Cuando faltan pocos días de que la bandera estadounidense ondee en su nueva embajada de La Habana, el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, subrayó que en Cuba nunca ha habido un “sentimiento antiestadounidense, sino un sentimiento antiimperialista”.
“El cubano siempre ha entendido bien esa sutileza. Muchas cosas nos
unen en la historia y en cuanto a cultura”, afirmó Leal, una especie de
alcalde de la capital cubana y el principal impulsor de la restauración
de La Habana Vieja, el centro histórico de la ciudad, que es uno los
principales atractivos turísticos de la isla.
Leal, que formó parte de la comitiva cubana que el pasado 20 de julio
viajó a Washington a la ceremonia de la apertura de la embajada,
insiste en que la normalización entre Cuba y EEUU
es “necesaria”, pero queda todavía por delante un “largo proceso en el
que tendrán que ponerse en claro una serie de cuestiones que no lo están
todavía”.
“Nosotros, los agraviados, porque el bloqueo sigue intacto todavía,
fuimos los primeros en ir allí a levantar nuestra bandera”, señaló Leal,
quien apuesta por una relación entre ambos países basada en el “respeto
y siempre a partes iguales”.
Con las embajadas ya abiertas y, después de que el secretario de
Estado de EEUU, John Kerry, presida el 14 de agosto en La Habana la
ceremonia del izado de la bandera de las “barras y estrellas”, se abrirá
el camino a la segunda fase de la normalización de las relaciones entre
ambos países, para lo que quedan todavía “infinitos pasos”.
“Lo que pasa es que no todo tiene que ser público. Hay cosas que de
manifestarse lo que son levantarían dificultades demasiado recias. Esto
tiene que resolverse así, delicadamente y sin sensacionalismo”, precisó
Leal, quien también es diputado en la Asamblea Nacional.
La relación Cuba-EEUU irrita todavía a algunos sectores,
especialmente a la extrema derecha de origen cubano en Miami, por lo que
Leal apuesta por la discreción y considera que uno de los “secretos
mejor guardados de la historia de ambos países” fueron las negociaciones
secretas que mantuvieron durante 18 meses con la mediación del Vaticano
y del papa.
También opina que las acciones orquestadas por el presidente Barack
Obama de acercamiento a Cuba han sido “valientes”, encaminadas a tratar
de dejar un “legado positivo” y “alcanzar en las postrimerías, lo que le
otorgaron las vísperas”, en referencia a la polémica y prematura para
algunos concesión a éste del Premio Nobel de la Paz en 2009.
Sobre las elecciones presidenciales previstas en EEUU para el próximo
año, sin dar nombres señaló que, aunque no vota, sí hace “campaña para
evitar que las partes más reaccionarias y conservadoras, que han
aborrecido hasta la sangre que llevan, puedan en un determinado momento
predominar”.
“La corriente actual en esta parte del mundo favorece esto, que se
mantenga el cambio; se mantenga lo sensato, lo positivo”, señaló Leal,
un giro que a priori parece que tiene su continuidad garantizada con la
candidata demócrata Hillary Clinton, quien la semana pasada se mostró en
Miami partidaria de levantar el embargo y profundizar en el
acercamiento a Cuba.
(Con información de EFE)
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