domingo, 29 de septiembre de 2013

Obama dio créditos en la ONU a la histórica hegemonía imperialista.


El presidente número 44 de los Estados Unidos se dirigió a la Asamblea de Naciones Unidas, el pasado 24 de septiembre, intentando crear un estado de “empatía” en los miembros del Consejo hacia su persona y mandato o, al menos, acercarla a la misma imagen “angelical y esperanzadora” que construyó en ambas campañas electorales que lo llevaron a la silla del despacho oval, en la Casa Blanca.


Su discurso, con voz serena y segura, se entretejió con líneas que sádicamente coquetearon con los vocablos establecidos en la Carta Magna de la organización internacional para defender los derechos humanos, la hipócrita conducta imperialista (incluyo aliados) y la absurda y criminal actuación que históricamente ha puesto al descubierto los crímenes cometidos, por siglos, por parte del imperialismo norteamericano, bajo el amparo de la mayoría de sus presidentes.


El discurso de Barack Hussein Obama dio créditos a la histórica hegemonía imperialista. Lo esencial estuvo anclado en la prepotencia del imperio, en el uso de la fuerza como “medida salvadora” para imponer pautas, la salvación a sus aliados y, sin con ello faltase, la extraña santa iluminación de la divina providencia, la cual acoge a dicha nación como “única”, según han arraigado con egos de supremacía, y que debe cumplir un objetivo celestial: liderar al mundo.


Lo mismo de lo mismo, muy a pesar del salto de haber llegado a la presidencia estadounidense un afroamericano.


El “Nobel de la Paz” mintió con sadismo, creyendo que los presentes en la sede y quienes en el resto del mundo siguen los acontecimientos de la Asamblea se tragarían obnubilados sus palabras.


Citemos sólo algunas de sus perlas y comparemos con la realidad:


“Ahora, cinco años después de que la economía mundial se derrumbó, y gracias a los esfuerzos coordinados de los países aquí presentes hoy en día, se están creando puestos de trabajo, los sistemas financieros mundiales se han estabilizado y la gente una vez más van saliendo de la pobreza.”(1)

¿De dónde saca tal afirmación? Sólo hay que ver que en los países del primer mundo se amplía el sector del desempleo, para los países subdesarrollados golpea con mayor fuerza. Su alarde lo basa en haber reducido (con una metodología de baremaciones bien conservadora) en 2 décimas la tasa existente desde 2008 hasta la fecha; pero eso conlleva a la cifra de más de 12 millones de personas en el saco del desempleo, de los cuales medianamente superan los 2 millones los que acceden a algún tipo de ayuda. Pero esta cifra podría ser mayor porque no se contabilizan a quienes reciben el seguro de desempleo ni quienes dejaron de buscar trabajo, ni tampoco a los inmigrantes ilegales ni a los que no acuden a las oficinas a reportarse como desempleados. Además, el presidente afroamericano no es capaz de mencionar que su país alberga cerca de 1,6 millones de niños en las calles ¿Qué esperanza pueden encontrar el resto mayoritario o estos infantes en las “flores” que se ha tirado Obama?

Otro ejemplo es España, uno de los peores situados de la eurozona, que pasó de 2,6 a más de 6 millones de personas desempleadas; de ellos, el paro juvenil hasta los 25 años supera el 57%. Más de 30 mil familias están en las calles y los bancos siguen acaparando el parque habitacional obsoleta y sin habitar. Un país donde los desahucios y la desesperanza han llevado a varias personas al suicidio.

Las cifras en otros países del tercer mundo son tristemente alarmantes y donde no encuentran esa “salida de la pobreza”; máxime cuando se muestran que las grandes compañías siguen engrosando (en este período de “tanta crisis”) los beneficios en sus cuentas fiscales.

