El imperialismo incentiva la emigración ilegal.
Con el objetivo de desacreditar a la Revolución cubana e incentivar la
emigración, en febrero de 1961, bajo el mandato de J. F. Kennedy, nació el
Programa de Refugiados Cubanos. Después de la “crisis de los misiles” (octubre
de 1962), con la suspensión todos los vuelos entre ambos países (Estados Unidos-Cuba),
en febrero de 1963, el presidente J. F. Kennedy anuncia que “los cubanos
que lleguen a territorio norteamericano directamente desde Cuba, serían
recibidos como refugiados, mientras que los que lo hicieran por terceros países
se considerarían como extranjeros sujetos a todas las leyes migratorias”.
La inmigración ilegal sería una de las puntas de lanzas para atacar a
la Revolución cubana y presentarla ante el mundo como una “dictadura”, por la
cual, los cubanos, se veían obligados a la salida riesgosa como única vía de
salvación. Por supuesto, una salvación que se mostraría ante la comunidad
internacional, que sería “encontrada” en la tierra prometida del “sueño
americano”.
La propaganda imperialista diabolizando a Cuba como comunista siembra
temores en todos aquellos con plena ignorancia de lo que realmente significaba
el comunismo. La misma fue aprovechada en una sucia maniobra llamada “Peter
Pan”. Un vil engendro orquestado por los elementos contrarrevolucionarios
apostados en Miami, la alta jerarquía de la Iglesia Católica, la CIA y el
gobierno de Estados Unidos. La idea surgió después que directivos cubanos de la
Cámara de Comercio Americana de La Habana le solicitaran al sacerdote de la
Diócesis de Miami, Bryan O. Walsh, su intervención para enviar sus hijos a
Estados Unidos.
La oportunidad era crear el pánico sobre el rumbo ideológico que tomaba
Cuba, haciendo creer que se adoctrinarían a los niños y que los padres
perderían la custodia paterna. Radio Swan, emisora destinada para atacar al nuevo
proceso revolucionario cubano, junto a emisoras de Miami, comenzaron a emitir
programas donde se “informaba” sobre una supuesta ley de la Patria Potestad, la
cual se aplicaría a menores de meses hasta 18 años de edad. Entre diciembre de
1960 a octubre de 1962, más de 14 mil niños fueron enviados vía aérea a Estados
Unidos (algunos sin acompañamiento de padres o familiares, debido al alto coste
del vuelo de la línea aérea estadounidense Pan American).
Poco después se aprueba cerrar los vuelos de Estados Unidos a Cuba,
impidiendo que muchos padres se pudieran reunir con sus hijos; quedando éstos
en centros de acogida, en muchos casos, por el resto de los venideros años
hasta cumplir la mayoría de edad.
La propaganda anticubana y contrarrevolucionaria, los vuelos cancelados
hacia Estados Unidos por ese gobierno y familias divididas en ambos extremos
del estrecho de la Florida provocó la primera oleada irregular migratoria:
Camarioca (1965).
Para darle un carácter jurídico, el 2 de noviembre de 1966, Estados
unidos firma la Ley de Ajuste Cubano: la misma permite que los cubanos que
lleguen a Estados Unidos reciban la residencia legal al año de manera
automática.
Durante este período del 59 al 66, el llamado a la salida ilegal fue un
mensaje reiterativo desde el norte brutal. Aunque el mismo llevaba un incentivo
hacia métodos de salidas ilegales, principalmente a través de formas con
violencia:
El 20 de marzo de 1964, fue asesinado el capitán José Arcadio García
Águila, piloto del helicóptero MI-4 Nr.20, por dos individuos que secuestraron
la nave en La Habana y la condujeron a Cayo Hueso EE.UU. Las autoridades
norteamericanas devolvieron el cadáver, así como a un tripulante pero se
negaron a extraditar a los asesinos.
El 15 de agosto de 1968 fue secuestrado de Colón, Matanzas, un avión
AN-2 con 14 personas a bordo y desviado al aeropuerto de Homestead, en Miami.
En octubre de 1979, un grupo de contrarrevolucionarios secuestraron un
barco en Cuba, el GH-41 y ninguno de ellos fue condenado o arrestado.
El 16 de febrero de 1980, 16 individuos armados tomaron la embarcación
comercial Lissette, y la obligaron a ir a Florida.
El 25 de febrero de 1980, cuatro individuos armados con cuchillos y
pistolas hicieron lo mismo con el bote de pesca Lucero.
