Gustavo de la
Torre Morales.
"Mientras más grande es la
mentira, más fácil es que la gente se la trague". Solo basta tener
un poco de sentido común y cierto estudio, para saber que cualquier referencia
de dicha frase apuntará a quien bajo el mandato de Adolf Hilter, trabajó para el
Tercer Reich: Joseph Goebbels.
Los Principios
de la Propaganda de Goebbels cayeron en manos imperialistas, una vez
llegaba a su fin el imperio del nazismo alemán en 1945. Entonces, la propaganda
y la propagación de mentiras, con objetivos estratégicos, reforzó el quehacer
de la prensa yanqui: el instrumento principal de manipulación de la opinión
pública.
Como
otros países, Cuba fue víctima también del empleo de maquinaciones. ¿No
recuerdan que el Maine fue la excusa para la intervención norteamericana en el
conflicto hispano-cubano? William
Randolph Hearst, magnate de la prensa y dueño del New York Journal, fue un
artífice para exacerbar el furor por el conflicto.
Estando
casi derrotada la metrópolis española por las tropas insurrectas mambisas y
frente a la aparente pasividad de los acontecimientos, el artista Frederic
Remintong le envía en enero de 1897 un cable a Hearst diciendo que volvería a
casa; sin embargo, el magnate le respondió tajantemente: “Por favor, manténgase allí. Usted proporcione las imágenes y yo
proporcionaré la guerra.” Y así fue.
The New Journal comenta sobre la explosión del buque USS Maine en Cuba |
Cuba
sufrió 62 años de subyugación a partir de aquel hecho. Pero la propaganda imperialista
nuevamente se sentó en los dictados de una política agresiva por parte de los
gobiernos de Estados Unidos contra Cuba a partir de enero de 1959. Y sigue
activa hoy en día.
Durante
más de medio siglo de construcción del socialismo, se ha puesto en marcha toda
una maquinaria de manipulaciones y mentiras por grandes medios norteamericanos
y de otras nacionalidades. Entre ellos podemos encontrar The Miami Herald, The
Washington Post, NewsWeek, The New York Times, la CNN, The Magazine, The
Foreign Policy, El País, La Vanguardia, Clarín, TeleCinco, Televisión Española
(TVE), entre otros diarios, canales de televisión y radiales movidos por
fuertes capitales.
Dicha
política también cuenta con la participación de diversas universidades en
Estados Unidos y España o de instituciones como Reporteros sin Fronteras o la
Sociedad Interamericana de Prensa; así como otras empresas contratistas e
intermediarias de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en
inglés) que buscan tapaderas a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Es harto conocido y demostrado que
la USAID ha efectuado pagos a diversos periodistas de España, Guatemala,
Argentina, Chile, Israel, Rusia y República Checa (por citar algunos ejemplos) para
esa labor de manipulación y creación de mentiras sobre la realidad cubana.
Al
fardo manipulativo se han sumado la National
Endowment for Democracy (NED),
el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Democrático Nacional
(NDI), Freedom House o la Development Alternatives Inc (DAI). Tampoco se quedan
atrás la Iniciativa Europea para la Democracia, los Derechos
Humanos, Comisión Europea, Fundación Caja Madrid, Centro Internacional Olof
Palme de Suecia, The Open Society Institute-Cuba Study Group, Human
Rights Watch (HRW) o la famosa Fundación
para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que, entre otros más,
son simples engendros de esa guerra fría que aún persiste, muy a pesar que se
empeñan en negar bajo la excusa de no existir el campo socialista.
Todo
un expediente se podría llenar con entidades privadas o gubernamentales que
generan o exprimen cada dólar o euro para financiar la subversión, crear
líderes opositores de gobiernos, fomentar campañas de descréditos, generar
conflictos sociales, económicos, diplomáticos o bélicos.
¡Nada!
Un amplio tubo
por donde circulan de miles a millones de dólares o euros y que no producen
bienes o servicios para los pueblos; sino el perpetuar el poder económico de
una reducida élite, sobre todo intento por parte de cualquier masa popular de
alcanzar el poder; de negarle a un pueblo, como el de Cuba, el derecho a la
soberanía y la construcción de un camino propio.
Este
clúster internacional del chismorreo y la mentira se encarga de formar o
preparar los llamados “periodistas independientes”. Grupúsculos que hacen el
trabajo de subversión ideológica, de manipulación de la realidad nacional y
presentar a la opinión pública internacional un falso ambiente de caos dentro
del ámbito nacional cubano.
