Por Gustavo de la Torre Morales.
El hecho acaecido en Francia contra
la revista Charlie Hebdo, donde fueron asesinados unas 12 personas, ha sido
llevado a la palestra mediática como forma de llamar mucho más la atención
contra “grupos” yihadistas y de condena contra estos actos de terrorismo.
El hashtag “#JeSuisCharlie” se
esparció por las redes más rápido que un virus, donde una gran marea solidaria
de condena alentaban a la tolerancia y al respeto a la libertad de expresión.
Sin embargo, todos los extremos son malos: tanto los que llegan al vil acto del
asesinato a sangre fría en un acto de fanatismo, como los que se apoyan en el
“arte”, para la creación de diversos tipos de fobias hacia determinados tipos
de manifestaciones, entre ellas las religiosas.
¿Cuál derecho justifica una masacre,
el acto violento que arranca una vida, la mano silenciosa que sesga la
existencia humana? Pero, ¿Cuál derecho justifica al uso del arte para la burla
o la ofensa, por muy caricaturesca que éste sea, la crítica humillante, el
despavorido e intencional descrédito escondido en la actitud cizañera, la
procreación del odio y el rechazo social hacia quien profese una religión? Por
supuesto que no hay derecho alguno para ambas cosas.
La prensa sensacionalista movió los
hilos y a ellos se han agarrado un torrente sin prestar un mesurado análisis.
Estoy de acuerdo en condenar todo acto de terrorismo que implique el daño
material y psicológico a personas, mucho más el que conlleve la pérdida de la
vida; pero también la vileza con que muchos medios se mueven y la revista
Charlie Habdo ha ocasionado daño y ha despertado el extremismo más vil, el cual
ha resultado en la muerte de personas. Por eso, también doy mi condena a la
Revista.
La libertad de expresión no es
humillar, no es mentir, no es generar segregación social, no es manipular la
opinión pública por medio de la manifestación grosera: no confundamos, este
avío de agresión a la ética y a la verguenza humana no es ARTE.
Retomo las palabras que Gilbert
Rémond hace suyas y que se pueden leer traducidas al castellano en el sitio de Rebelion.org:
“«Todos somos
Charlie», proclama Libération.
Yo no.
No hice campaña a favor del Tratado de Maastricht. No
soy Charlie.
Nunca he comparado al Partido Comunista con el Frente
Nacional. No soy Charlie.
Nunca he apoyado los bombardeos de la OTAN en
Yugoslavia. No soy Charlie.
Nunca hice campaña por el SÍ en el referéndum de la
Constitución Europea en 2005. No soy Charlie.
Nunca he querido hundir a Denis Robert ni he defendido
el caso Clearstream. No soy Charlie.
Nunca he pensado que Cuba es una dictadura. No soy Charlie.
Nunca pensé que Chávez era un dictador. No soy Charlie.
Nunca aprobé el bombardeo de Libia. No soy Charlie.
Nunca me alegré del asesinato de Gadafi. No soy Charlie.
En 2006 estuve en contra del ataque de Israel a Líbano.
No soy Charlie.
No tomo partido sistemáticamente por Israel contra los
palestinos. No soy Charlie.
No cierro los ojos al nazismo en Ucrania. No soy Charlie.
Opino que Femen es un movimiento procedente de la
extrema derecha ucraniana. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea un país peligroso para la paz
mundial. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea responsable de la situación en
Ucrania al contrario que la UE y la OTAN. No soy Charlie.
No llamé a la intervención en Siria. No soy Charlie.
Nunca he considerado héroes a los opositores sirios,
siempre he pensado que son fanáticos islamistas más o menos manipulados. No soy Charlie.
