El presidente número 44 de los
Estados Unidos se dirigió a la Asamblea de Naciones Unidas, el pasado 24 de
septiembre, intentando crear un estado de “empatía” en los miembros del Consejo
hacia su persona y mandato o, al menos, acercarla a la misma imagen “angelical
y esperanzadora” que construyó en ambas campañas electorales que lo llevaron a
la silla del despacho oval, en la Casa Blanca.
Su discurso, con voz serena y
segura, se entretejió con líneas que sádicamente coquetearon con los vocablos
establecidos en la Carta Magna de la organización internacional para defender los
derechos humanos, la hipócrita conducta imperialista (incluyo aliados) y la
absurda y criminal actuación que históricamente ha puesto al descubierto los
crímenes cometidos, por siglos, por parte del imperialismo norteamericano, bajo
el amparo de la mayoría de sus presidentes.
El discurso de Barack Hussein Obama
dio créditos a la histórica hegemonía imperialista. Lo esencial estuvo anclado
en la prepotencia del imperio, en el uso de la fuerza como “medida salvadora”
para imponer pautas, la salvación a sus aliados y, sin con ello faltase, la
extraña santa iluminación de la divina providencia, la cual acoge a dicha
nación como “única”, según han arraigado con egos de supremacía, y que debe
cumplir un objetivo celestial: liderar al mundo.
Lo mismo de lo mismo, muy a pesar
del salto de haber llegado a la presidencia estadounidense un afroamericano.
El “Nobel de la Paz” mintió con
sadismo, creyendo que los presentes en la sede y quienes en el resto del mundo
siguen los acontecimientos de la Asamblea se tragarían obnubilados sus
palabras.
Citemos sólo algunas de sus
perlas y comparemos con la realidad:
“Ahora,
cinco
años después de que la economía mundial se derrumbó, y
gracias a los esfuerzos coordinados
de los países aquí presentes hoy en día, se están creando puestos de trabajo, los sistemas financieros mundiales
se han estabilizado y la gente una vez más van saliendo de la pobreza.”(1)
¿De dónde saca tal afirmación? Sólo hay que ver
que en los países del primer mundo se amplía el sector del desempleo, para los
países subdesarrollados golpea con mayor fuerza. Su alarde lo basa en haber
reducido (con una metodología de baremaciones bien conservadora) en 2 décimas la
tasa existente desde 2008 hasta la fecha; pero eso conlleva a la cifra de más
de 12 millones de personas en el saco del desempleo, de los cuales medianamente
superan los 2 millones los que acceden a algún tipo de ayuda. Pero esta cifra
podría ser mayor porque no se contabilizan a quienes reciben el seguro de
desempleo ni quienes dejaron de buscar trabajo, ni tampoco a los inmigrantes
ilegales ni a los que no acuden a las oficinas a reportarse como desempleados.
Además, el presidente afroamericano no es capaz de mencionar que su país
alberga cerca de 1,6 millones de niños en las calles ¿Qué esperanza pueden
encontrar el resto mayoritario o estos infantes en las “flores” que se ha
tirado Obama?
Otro ejemplo es España, uno de los peores
situados de la eurozona, que pasó de 2,6 a más de 6 millones de personas
desempleadas; de ellos, el paro juvenil hasta los 25 años supera el 57%. Más de
30 mil familias están en las calles y los bancos siguen acaparando el parque
habitacional obsoleta y sin habitar. Un país donde los desahucios y la
desesperanza han llevado a varias personas al suicidio.
Las cifras en otros países del tercer mundo son
tristemente alarmantes y donde no encuentran esa “salida de la pobreza”; máxime cuando se muestran que las grandes
compañías siguen engrosando (en este período de “tanta crisis”) los beneficios
en sus cuentas fiscales.
El mayor cuerpo de su discurso lo dirigió para
dibujar un mundo en caos, países en las tinieblas del terrorismo:
“Juntos, también hemos trabajado
para poner fin a una década de guerra.
Hace cinco años cerca
de 180.000 estadounidenses estaban
sirviendo en peligro, y la guerra en Irak fue el tema
dominante en nuestra relación con el
resto del mundo. Hoy en día, todas nuestras tropas han abandonado Irak. El año que viene, una coalición internacional pondrá fin a su
guerra en Afganistán, después de haber logrado
su misión de desmantelar el núcleo de Al Qaida
que nos atacaron el 11 de septiembre.”(2)
Irak fue invadido bajo el pretexto de posesión
de armas químicas y biológicas por el ejército de Saddam
Hussein; además de la existencia de laboratorios móviles, según la
CIA informó; pero se ha demostrado que sería la gran falacia del presidente
Bush, Blair y hasta de Aznar. Hoy en día no se ha establecido esa pululada
democracia. ¿Lo habrá olvidado Obama?