El
diapasón de “ilustrados” que ponen mano a la obra de criticar o denunciar al
gobierno revolucionario, instituciones y líderes históricos abarcan un amplio
diapasón que registra desde los simples mercenarios, capaces de hacer cualquier
cosa por migajas, hasta quienes de una forma u otra buscan encontrar su nombre
en la palestra literaria (aunque sea por medio de la propaganda anticubana).
Dentro
del vicioso círculo de quienes han preferido poner sus esfuerzos “periodísticos
o literarios” como alfombrillas a las campañas mediáticas contra Cuba, se
pueden encontrar unos cuantos ejemplos: los cubanos Zoe Valdés, Carlos AlbertoMontaner (exagente de la CIA y prófugo de la justicia cubana) o CarmeloMesa-Lago; el uruguayo Mario Vargas Llosa o el catalán (ya fallecido en
diciembre de 2012) Xavier Batalla i García (quien fue Corresponsal Diplomático
de La Vanguardia).
Pero
siempre aparecen nuevos “catedráticos” que con “originalidad” se pliegan a los
dictados del Tío Sam para crear embustes contra Cuba u otro país
latinoamericano. La estrella en esta ocasión es el monárquico, partidario del Partido
“Popular”, simpatizante de los guerreristas y ex-presidentes de EE.UU Ronald
Reagan y George W. Bush, pro-Israel y pro-sionista, devoto y aferrado
religioso, devorador de comics de manga japonesa o animados de Marvel, fanático
taurino, manipulador realidades, pro yanqui, antivenezolano, anticubano y férreo
propagandista contra gobiernos latinoamericanos: el doctor en Ciencias
Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y Profesor de
Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas de dicha
universidad, Rubén Herrero de Castro.
El
“afamado” investigador del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá de
Henares (UAH) y de la Unidad de Investigación sobre Seguridad y Cooperación
Internacional (UNISCI), en su neurótico arrebato contra el gobierno bolivariano
de Venezuela, se le ha ocurrió decir en abril de 2013, en un programa de La Tuerca
(minuto 56’), que Colombia era ejemplo de regeneración democrática, sin
reparar un segundo que en ese país aun arrastra el fantasma del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, vinculado al narcotráfico, al paramilitarismo,
con la responsabilidad de la desaparición y asesinato de dirigentes sociales,
campesinos y líderes sindicales, falsos positivos que han servido para asesinar
a civiles y pasarlos como miembros de la guerrilla (FARC o ENL).
El
“ilustrado” catedrático, una “mente prodigiosa”, al parecer, no reparó que el
gobierno Colombiano bajo la presidencia de Juan Manuel Santos logró un despegue
en la economía del país por medio de la explotación minera, a costa de la destrucción
de la flora y fauna de un país con una riquísima biodiversidad, desplazando
forzosamente a indígenas y campesinos, método del Uribismo, para darles
concesiones de explotación de la tierra a multinacionales como la Eco Oro, AUX
Colombia, Sociedad Minera Calvista, Galway Resources Holdco y Leyhat.
Pero este “prestigioso” doctor en Ciencias Políticas y
Sociología se quedó literalmente helado por la fulminante respuesta que le brindó
Tania Sánchez Melero (en ese entonces diputada por IU en la Asamblea de Madrid)
en ese mismo programa de La Tuerca.
Pero
el “excelentísimo” Profesor de Relaciones Internacionales en un artículo
reciente, donde vuelve con la adarga bajo el brazo para cargar contra Pablo
Iglesias y recalca su atroz “inteligencia”, endilgó a Vladimir Ilich Lenin,
líder comunista ruso, la frase: “Una mentira repetida adecuadamente mil veces se
convierte en una verdad”; la cual, realmente pertenece a quien fue
ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi, Joseph
Goebbels.
Foto publicada por |
Pero
Rubén Herrero de Castro está haciendo honor a Goebbels, al intentar convertir
en “verdad” esta gran falsedad. Otra más para tergiversar y confundir; otra más
como las que dice contra Cuba o Venezuela.
Frente
a tanta infamia, sólo me queda concluir que es un fariseo tratando de hacer que
los demás sean más imbéciles que él mismo.
Cada
uno de estos “catedráticos”, literatos del engaño, mercenarios de los grandes
capitales, podrán adquirir suntuosos beneficios por sus maquinaciones; pero no
son más que eso, monigotes de la falacia.
Pero
como dijo José Martí, apóstol cubano, la verdad siempre sale a flote. La
historia demuestra, en su momento, que estos personeros nos son más que
pecheros del imperialismo, multiplicando mentiras.
Mentir es una vil traición a quienes confían en
tu palabra. Por eso me remitiré a las palabras del escritor español Vicente
Gómez Martínez Espinel (1550 y 1624):
“La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender
el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario