Por Omar Pérez Salomón.
En días
recientes varios medios de comunicación se hicieron eco del anuncio
del canal Discovery Channel, que pretende estrenar en el último trimestre del
presente año el documental, “Castro:
el hombre más vigilado del mundo”, con testimonios de espías
estadounidenses, analistas de la CIA y
agentes de la KGB
soviética.
Es
conocido que en la época de la
Guerra fría se creó la que considera la mayor red de espionaje
y análisis para interceptar comunicaciones
electrónicas del mundo, Echelon. Controlada por la comunidad UKUSA (EE.UU., Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva
Zelanda); puede capturar comunicaciones por radio y satélites, llamadas
telefónicas, fax y correos electrónicos. Se estima que Echelon intercepta más
de mil millones de comunicaciones por hora. También, que el 100 % de las
comunicaciones que establece la región latinoamericana con el resto del planeta
pasa por algún nodo de comunicaciones administrado directa o indirectamente por
Estados Unidos.
Las
revelaciones de Edward
Snowden sobre los programas de espionaje masivo de la
Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) estadounidense
confirman lo anterior.
Independientemente
de la objetividad del proyectado documental sobre Fidel, sería una prueba más
de lo denunciado desde mediados de los años 90 por el hombre más espiado por la
comunidad de inteligencia de EE.UU. y sus
aliados.
Quizás los
productores de Discovery Channel pudieran tener en cuenta el testimonio de Fidel
Castro sobre este asunto, que a continuación expongo:[1]
“Tienen
el mundo lleno de satélites espiándolo todo; claro, eso los hace dueños de las
comunicaciones. Si nosotros habláramos por teléfono con cualquier país y
dijéramos cosas que no se deban decir por teléfono, seríamos grandes idiotas.
No hay conversación telefónica oficial de este país que no la capten; no hay
conversaciones con personalidades políticas o con empresas de cierta
importancia que no las capten. Las captan todas, porque el bloqueo es mucho más
que prohibir vender y comprar; no se imaginan ustedes lo que es el bloqueo. El
bloqueo es una persecución incesante contra toda actividad comercial que el
país trate de realizar.” (Clausura del Festival Internacional Juvenil Cuba Vive,
La Habana, 6 de agosto de 1995)
(…)
Ahora
los imperialistas estarán más convencidos; lo digo porque pienso que nos están
viendo aunque sea por satélite, porque los satélites yanquis andan merodeando
por todas partes y espiándolo todo, y, aunque estén a miles de kilómetros, me
imagino que podrán ver también esta multitud (…). (Acto de masas efectuado en la Plaza
de la Revolución Ernesto Guevara, en la Ciudad de Santa Clara, 30 de septiembre
de 1996)
(…)
“No
hay llamada telefónica que llegue de aquí que ellos no la tengan captada, en
eso gastan muchos miles de millones cada año.” (Clausura del V Congreso de
los Comités de Defensa de la Revolución, La Habana, 28 de septiembre de 1998)
“Tener
muchos satélites es un privilegio geopolítico, una palabrita que empieza a
usarse.” (Entrevista de prensa en el lobby del hotel Porto Palacio, en
Portugal, 16 de octubre de 1998)
(…)
“Tiene todo un sistema de espionaje
montado, independientemente de que sus satélites son capaces de descubrir un
gato en una azotea de cualquier casa de la Ciudad de La Habana o cualquier
edificio; un espionaje técnico colosal por medio de satélites, por medios
radioelectrónicos y de todo tipo, captando comunicaciones y buscando información.
Capta todas las llamadas cubanas; no hay conversación que yo pueda sostener con
cualquier dirigente latinoamericano o cualquier político en el exterior que no
sea captada por Estados Unidos. Estamos sometidos a un espionaje total y
feroz.” (Entrevista
concedida a Lucía Newman, de la CNN, en el Hotel Porto Palacio, Portugal, 19 de
octubre de 1998)
(…)
“A
veces yo redacto algunas de estas notas, por la importancia que tienen, con la
información que suministran los compañeros inmediatamente, después de recibir
un cable cifrado o en forma abierta, o muchas veces una llamada telefónica. Las
conversaciones a través de un celular las puede captar cualquiera. En Estados
Unidos recogen todo de las conversaciones, de todos los gobiernos de América
Latina y ministros, eso es algo que se conoce.