La guerra contra Irak tuvo como finalidad el
control de los recursos petroleros y por su ubicación geográfica favorable para
occidente. Un objetivo geoestratégico con fronteras con la República Islámica
de Irán.
La intervención de Afganistán se escudó en la
lucha contra el terrorismo (War on Terror en el inglés original) y
liquidar a Al Qaeda; la misma organización que su principal líder, Osama Bin
Laden, fue entrenado por la CIA, pero de la que aún se sirve para sus complots
de caos en el Oriente Medio.
Tunez, Egipto y Libia son los afectados por la
llamada “Primavera Árabe”, la cual
comenzó cuando el propio gobierno de los Estados Unidos emprendió sus campañas
propagandísticas clasificadoras de “regímenes” a sus sistemas políticos y “dictadores”
a sus dirigentes_ hayan sido o no sus “socios” en tiempos anteriores.
Pero el presidente Obama continuó con sus mentiras
al omitir, intencionalmente, la complicidad sostenida por la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y las empresas contratistas de
mercenarios para engendrar la famosa “Primavera” y la creación y financiación
de los grupos de oposición, junto a toda la propaganda de los Mass Medias que
tergiversaban la realidad de los hechos. El objetivo era mover la opinión
pública a aceptar las intervenciones de la OTAN y que la ONU se viera desvalida
bajo una resignación impotente.
Por supuesto, el “desorden” necesita escarmiento
y dicha “ejemplaridad” debe ser impuesta por la supremacía imperial, por ser
los “elegidos por la divina providencia” y los únicos medios son por el camino
de la fuerza. El uso de los drones fue uno de los notorios medios que no
supongan peligro alguno para las tropas estadounidenses o aliadas envueltas en
los intereses yanquis y que fuese “efectivo” para eliminar sus objetivos, aún
cuando con ello haya los llamados “daños colaterales”.
“Los Estados Unidos - estas nuevas circunstancias también han supuesto el abandono de un estado de guerra perpetua.
Más allá de traer nuestras tropas a casa, hemos limitado el uso de aviones no tripulados
para que se dirijan sólo a aquellos que
representan una amenaza inminente
continua a los Estados Unidos, donde la captura no es factible y donde hay una cercana certeza de no tenerse víctimas civiles.” (3)
Los sondeos demuestran que entre la era de Bush,
quien favorecía más la tenencia de cárceles secretas y las torturas
(públicamente confesado por él mismo), y la era de Obama, éste último ha se ha
decantado totalmente por el uso
de los drones.
Citemos
como ejemplo el caso de Pakistán: Bush con el record de 51 ataques y Obama con un total de 323;
es decir un 633,3% por encima con respecto a su antecesor. Esto se debe a
que la cúpula militar
tiene al presidente actual “Nobel de la Paz” como arma secreta para convencer a
la opinión pública: carisma y discurso fácil.
“Y
así como revisamos
el uso de nuestras extraordinarias
capacidades militares de una manera que eleve nuestros ideales, hemos comenzado a revisar la forma en que acopiamos inteligencia para que podamos
equilibrar adecuadamente las legítimas preocupaciones de seguridad
de nuestros ciudadanos y aliados con las preocupaciones sobre la privacidad
que todas las personas comparten.”
Como
resultado de
este trabajo y la cooperación con
los aliados y socios, el mundo es
más estable de lo que era hace
cinco años.” (4)
Hemos observado cuán inteligencia se ha acopiado y la
“estabilidad” alcanzada, con un mayor deterioro de la situación imperante en el
Oriente Medio, agregando las nuevas guerras declaradas contra Yemén, Siria e
Irán (sin dejar fuera a Somalia, en el cono africano); así como el gran destape
del espionaje que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos ha
llevado a cabo sobre otros países por todo el globo terráqueo, y hasta sobre
sus propios ciudadanos, “aliados y socios”,
en una flagrante violación de los derechos de privacidad.
En la guerra
que hoy en día sostiene el presidente norteamericano número 44 y “Nobel de la
Paz” para derrocar el gobierno de Bashar al-Assad, se escuda en la maquetación
de un horrible espectáculo:
“Y
el 21 de agosto, el régimen utilizó
armas químicas en un ataque en el
que murieron más de 1.000 personas, incluidos cientos de niños.”
