Por Octavio Fraga Guerra
Tras los execrables sucesos de Charlie Hebdo perpetrado en París, va tomando fuerza y cuerpo la teoría de falsa bandera.
Analistas, periodistas o peritos han desmenuzado las imágenes de las
televisoras de Francia y el mundo, señalando la ilegitimidad y el
montaje de algunos planos o encuadres, en los que se denota falsedad
documental.
Ante los hechos presentes, se impone tomar del pasado. Tocar las
hemerotecas para reflexionar sobre lo legítimo de estas hipótesis que de
comprobarse, se confirmaría -una vez más- que la sociedad global
entraría en un nuevo ciclo de conflictos bélicos. Una era belicista,
cuya arquitectura fue construida por los neocons del expresidente George
W. Bush y la complicidad de los gobernantes de Europa. Así como el
Estado Genocida Israelí, cuyo Primer Ministro Benjamín Netanyahu tuvo la
cínica idea de participar en una manifestación en la Capital de
Francia, junto a varios gobernantes del mundo, cuyas fotos mostraban en
todo caso, la soledad de estos “lideres”, que se presentaron en nombre
de la ya machada terminología de “Comunidad Internacional”.
Alex Jones, un acreditado presentador de radio y documentalista
norteamericano, realizó en el año 2006 un filme que dibuja desde la
cronología y el análisis colateral y temático, los principales hechos
que caracterizan a lo que fluye generalizado hoy como concepto de Falsa bandera.
El autor fílmico en, Tormenta de terror (TerrorStorm: A History of Government-Sponsored Terrorism),
reconstruye los más significativos hechos de los últimos 100 años, que
la historia ha sufrido, resultado de burdos montajes que deberían ser
definidos como Terrorismo de Estado.
El cineasta explica con acusado estilo, como en la historia de la
humanidad han existido gobernantes que han construido ataques
terroristas contra su propia población. O en otras geografías para
cimentar falsos hechos que les sirve de pretextos hacia nuevas cruzadas
guerristas, cuyos fines es tener el control de los recursos energéticos,
que son vitales para el desarrollo de la sociedad contemporánea, pero
que usan como arma de geopolítica.
Es oportuno significar que destacados científicos, pronostican con
medulares argumentos que en las próximas décadas, las guerras también
serán por la conquista del agua. Un bien humano que antes los
desmesurados consumos de la sociedad presente, podría escasear e incluso
desaparecer en algunas zonas del planeta. El cineasta, con TerrorStorm,
toma nota sobra las técnicas de manipulación y control mental de
sociedades globales, cuyos orígenes se remontan a la Segunda Guerra
Mundial. La historia reconoce hoy, que el creador y ejecutor de este
engendro global, fue el ideólogo del nazismo Joseph Goebbels.
El autor fílmico, reconstruye y desmonta varios hechos que fueron
parte de los “pretextos” usados por gobiernos occidentales para
reconducir la historia, y mover voluntades de masas hacia los intereses
geopolíticos que bajo la manta de la OTAN, y la avanzadilla de la CIA y
sus homólogos de occidente, desatan verdaderas cruzadas de guerra cuyas
víctimas inocentes, son los ya etiquetados “daños colaterales”.
El atentado de 11 de septiembre contras las Torres gemelas y la sede
de la OTAN. Los atentados del 7 de septiembre en Londres. El golpe Iraní
de 1953. El fuego de Reichstag. Son algunos de los hechos que Alex
Jones incorpora en su filme, y lo hace desmontado las teorías oficiales.
Apela a documentos desclasificados de la CIA, o el MI6 (Servicio de
Inteligencia Británico). Incorpora el testimonio de ex agentes de estos
mismos servicios de espionaje. Suma en su documental a periodistas,
politólogos, o estudiosos de estos hechos que rompen con un discurso,
que también ha cimentado los mass medias a los que también el realizador
le dedica desde una perspectiva crítica, un capítulo dentro de los
muchos puzzle que confluyen en este medular tema. El merito de esta
legítima intención es que su mirada va, de cara al futuro de la
humanidad.
Si bien el documental tiene un estilo y un acento un tanto
sensacionalista, no siempre bien acogido por los críticos y analistas
del género, el hecho de que Alex Jones haya materializado en esta pieza
como pieza histórica es de reconocer.
El que haga un particular recuento de los principales acontecimientos
marcados por el montaje o la premeditación. El que incorpore también
temas interconectados con la raíces de estos hechos, cuyos fines son un
claro atentado a la humanidad por las consecuencia globales que estas
tienen para el futuro del planeta, no le quita merito y valor como pieza
fílmica que aporta conocimiento. O aristas llevadas por los medios a un
segundo plano, a un cajón de los archivos de las videotecas de las
televisoras y cadenas globales que urge redimensionar.
Se impone por tanto, meditar sobre lo que nos documenta el cineasta
de cara a probables acontecimientos en los próximos meses o años. El
impostergable, seguir con mirada crítica la toma de decisiones
nacionales y globales de los gobiernos de occidente, tras estos hechos
obviamente condenables. E incluso, urge tomar nota sobre la ruta que
podría seguir la OTAN como histórico brazo armado de las políticas más
conservadoras en la era actual. Con este filme Alex Jones nos permite
construir una cartografía de lo que serán próximas guerras de posesión,
cuyas raíces y motivaciones son, la legitimación de una sociedad que
vive una crisis sistémica, la que protagoniza el capitalismo. La
historia también ha documentado que hechos de esta magnitud, le ha
servido para reflotarse como “modelo de sociedad”.
Sinopsis
A lo largo de la historia han existido gobernantes que han utilizado
ataques terroristas contra su población con el fin de esclavizarla.
‘TerrorStorm’ revela como, en los últimos cien años, líderes
occidentales han asesinado repetidamente a sus propios ciudadanos
haciéndose pasar por sus salvadores.
Ficha técnica
Título original: TerrorStorm Nacionalidad: USA Género: Documental
Dirección: Alex Jones Guión: Alex Jones Música: Graham Reynolds
Productora: Magnolia Management Duración: 1h,52 m Año: 2006.
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