(…) Rendir homenaje a las víctimas, por supuesto, pero
no es alrededor de Charlie y
sus «valores» donde querría ver reunirse al pueblo francés… y rechacemos esta
unión nacional que enmascara la intención real de los terroristas y las
responsabilidades aplastantes de los dirigentes franceses en el odio suscitado
por nuestro país… “
Sobre los dirigentes, creo que ha
sido una actitud muy baja la de muchos políticos europeos, que aprovechando la
concentración convocada en Paris y como si contaran con el apoyo de la
presencia de más de 3 millones de personas condenando el ataque a la Revista,
se han hecho una foto para las grandes portadas de esos mismos medios que
también han cooperado por múltiples momentos al fanatismo y al odio.
Es repudiable la hipocresía que los
envuelve, pero también lo es la ceguera de muchos otros que se vuelven adictos
a esos mismos monopolios mediáticos como si fuesen una fuente irrefutable.
Muchos de los que aparecen en la foto son dirigentes de países miembros de la
OTAN, un aparato al servicio del imperialismo yanqui que ha servido para
asesinar en sus guerras de rapiña. Yugoslavia, Somalia, Afganistán, Libia,
entre otros como Ucrania hoy día, que están aún llorando sus muertos. Estos
“líderes” sin pueblo detrás, son los verdaderos culpables de estos crímenes.
Estos son los dirigentes políticos
que asesinan con hambre, con el desamparo económico, con las abismales
desigualdades, con la represión policial, con las mentiras, con políticas de
segregación social y, además, que han apoyado y continúan reafirmándose con
campañas armamentistas que se empeñan en denominar “ayuda humanitaria para la
democratización y la libertad” ¿Democracia y libertad de quién? Será para la
minoría que espera sacar de sus amplias arcas la inversión necesaria para
apoderarse de los apetecibles recursos naturales de los países invadidos y que
para ello necesitan primero crear el caos, la inestabilidad constitucional y la
implantación de gobiernos títeres, serviles y mezquinos.
La estrategia del poder es
“combatir” el terrorismo a través de la creación de mismo.
Estos son los dirigentes políticos
que se vuelven sordos y ciegos. Son los culpables que los pueblos de España,
Francia, Inglaterra, Alemania y demás estén llorando por todos aquellos
conciudadanos que se han quedado sin trabajo, de los jóvenes desalentados y
obligados a emigrar en busca de mejores opciones, de niños hambrientos en las
calles, con familias sin casas y sin la esperanza de un mejor futuro, de
pueblos que se encuentran atrapados por las leyes de recortes y de favoritismo
a los mercados financieros; donde una banca que ha colapsado por errores
propios es salvada a costa del dinero del pueblo… un pueblo que después no
encuentra reciprocidad al acudir a sus servicios.
Pero para mayor mofa, es ver que
también aparece en la foto un criminal de alta gama, el Primer Ministro
israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha dado las órdenes y ha dirigido la
ofensiva criminal que llevaba como objetivo la matanza de palestinos: una
limpieza étnica.
Por supuesto que es lógico que
detrás de estos políticos no haya pueblo alguno; ellos realmente no estaban en
París para marchar con los cerca de 3 millones de personas. ¡VAYA BANDA DE
CABRONES! Se fotografían con sumo descaro, mientras llevan las manos
ensangrentadas por las guerras y la tinta con la que firman tranquilamente sus
leyes de recortes sociales.
De la misma manera que toda esa masa
se levantó para condenar ese acto terrorista contra el personal de la revista
satírica, también debería continuar la marcha y las protestas contra estos
políticos oportunistas… bastante opaca, por no decir que casi nulas, estuvieron
las redes sociales con respecto a la selfie de estos políticos… Aún estoy
esperando que se pronuncie el mundo con la misma contundencia.
No permitamos que esto pase
inadvertidamente… condenemos el oportunismo de estos políticos y sus crímenes.
#YoNoSoyCharlie), pero también digo que #YoNoSoyUnPolíticoCriminal.
#NoAlTerrorismo en cualquiera de sus manifestaciones y de cualquiera que
proceda.
Yo condeno el terrorismo y también a Charlie Hebdo.
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