Ahora,
la crisis en Siria y la
desestabilización de la región está
en el corazón de los desafíos más
amplios que la comunidad internacional
debe afrontar.” (5)
Amas
químicas que llegaron a manos de los mercenarios pagados por las potencias
imperiales (llamado Ejército Libre de Siria) a través de Turquía. Muy a pesar
de la reiteración de Obama en sostener tal mentira, el
presidente ha sido alertado por la organización de
Profesionales Veteranos de Inteligencia por la Salud Informativa (VIPS, por sus siglas en inglés), en el
cual le confirman que “Bashar al Assad no es responsable del incidente químico
que mató e hirió a civiles sirios el 21 de agosto, hecho que también conocen
los servicios británicos”.
“Es un insulto
a la razón humana y la legitimidad de esta institución para sugerir que alguien que no sea el régimen lleva a cabo este ataque.” (6)
Insulto es el
empecinamiento que muestra el presidente norteamericano para alcanzar la
aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, muy en especial de Rusia y
China, y así llevar a cabo su matanza. Insulto es omita o desconozca el reclamo
de los pueblos de NO AGRESIÓN A SIRIA, así como su descarada omisión al aviso
expreso en el documento que se menciona anteriormente, donde se le confirma su
error sobre las armas químicas en Siria. Un documento firmado por exagentes de
la NSA, la CIA de Servicios de Defensa.
“He hablado con el presidente Putin durante más de un año, y más
recientemente en San Petersburgo, mi
preferencia siempre ha sido una
solución diplomática a este problema.” (7)
El descaro del
presidente Obama llega rayando lo absurdo, creyendo que el resto del mundo
carece de neuronas para desconocer sus reales intensiones y para quiénes el
realmente sirve: la industria militar y energética. Sus actos diplomáticos han
sido forzados por la posición contraria de Rusia y China y por el inmenso
rechazo que ha encontrado hasta dentro de su propio Congreso para llevar a cabo
una acción militar.
Ahora acude a la
Asamblea de la ONU con angelical posición y de seguir diabolizando al gobierno
sirio. Si a Obama le interesara realmente resolver el tema de las armas
químicas en siria, simplemente con seguirle el rastro a las financiaciones
recibidas por los mercenarios y rebeldes, ya podría hacer justicia al respecto.
Pero no le conviene cuando su socio y ahijado, Israel, está involucrado con su
agencia de inteligencia: el Mossad.
Si el presidente
Obama tiene tanto interés de resolver el tema del uso de armas
químicas y biológicas , debería comenzar por sus propios laboratorios, por
pedir perdón por tantas barbaridades cometidas con el uso de agentes
contaminantes, virus y cepas de enfermedades: Vietnam con agente naranja,
Hiroshima y Nagasaki con una bomba nuclear, Cuba con
diversos agentes biológicos contra su agricultura en diversos cultivos,
contra su producción porcina, contra su población; como también el uso del Napal por parte del
ejército estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero la prepotencia
de Barack Obama, elemento esencial de la continuada política belicista de los
gobiernos de Estados Unidos se puso a la luz pública con sus amenazas hacia
Siria:
“Ahora,
tiene que haber una resolución del Consejo de Seguridad fuerte para comprobar que el régimen de Assad está manteniendo sus
compromisos. Y tiene que haber consecuencias
si no lo hacen. Si no estamos de acuerdo, incluso en esto,
entonces se verá que las Naciones
Unidas es incapaz de hacer cumplir la más básica de las leyes internacionales.” (8)
¿Está Obama
intentando dar a entender que los Estados Unidos son los más indicados en dar
ejemplo de cumplimiento de leyes y resoluciones internacionales que refieran a
la solución de conflictos entre países?
¿Por qué el
gobierno de los Estados Unidos no acata de una vez el reclamo mundial del cese
del bloqueo
económico, financiero y comercial impuesto contra Cuba, cuando ya han
pasado 22 votaciones condenando esta política genocida?
¿Por qué
Barack Obama no cierra las cárceles secretas de torturas abiertas por Bush y
donde hay cientos de prisioneros sin acceso a un proceso legal justo, como la
Base Naval de Guantánamo, de una vez? ¿Por qué no libera a los Cinco
Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de Estados Unidos,
encarcelados por un proceso parcializado y amañado, en vez de amparar a los verdaderos terroristas que caminan por las calles de Estados Unidos?