“Como
he dicho otras veces, con relación al tema, hay personas en nuestro país tan
ingenuas que creen que escondiéndose detrás de una mata de plátanos nadie se va
a enterar de lo que están conversando, y resulta que Estados Unidos posee un
sistema desarrollado en la época de la guerra fría, capaz de captar dos mil
millones de conversaciones simultáneamente; no un millón, ni dos millones, dos
mil millones de comunicaciones simultáneamente. (Intervención el 22 de marzo de 2003, en el programa
especial con motivo del secuestro del avión DC-3)
(…)
“se
calificaba a Cuba de país terrorista; se inventaban descabelladas mentiras
sobre la fabricación de armas biológicas, planes de guerra electrónica con el
propósito de interferir las comunicaciones del gobierno de Estados Unidos y
otras por el estilo, con el objetivo de buscar pretextos para una agresión
genocida contra nuestro pueblo, tal como lo hicieron después en Iraq
(…).
“Nada
de esto se disimula en absoluto. Las valijas diplomáticas de la Oficina
de Intereses se utilizan descaradamente para introducir de contrabando
computadoras, medios de comunicación, materiales impresos, libelos y cualquier
tipo de objetos y bienes para suministrar a sus asalariados” (Acto central por el Aniversario 52 del asalto a los
cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el teatro Carlos Marx, el 26
de julio de 2005)
“Algo
que hiere la sensibilidad de las personas, en cualquier sistema social, es el
irrespeto a su privacidad. Antes, por ejemplo, las leyes protegían la
correspondencia. Más tarde la protección se extendió a las comunicaciones
telefónicas, un medio de comunicación más rápido e instantáneo. Las leyes de
Estados Unidos prohibían su intercepción sin permiso judicial. Su violación
daba lugar a demandas judiciales, que en ese país llegaron a elevarse a
cuantiosas sumas.
“El 9
de julio pasado, mientras Bush se reunía con sus colegas del G-8 y el gobierno
de Estados Unidos —pese a sus genocidios— pretendía ser considerado campeón de
los derechos humanos, el Senado de Estados Unidos aprobó, por 68 votos a favor
y 28 en contra, “una ley que moderniza la Ley de Espionaje y concede inmunidad
a las empresas de telecomunicaciones que colaboran con el gobierno”
“La
lucha contra el terrorismo es el consabido pretexto,
y las intercepciones se venían realizando durante años sin permiso alguno.
“Ahora es más fácil proteger a los estadounidenses”, declaró Bush, al retornar
al país, desde la rosaleda de la Casa Blanca.
“La
iniciativa autoriza escuchas telefónicas sin permiso judicial que utilizan las
redes de Estados Unidos, sean de estadounidenses o de extranjeros”.
“La
ley anterior, que data de 1978, “no incluía las nuevas tecnologías de
comunicaciones como celulares, Internet y correo electrónico”.
“Como
la inmensa mayoría de las comunicaciones son captadas por Estados Unidos, “la
medida aprobada protege a las empresas de comunicaciones de demandas
multimillonarias de personas que aleguen violación de privacidad”. (Reflexión, La impotencia de las potencias, julio 14 de
2008)
“Casi
no habría que añadir una palabra más, excepto tal vez para recordar que gracias
al monopolio del dinero y los recursos naturales, Estados Unidos anunciaba ayer
por boca del principal comandante de la ciberguerra para el Pentágono, que ese
país “está determinado a encabezar el esfuerzo global para usar tecnología de
computadoras para disuadir o derrotar a enemigos, al tiempo que protege los
derechos constitucionales de la población”. La noticia fue transmitida por la
principal agencia norteamericana de noticias AP. ¿Cuánta seguridad se puede
buscar en el mundo de hoy? ¡Es una pregunta que no tiene respuesta!” (Reflexión,
Una pregunta que no tiene respuesta, mayo 6 de 2009)
[1] Fragmentos tomados del libro del autor de este texto: Fidel Castro, soldado de las ideas. Editora Política, La Habana, 2012.
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