El 1 de abril de 1980, un pequeño grupo de delincuentes comunes
penetraran por la fuerza en la embajada de Perú, ocasionando la muerte del
custodio cubano Pedro Ortiz Cabrera. Frente a la irresponsabilidad de los
funcionarios de la embajada, Cuba decide retirar la custodia. De esta manera,
la embajada es abordada masivamente, principalmente por delincuentes,
incluyendo otros interesados en salir del país. El 21 de abril se hizo pública
la apertura de la emigración a través del puerto del Mariel.
Respuesta del pueblo cubano: Concentración en La habana el 19 de abril
con desfile del pueblo frente a la embajada, condenando la actitud denigrante
de sus ocupantes y funcionarios de la misma. 1 de mayo, segunda concentración
en Plaza de la Revolución, donde Fidel hace análisis de los hechos. 17 de mayo,
tercera concentración, pero en toda Cuba, condenando el bloqueo de los Estados
Unidos a Cuba, la posesión de la Base Naval de Guantánamo y la violación del
espacio aéreo cubano por aviones espías estadounidenses SR-71.
En diciembre de 1984, Estados Unidos se comprometió a otorgar 20 mil
visas anuales; pero en 1985 otorgó únicamente 1227 y ninguna en los dos años
siguientes; rompiendo los acuerdos en mayo de 1987. En 1988 se reanudan los
acuerdos, en los cuales se acuerdan nuevamente las 20 mil visas, pero de ellas
se ofrecen menos de 1,5%: 1988 se otorgaron 3472 visas; 1989 se otorgaron 1631
visas; 1990 se otorgaron 1098 visas; 1991 se otorgaron 1376 visas; 1992 se
otorgaron 910 visas; 1993 se otorgaron 964 visas y en 1994 se otorgaron 544
hasta finales de julio.
El 13 de julio de 1994 un grupo de delincuentes, arrastrando consigo a
otras personas, entre ellos a mujeres y niños, secuestraron el remolcador “13
de Marzo”. Muy a pesar del esfuerzo de las autoridades cubanas, se desoyeron
las advertencias del mal estado de la embarcación y su carencia de condiciones
para efectuar una travesía hasta los Estados Unidos. El desafortunado
hundimiento del remolcador ocurrió cuando colisionó contra otra embarcación
perteneciente a la Empresa de Servicios Marítimos del Ministerio de Transporte,
mientras se encontraba en su persecución cerca de 7 millas al norte de la Bahía
de la Habana, en un mar de fuerza 3. El irresponsable secuestro conllevó a 41
muertes, entre mujeres y niños. Un acto que la prensa al servicio del
imperialismo intenta tergiversar, inventando embestidas deliberadas de otras
dos embarcaciones (Polargo2 y Polargo5) y el uso de mangueras de agua para
provocar el accidente.
El 20 de julio apareció Radio Martí, violando el espacio radiofónico de
Cuba, la cual a mediados de año 1994 emite el falso comunicado de que
embarcaciones norteamericanas recogerían por el malecón habanero a todo el que
deseaba emigrar, generando disturbios y lamentables tragedias en pérdidas
humanas. Otros aprovecharon para crear disturbios, tirando piedras a comercios
estatales; despejándose el área solamente cuando apareció Fidel Castro en
persona para alentar a los balseros a no realizar la locura de hacer la
travesía. El hecho fue calificado por los medios internacionales como la
“crisis de los balseros”; la tercera oleada masiva migratoria.
Sin embargo, mientras Estados Unidos se gastó millones de dólares en
“amparar, refugiar y asistir” a cubanos que “huían” por medios ilegales
(secuestrando aeronaves o embarcaciones, o yendo a la deriva, a costa de la
pérdida de vidas humanas, entre ellas inocentes) y recibiéndolos como “héroes”
en ese territorio; los cientos de argentinos, chilenos, panameños,
guatemaltecos, uruguayos, dominicanos o granadinos que huían de las dictaduras
fascistas de sus países, vinculadas estrechamente con Washington, fueron
encarcelados al llegar a EEUU y expulsados hacia sus países de origen.
Muy a pesar que en territorio estadounidense existen medios que incitan
a la emigración y los monopolios proliferan campañas de descrédito contra el
gobierno revolucionario y la economía cubana (limitada por el propio bloqueo
como principal culpable), la propia SINA (Oficina de Intereses de Estados
Unidos en La Habana) dio a conocer en un cable (Documento desclasificado H/l
8422/693-4, con fecha de enero de 1994) firmado por Joseph Sullivan, Jefe de la
Sección de Intereses Norteamericana en la Habana (1993-1996); en el cual
expresaba: "En el procesamiento de solicitudes de visas de
refugiados siguen presentándose casos poco sólidos. La mayoría de las personas
presentan las solicitudes, más que por causas de un verdadero temor de
persecución, por el deterioro de la situación económica. A los funcionarios de
la Sección de Intereses Norteamericana y del Immigration and Naturalization
Service les resultan particularmente difíciles los casos presentados por los
activistas de derechos humanos. A pesar de que hemos hecho todo lo posible por
trabajar con las organizaciones de derechos humanos sobre las que ejercemos un
mayor control en la identificación de los activistas verdaderamente perseguidos
por el Gobierno, los casos de derechos humanos representan la categoría menos
sólida del programa de refugiados. [...