¿Por qué
Obama no reclama la destrucción del arsenal de armas nucleares y químicas que
posee sus aliados, como Israel, o las que aún tiene el propio gobierno de los
Estados Unidos esparcidas por sus bases militares en todo el planeta?
¿Por qué el
gobierno de los Estados Unidos vetó la Resolución de la ONU de condena a Israel
por la matanza de civiles inocentes en Beit-Hanún, en
el año 2006?
Si tanto “derecho” se cree Obama
que tiene su gobierno de adoptar acciones militares contra otros, entonces
otro(s) pueblo(s) podría(n) abogarse el derecho de darle finalmente un
escarmiento al gobierno de Estados Unidos por todos sus crímenes en el
transcurso de tantos siglos cometiendo crímenes. ¿Qué pasaría de saber que se
cometería un acto así? De seguro que rápidamente se tildaría de terrorismo y
una guerra mundial sería poco para lo que pasaría. Por suerte el resto de la
humanidad no actúa con la hegemonía acostumbrada del gobierno norteamericano y
están conscientes que el pueblo estadounidense no es culpable de los crímenes
que comete su gobierno y por tanto no tienen por qué pagar con las culpas de
éste.
Creo que el presidente Barack
Obama debería primero revisar todas las resoluciones y acuerdos internacionales
en los cuales no ha plasmado su firma, y que están hechos para asegurar la paz
y la convivencia pacífica en el mundo, antes de erigirse como estandarte para
ejemplarizar, precisamente, por la fuerza a otros.
“Porque así como
el pueblo palestino no deben ser desplazados, el estado de Israel está aquí para quedarse.” (9)
¿Por qué Estados Unidos ampara
abiertamente el desalojo a que está sometido el pueblo palestino o reclama una
intervención militar contra Israel con el objetivo de frenar los abusos del
ejército israelí contra civiles palestinos?
Es una contradicción abiertamente
descarada en plantear que no los palestinos no deben ser desplazados, pero
afirmar que Israel está para quedarse ¿Dónde? ¿En los terrenos despojados
vilmente a los palestinos?
“Los Estados árabes
y quienes apoyan a los palestinos deben reconocer que la estabilidad sólo se servirá a través de una solución de dos estados
y un Israel seguro.” (10)
¿Por un Israel
seguro? ¿Nos toma por tontos Obama cuando intenta ignorar los crímenes
cometidos por el ejército israelí en su política expansionista y de desalojo?
No es Palestina quien invade a Israel, sino al revés.
El show politiquero de Barack Obama en las
Naciones Unidas sigue poniendo claro que se creen dueños de todo el continente
americano, incluyendo Centro y Suramérica. En varias ocasiones el presidente
afroamericano se refiere en su discurso a su gobierno como “America”, como si
el resto de los países del Continente fuesen su patio trasero y sus voces no
deben ser atendidas, muy a pesar de expresarse en el podio de la Asamblea.
La Doctrina Monroe (1823) o El Destino
Manifiesto (1845) procreó la creencia divina en el gobierno norteamericano,
idea que nació del artículo “Anexión”
de la revista Democratic Review (New York), de 1845, en el cual se expresó: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es
extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia,
para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un
derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios
para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como
destino.”
“El peligro para
el mundo no está en un país muy ansioso
de sumergirse en los asuntos de
otros países, o para
asumir todos los problemas en la
región como propia. El peligro
para el mundo es que los Estados Unidos después de una década de guerra, justamente preocupados por cuestiones sorprendidas en casa, consciente
de la hostilidad que nuestra
participación ha generado en la región
y en todo el mundo musulmán, puede desactivar la
creación de un vacío en liderazgo
que otra nación no está lista
para llenar.”
Creo que
tal separación sería
un error. Creo que Estados Unidos debe permanecer comprometido por nuestra propia seguridad, pero también
creo que el mundo es mejor por
ello. Algunos pueden estar en
desacuerdo. Pero creo que Estados Unidos es excepcional.” (11)
El Corolario del Roosevelt (1904) con su
doctrina del gran garrote dio carta blanca a la hegemonía imperialista, dando a
entender que Estados
Unidos de América se podía otorgar el derecho de actuar como gendarme mundial
sin consenso alguno, velando solamente por sus convenientes intereses de
dominación.
