Kerry en la apertura de la Embajada de Washington en La Habana. A su derecha, Josefina Vidal, directora general de EEUU en la Cancillería cubana; a la izquierda, Roberta Jacobson, Subsecretaria de Estado, ambas fueron las jefas de sus respectivos países en las negociaciones para el restablecimiento de las relaciones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate |
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez.
Una de las frases de John Kerry durante su discurso en la reapertura de la Embajada de Estados Unidos en La Habana afirmaba, en bastante buen español, que “no hay nada que temer”,
refiriéndose a la etapa que comienza y que supuestamente debe acercar a
nuestros pueblos. Aquellas palabras me siguen rondando en la cabeza sin
poder olvidar ni uno solo de los tantos hechos venidos desde su país
para enlutar a mi Patria.
Como lo que se impone ahora es construir un camino común de
entendimiento podría hasta pensar en no darle demasiada importancia,
pero han sido tantas las veces que mi pueblo ha sufrido en carne propia
que es mejor mantenerse alertas. Nuestra historia, esa a la que jamás
podemos renunciar, dispone de ejemplos suficientes que demuestran el
valor y la firmeza de cubanos y cubanas, sin importar las difíciles
circunstancias vividas.
Si algo ha sabido saltar este pueblo, además de innumerables obstáculos puestos con marca “Made in USA”, es el miedo. Así que Mr. Kerry, aquí no tenemos temores de enfrentar lo que se supone debe venir.
Ojalá tampoco lo tengan en Estados Unidos para conocer un pueblo
digno, honesto, amistoso, sincero y deseoso de mostrarle a sus
compatriotas que podemos convivir en paz, siempre que nadie nos
provoque, porque, entonces sí Mr. Kerry, se acaban los protocolos.
Como millones de cubanos y cubanas ando vestido de optimismo. Dígale a los amargados que no acaban de entender que Cuba
no es enemiga de nadie, que todavía estamos a tiempo de vivir en
armonía y seguro que mucho mejor si ese entablado de leyes que conforman
el bloqueo desaparece del mapa.
Es verdad, Mr. Kerry, no hay nada que temer, es
cierto que nosotros podemos recibir ciertas ventajas en esta nueva etapa
de relación con Estados Unidos, pero estoy seguro que desde esta
pequeña isla del Caribe saldrán buenas cosas que serán de muchísimo
interés para su pueblo. Comencemos entonces a recorrer el camino, pero
con la certeza de que al menos de esta parte del terreno no hay temores.
Como decimos por acá, aquí no hay miedo Mr. Kerry.
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