Ya ha sido reconocido abiertamente por algunos de los ex presos
políticos, que se acogen al estatuto de refugiados como vía para escapar de la
cada vez más deteriorada economía y no a causa de un verdadero temor de
persecución u hostigamiento".
Pero para mayor descaro, la mismísima congresista cubano-americana
Ileana Ros Lethinen, planteaba en una ocasión: "Estoy a favor de un
cambio en la Ley de Ajuste Cubano, para que aquellos que usan este beneficio
único para cubanos, no puedan regresar de visita a Cuba. No se puede afirmar
que uno era perseguido político en Cuba y, al mismo tiempo, regresar de
visita". Entonces, ¿Cuba es o no una dictadura? ¿Cómo es
posible que si existe una dictadura, los propios emigrantes, “perseguidos” por
el gobierno de ésta, vayan a vacacionar al archipiélago cubano?
6 de agosto del 2002, fue secuestrada por cinco personas la embarcación
Plástico 16, en La Coloma, Pinar del Río. Las autoridades cubanas presentan
oficialmente, a través de la Nota 1428 de 27 de agosto del 2002, la solicitud
para que los secuestradores sean devueltos a Cuba. Meses después los cinco
secuestradores fueron puestos en libertad en Estados Unidos.
11 de noviembre del 2002, una avioneta AN-2 de fumigación fue
secuestrada hacia Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores, a
través de sus notas 1778 del 2002 y 180 del 2003, reclamó al gobierno
norteamericano la devolución de los secuestradores y de la avioneta. Las
autoridades norteamericanas ni siquiera instruyeron de cargos a los
secuestradores, y estos fueron puestos en libertad cuatro días después. La
avioneta fue embargada, subastada (hablando claro, de fue robada, en una
abierta y clara maniobra anticubana).
29 de enero del 2003 se produce el secuestro de la embarcación de
ferrocemento "Cabo Corrientes", de la Isla de la Juventud, la cual
fue conducida a territorio norteamericano. Las autoridades cubanas presentaron
nota diplomática reclamando la devolución de los cuatro secuestradores de la
mencionada embarcación. Estados Unidos no ha contestado la nota cubana y los
secuestradores fueron puestos en libertad de inmediato por las autoridades de
ese país.
El 6 de febrero del 2003 se secuestro una lancha rápida de tropas
guarda fronteras, la cual se dirigió a Estados Unidos. Hasta el momento no se
conoce que las autoridades norteamericanas hayan instruido de cargos a ninguno
de los cuatro secuestradores. El Ministerio de Relaciones Exteriores presentó
nota a la SINA, exigiendo la devolución de los secuestradores y protestando por
esta nueva maniobra anticubana. El Departamento de Estado no ha respondido la
mencionada nota de Cuba.
19 de marzo del 2003 se produjo el secuestro de una aeronave tipo DC-3
de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos que cubría la ruta Gerona-Ciudad
Habana. Los secuestradores y los cómplices recibieron residencia en EEUU. El
avión fue embargado por decisión de una corte norteamericana en respuesta a una
demanda interpuesta por una contrarrevolucionaria de Miami. (Notas Informativas
que se publica en Granma el 21 y 22 de marzo).
El 31 de marzo del 2003 un avión AN-24, ruta Isla de la
Juventud-Habana, con 46 personas, entre ellas 6 niños, era secuestrado por un
hombre con granada en mano. El avión tuvo que aterrizar en Boyeros por no tener
suficiente combustible. En las conversaciones con el secuestrador, se lograron
liberar 22 rehenes para repostar totalmente el avión de combustible como para
llegar a Alabama o Atlanta. Una vez llegó el avión a territorio norteamericano,
se repetía la historia: brutal maltrato y humillación a los pasajeros,
privilegios para cómplices, mano de seda con el secuestrador, avión confiscado,
retención injusta e innecesaria de la tripulación.
