y nuestro socialismo,
la perseverancia de la Revolución cubana en preservar sus conquistas, su
reacomodamiento a las circunstancias del contexto interno y externo que vive… no
entienden el “fenómeno” cubano porque tienen la versión de los monopolios o de aquellos
que les han rodeado por intereses, en los viajes realizados a la Isla.
Si alguien desea un pequeño
empujoncito para comprender a Cuba, le dejo un fragmento de un artículo de un
teólogo ecuatoriano: Patricio del Salto, quien vio en "Cuba una reserva de ternura y dignidad de la humanidad":
“Uno se pregunta: ¿Qué es aquello que tiene este pueblo sin igual que
puede enfrentarse con dignidad a la potencia imperialista más sofisticada de
todos los tiempos? Para conocer a Cuba
por dentro no hay que quedarse solamente con las opiniones de aquellos
que rodean los hoteles o que aspiran a vivir con privilegios, (…),
solo entonces podremos acercarnos a la realidad cubana con justeza, abrir las
puertas del corazón de este entrañable pueblo y beber en su seno el néctar de
su ternura solidaria sin límites, sin hipocresía, sin fronteras. Hay que ser
sencillos, porque este pueblo disfruta en grande con lo pequeño. Cabe
perfectamente al pueblo cubano las sublimes palabras del Jesús el Cristo: "El que no se hace
sencillo como uno de estos pequeños no entrará en el Reino de los cielos…". Sí, para ingresar al cielo de la cultura cubana
hay que ser sencillos, hay que tener una escala de valores espirituales
distinta a la que inculca el capitalismo neoliberal, que todo lo ve como
mercancía. Hay que saber que sin la codicia y acumulación egoísta se puede ser
feliz y propiciar la felicidad a los que nos rodean.”
Caravana de la Victoria desde Ciudad de Santiago 2 de enero de 2011_ FOTO Miguel RUBIERA JUSTIZ |
Ciénaga de Zapata_ Foto: Kaloian Santos Cabrera |
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