lunes, 12 de enero de 2015

Condeno el terrorismo y también a quien genere el odio.



Por Gustavo de la Torre Morales.



El hecho acaecido en Francia contra la revista Charlie Hebdo, donde fueron asesinados unas 12 personas, ha sido llevado a la palestra mediática como forma de llamar mucho más la atención contra “grupos” yihadistas y de condena contra estos actos de terrorismo.

El hashtag “#JeSuisCharlie” se esparció por las redes más rápido que un virus, donde una gran marea solidaria de condena alentaban a la tolerancia y al respeto a la libertad de expresión. Sin embargo, todos los extremos son malos: tanto los que llegan al vil acto del asesinato a sangre fría en un acto de fanatismo, como los que se apoyan en el “arte”, para la creación de diversos tipos de fobias hacia determinados tipos de manifestaciones, entre ellas las religiosas.

¿Cuál derecho justifica una masacre, el acto violento que arranca una vida, la mano silenciosa que sesga la existencia humana? Pero, ¿Cuál derecho justifica al uso del arte para la burla o la ofensa, por muy caricaturesca que éste sea, la crítica humillante, el despavorido e intencional descrédito escondido en la actitud cizañera, la procreación del odio y el rechazo social hacia quien profese una religión? Por supuesto que no hay derecho alguno para ambas cosas.

La prensa sensacionalista movió los hilos y a ellos se han agarrado un torrente sin prestar un mesurado análisis. Estoy de acuerdo en condenar todo acto de terrorismo que implique el daño material y psicológico a personas, mucho más el que conlleve la pérdida de la vida; pero también la vileza con que muchos medios se mueven y la revista Charlie Habdo ha ocasionado daño y ha despertado el extremismo más vil, el cual ha resultado en la muerte de personas. Por eso, también doy mi condena a la Revista.

La libertad de expresión no es humillar, no es mentir, no es generar segregación social, no es manipular la opinión pública por medio de la manifestación grosera: no confundamos, este avío de agresión a la ética y a la verguenza humana no es ARTE.

Retomo las palabras que Gilbert Rémond hace suyas y que se pueden leer traducidas al castellano en el sitio de Rebelion.org:

“«Todos somos Charlie», proclama Libération.
 
Yo no.
No hice campaña a favor del Tratado de Maastricht. No soy Charlie.
Nunca he comparado al Partido Comunista con el Frente Nacional. No soy Charlie.
Nunca he apoyado los bombardeos de la OTAN en Yugoslavia. No soy Charlie.
Nunca hice campaña por el SÍ en el referéndum de la Constitución Europea en 2005. No soy Charlie.
Nunca he querido hundir a Denis Robert ni he defendido el caso Clearstream. No soy Charlie.
Nunca he pensado que Cuba es una dictadura. No soy Charlie.
Nunca pensé que Chávez era un dictador. No soy Charlie.
Nunca aprobé el bombardeo de Libia. No soy Charlie.
Nunca me alegré del asesinato de Gadafi. No soy Charlie.
En 2006 estuve en contra del ataque de Israel a Líbano. No soy Charlie.
No tomo partido sistemáticamente por Israel contra los palestinos. No soy Charlie.
No cierro los ojos al nazismo en Ucrania. No soy Charlie.
Opino que Femen es un movimiento procedente de la extrema derecha ucraniana. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea un país peligroso para la paz mundial. No soy Charlie.
No creo que Rusia sea responsable de la situación en Ucrania al contrario que la UE y la OTAN. No soy Charlie.
No llamé a la intervención en Siria. No soy Charlie.
Nunca he considerado héroes a los opositores sirios, siempre he pensado que son fanáticos islamistas más o menos manipulados. No soy Charlie.
 
(…) Rendir homenaje a las víctimas, por supuesto, pero no es alrededor de Charlie y sus «valores» donde querría ver reunirse al pueblo francés… y rechacemos esta unión nacional que enmascara la intención real de los terroristas y las responsabilidades aplastantes de los dirigentes franceses en el odio suscitado por nuestro país… “



Sobre los dirigentes, creo que ha sido una actitud muy baja la de muchos políticos europeos, que aprovechando la concentración convocada en Paris y como si contaran con el apoyo de la presencia de más de 3 millones de personas condenando el ataque a la Revista, se han hecho una foto para las grandes portadas de esos mismos medios que también han cooperado por múltiples momentos al fanatismo y al odio.

Es repudiable la hipocresía que los envuelve, pero también lo es la ceguera de muchos otros que se vuelven adictos a esos mismos monopolios mediáticos como si fuesen una fuente irrefutable. Muchos de los que aparecen en la foto son dirigentes de países miembros de la OTAN, un aparato al servicio del imperialismo yanqui que ha servido para asesinar en sus guerras de rapiña. Yugoslavia, Somalia, Afganistán, Libia, entre otros como Ucrania hoy día, que están aún llorando sus muertos. Estos “líderes” sin pueblo detrás, son los verdaderos culpables de estos crímenes.

Estos son los dirigentes políticos que asesinan con hambre, con el desamparo económico, con las abismales desigualdades, con la represión policial, con las mentiras, con políticas de segregación social y, además, que han apoyado y continúan reafirmándose con campañas armamentistas que se empeñan en denominar “ayuda humanitaria para la democratización y la libertad” ¿Democracia y libertad de quién? Será para la minoría que espera sacar de sus amplias arcas la inversión necesaria para apoderarse de los apetecibles recursos naturales de los países invadidos y que para ello necesitan primero crear el caos, la inestabilidad constitucional y la implantación de gobiernos títeres, serviles y mezquinos.

La estrategia del poder es “combatir” el terrorismo a través de la creación de mismo.

Estos son los dirigentes políticos que se vuelven sordos y ciegos. Son los culpables que los pueblos de España, Francia, Inglaterra, Alemania y demás estén llorando por todos aquellos conciudadanos que se han quedado sin trabajo, de los jóvenes desalentados y obligados a emigrar en busca de mejores opciones, de niños hambrientos en las calles, con familias sin casas y sin la esperanza de un mejor futuro, de pueblos que se encuentran atrapados por las leyes de recortes y de favoritismo a los mercados financieros; donde una banca que ha colapsado por errores propios es salvada a costa del dinero del pueblo… un pueblo que después no encuentra reciprocidad al acudir a sus servicios.

Pero para mayor mofa, es ver que también aparece en la foto un criminal de alta gama, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha dado las órdenes y ha dirigido la ofensiva criminal que llevaba como objetivo la matanza de palestinos: una limpieza étnica.

Por supuesto que es lógico que detrás de estos políticos no haya pueblo alguno; ellos realmente no estaban en París para marchar con los cerca de 3 millones de personas. ¡VAYA BANDA DE CABRONES! Se fotografían con sumo descaro, mientras llevan las manos ensangrentadas por las guerras y la tinta con la que firman tranquilamente sus leyes de recortes sociales.


De la misma manera que toda esa masa se levantó para condenar ese acto terrorista contra el personal de la revista satírica, también debería continuar la marcha y las protestas contra estos políticos oportunistas… bastante opaca, por no decir que casi nulas, estuvieron las redes sociales con respecto a la selfie de estos políticos… Aún estoy esperando que se pronuncie el mundo con la misma contundencia.

No permitamos que esto pase inadvertidamente… condenemos el oportunismo de estos políticos y sus crímenes.

#YoNoSoyCharlie), pero también digo que #YoNoSoyUnPolíticoCriminal.
#NoAlTerrorismo en cualquiera de sus manifestaciones y de cualquiera que proceda.

Yo condeno el terrorismo y también a Charlie Hebdo.

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