El 2 de abril del 2003, a la 1:40 de la madrugada, el Ministerio del
Interior informa el secuestro de la lancha "Baraguá" con pasajeros a
bordo (entre ellos niños). Los secuestradores exigieron una embarcación para
continuar viaje hacia Estados Unidos; de lo contrario, comenzarían a lanzar
rehenes al mar. La lancha, diseñada para navegar en aguas interiores, agotó su
combustible, quedando al pairo a 30 millas de la costa en mar fuerza 4, con
grave riesgo de volcarse y provocar la muerte de las 40 personas que realmente
iban a bordo de la nave. Después de ser conducida por Tropas Guardafronteras al
puerto del Mariel, los propios rehenes saltaron al mar, siendo rescatados todos
con vidas y deteniéndose a los secuestradores.
El 10 de abril de 2003, en la Isla de la Juventud, entre las 5:30 y las
6:00 de la tarde, cinco individuos, de forma sorpresiva y violenta, arrebataron
un fusil AK-M a un soldado del Servicio Militar que estaba de guardia en un
depósito de reserva de las FAR, dándose a la fuga en un automóvil. La intensión
era esperar que aterrizara el avión y después de bajarse un número determinado
de pasajeros de la aeronave, irrumpirían sorpresivamente en la pista y
secuestrarían la nave. Por suerte la operación de secuestro falló.
Además de los anteriores mencionados, también ocurrieron otros 29
proyectos e ideas de secuestrar embarcaciones y aeronaves con empleo de la
fuerza. Esta ola de secuestros fue el resultado de la actuación condescendiente
de las autoridades norteamericanas con los secuestradores, no actuando
consecuentemente con dichos actos de violencia y terrorismo que pusieron en
peligro de muerte a personas inocentes, incluyendo niñas y niños.
El incentivo a poner en peligros vidas humanas, sólo para ser
manipuladas como instrumentos de ataque a la Revolución cubana, se sigue
recurriendo por la sucia política de agresiones de Estados Unidos contra Cuba.
Es imposible olvidar el caso de Elián González, cuando en 1999 fue víctima de
una inolvidable tragedia, para un niño de apenas 6 años entonces. Sacado de
Cuba de manera ilegal por su madre, incentivada por su novio, quien se dedicaba
al remunerado tráfico humano de Cuba a Estados Unidos. Sin embargo, fue el niño
Elián el único sobreviviente del naufragio para posteriormente convertirse en
víctima de la sucia guerra de la mafia de Miami contra Cuba.
“A finales del año 1999 yo sufrí las consecuencias de esa Ley. También
se me violaron derechos elementales que recoge la Convención sobre los Derechos
del Niño: el derecho a estar junto a mi padre, el derecho a conservar mi
nacionalidad, y permanecer en mi contexto cultural”.
“Fueron momentos muy tristes para mí, que me marcaron para toda la
vida. Nunca se me dio la posibilidad de tener un momento para pensar en mi
madre, quien producto de esa Ley de Ajuste Cubano falleció en el mar”_ estas fueron las palabras de Elián en el
Festival Provincial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en la ciudad de
Matanzas, donde también denunció a la Fundación Nacional Cubano Americana y de
Alfha 66 al decir: “Son organizaciones terroristas que en todo momento
apoyaron a la mafia anticubana para que yo sufriera alejado de mi familia”.
Los Lineamientos de la Economía cubana, discutidos y analizados desde
la base de la sociedad hasta su aprobación final en el Parlamento y el congreso
del Partido comunista de Cuba, también estableció nuevas directrices en la
política migratoria cubana; facilitando los trámites de salida legal y
descubriendo los viles manejos que algunas embajadas, serviles al imperialismo,
interponían trabas que daban a entender que surgían desde el patio cubano.
Después de un vaticinio de oleaje de salidas, se ha producido un mutismo en los
monopolios mediáticos a comprobar lo improductivo de tanta manipulación y
complicidad en la propaganda anticubana.
El imperialismo, en su continuo estatus de agresión contra Cuba,
recurre a nuevos métodos; ya no es sólo el incentivo a la emigración ilegal,
como vía para las salidas desde Cuba; sino también para la deserción de los
profesionales cubanos en misiones en diversos países. El Cuban Medical
Professional Parole es el nuevo engendro de ataque a Cuba, en el intento de
robarle los profesionales de la salud que se encuentran prestando ayuda
solidaria a otros países.
Desafortunadamente aún hay unos pocos
que se dejan llevar por las lentejuelas del burdel imperialista; aceptando
vivir con la inmoral condición de haber puesto precio a su vil traición. Pero
también hay otros millones de cubanos que siguen firmes en la convicción de
continuar desarrollando la obra revolucionaria y socialista; luchando por
preservar la gran riqueza adquirida con mucho sacrificio el 1 de enero de 1959:
la independencia y soberanía de Cuba.
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