De la misma manera que los gobiernos de Estados Unidos han estado creando conflictos
y guerras allende su territorio, hoy en día Barack Obama, el rostro
carismático de la élite belicista norteamericana y “Nobel de la Paz”, proclama
más guerras de rapiña y asesina, con su firma para el uso de drones, a quienes
se entiendes como “molestos” (además de civiles inocentes, lamentablemente
llamados Daños Colaterales) sin que medie la justicia por medio.
Todo, simplemente, porque Barack Obama sigue
creyendo que por la historia criminal de los gobiernos norteamericanos tienen
que sentirse “excepcionales”.
“En última instancia,
se trata de la comunidad internacional de
que Estados Unidos busca: una
donde las naciones no codician
la tierra o los recursos de otras naciones, pero en el que llevamos a cabo con el propósito de fundación de esta institución y en el que todos nos hacemos responsables.
Un mundo en el que las reglas establecidas por los horrores de la guerra pueden ayudar a resolver conflictos de manera pacífica y evitar el tipo de guerras que nuestros
antepasados lucharon.
Un mundo donde los seres humanos puedan vivir con
dignidad y cubrir sus necesidades básicas si viven en Nueva York
o en Nairobi, en Peshawar o Damasco.”
(12)
Si en realidad usted, Barack Obama, desea esto, debería dejar de mentir y actuar
en consecuencia.
Notas taquigráficas de las
palabras pronunciadas por el presidente Barack Obama y citadas en el texto.
(1) Now, five years after the
global economy collapsed, and thanks to coordinated efforts by the countries
here today, jobs are being created, global financial systems have stabilized
and people are once again being lifted out of poverty.
(2) Together we’ve also worked
to end a decade of war. Five years ago nearly 180,000 Americans were serving in
harm’s way, and the war in Iraq was the dominant issue in our relationship with
the rest of the world. Today, all of our troops have left Iraq. Next year, an
international coalition will end its war in Afghanistan, having achieved its
mission of dismantling the core of Al Qaida that attacked us on 9/11.
(3) The United States -- these
new circumstances have also meant shifting away from a perpetual war footing.
Beyond bringing our troops home we have limited the use of drones so they
target only those who pose a continuing imminent threat to the United States
where capture is not feasible and there’s a near certainty of no civilian
casualties.
(4) And just as we reviewed how
we deploy our extraordinary military capabilities in a way that lives up to our
ideals, we’ve begun to review the way that we gather intelligence so that we
properly balance the legitimate security concerns of our citizens and allies
with the privacy concerns that all people share.
As a result of this work and cooperation with
allies and partners, the world is more stable than it was five years ago.
(5) And
on August 21st, the regime used chemical weapons in an attack that killed more
than 1,000 people, including hundreds of children.
Now, the crisis in Syria and the
destabilization of the region goes to the heart of broader challenges that the
international community must now confront.
(6) It’s an insult to human
reason and to the legitimacy of this institution to suggest that anyone other
than the regime carried out this attack.
(7) However, as I’ve discussed
with President Putin for over a year, most recently in St. Petersburg, my
preference has always been a diplomatic resolution to this issue.
(8) Now, there must be a strong
Security Council resolution to verify that the Assad regime is keeping its
commitments. And there must be consequences if they fail to do so. If we cannot
agree even on this, then it will show that the United Nations is incapable of enforcing the most
basic of international laws.
(9) Because just as the Palestinian people must not be
displaced, the state of Israel is here to stay.
(10) Arab states and those who support the
Palestinians must recognize that stability will only be served through a
two-state solution and a secure Israel.
(11) The danger for the world is not an America
that is too eager to immerse itself in the affairs of other countries, or to
take on every problem in the region as its own. The danger for the world is,
that the United States after a decade of war, rightly concerned about issues
aback home, aware of the hostility that our engagement in the region has
engendered throughout the Muslim world, may disengage creating a vacuum of
leadership that no other nation is ready to fill.
I believe such disengagement would be a mistake. I believe America must
remain engaged for our own security, but I also believe the world is better for
it. Some may disagree. But I believe America is exceptional.
(12) Ultimately, this is the international
community that America seeks: one where nations do not covet the land or
resources of other nations, but one in which we carry out the founding purpose
of this institution and where we all take responsibility. A world in which the
rules established out of the horrors of war can help us resolve conflicts
peacefully and prevent the kind of wars that our forefathers fought. A world
where human beings can live with dignity and meet their basic needs whether
they live in New York or Nairobi, in Peshawar or Damascus.
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