El mayor cuerpo de su discurso lo dirigió para dibujar un mundo en caos, países en las tinieblas del terrorismo:

“Juntos, también hemos trabajado para poner fin a una década de guerra. Hace cinco años cerca de 180.000 estadounidenses estaban sirviendo en peligro, y la guerra en Irak fue el tema dominante en nuestra relación con el resto del mundo. Hoy en día, todas nuestras tropas han abandonado Irak. El año que viene, una coalición internacional pondrá fin a su guerra en Afganistán, después de haber logrado su misión de desmantelar el núcleo de Al Qaida que nos atacaron el 11 de septiembre.”(2)

Irak fue invadido bajo el pretexto de posesión de armas químicas y biológicas por el ejército de Saddam Hussein; además de la existencia de laboratorios móviles, según la CIA informó; pero se ha demostrado que sería la gran falacia del presidente Bush, Blair y hasta de Aznar. Hoy en día no se ha establecido esa pululada democracia. ¿Lo habrá olvidado Obama?

La guerra contra Irak tuvo como finalidad el control de los recursos petroleros y por su ubicación geográfica favorable para occidente. Un objetivo geoestratégico con fronteras con la República Islámica de Irán.

La intervención de Afganistán se escudó en la lucha contra el terrorismo (War on Terror en el inglés original) y liquidar a Al Qaeda; la misma organización que su principal líder, Osama Bin Laden, fue entrenado por la CIA, pero de la que aún se sirve para sus complots de caos en el Oriente Medio.

Tunez, Egipto y Libia son los afectados por la llamada “Primavera  Árabe”, la cual comenzó cuando el propio gobierno de los Estados Unidos emprendió sus campañas propagandísticas clasificadoras de “regímenes” a sus sistemas políticos y “dictadores” a sus dirigentes_ hayan sido o no sus “socios” en tiempos anteriores.

Pero el presidente Obama continuó con sus mentiras al omitir, intencionalmente, la complicidad sostenida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y las empresas contratistas de mercenarios para engendrar la famosa “Primavera” y la creación y financiación de los grupos de oposición, junto a toda la propaganda de los Mass Medias que tergiversaban la realidad de los hechos. El objetivo era mover la opinión pública a aceptar las intervenciones de la OTAN y que la ONU se viera desvalida bajo una resignación impotente.

Por supuesto, el “desorden” necesita escarmiento y dicha “ejemplaridad” debe ser impuesta por la supremacía imperial, por ser los “elegidos por la divina providencia” y los únicos medios son por el camino de la fuerza. El uso de los drones fue uno de los notorios medios que no supongan peligro alguno para las tropas estadounidenses o aliadas envueltas en los intereses yanquis y que fuese “efectivo” para eliminar sus objetivos, aún cuando con ello haya los llamados “daños colaterales”.

“Los Estados Unidos - estas nuevas circunstancias también han supuesto el abandono de un estado de guerra perpetua. Más allá de traer nuestras tropas a casa, hemos limitado el uso de aviones no tripulados para que se dirijan sólo a aquellos que representan una amenaza inminente continua a los Estados Unidos, donde la captura no es factible y donde hay una cercana certeza de no tenerse víctimas civiles.” (3)

Los sondeos demuestran que entre la era de Bush, quien favorecía más la tenencia de cárceles secretas y las torturas (públicamente confesado por él mismo), y la era de Obama, éste último ha se ha decantado totalmente por el uso de los drones.

Citemos como ejemplo el caso de Pakistán: Bush con el record de 51 ataques y Obama con un total de 323; es decir un 633,3% por encima con respecto a su antecesor. Esto se debe a que la cúpula militar tiene al presidente actual “Nobel de la Paz” como arma secreta para convencer a la opinión pública: carisma y discurso fácil.


“Y así como revisamos el uso de nuestras extraordinarias capacidades militares de una manera que eleve nuestros ideales, hemos comenzado a revisar la forma en que acopiamos inteligencia para que podamos equilibrar adecuadamente las legítimas preocupaciones de seguridad de nuestros ciudadanos y aliados con las preocupaciones sobre la privacidad que todas las personas comparten.”

Como resultado de este trabajo y la cooperación con los aliados y socios, el mundo es más estable de lo que era hace cinco años.” (4)

Hemos observado cuán inteligencia se ha acopiado y la “estabilidad” alcanzada, con un mayor deterioro de la situación imperante en el Oriente Medio, agregando las nuevas guerras declaradas contra Yemén, Siria e Irán (sin dejar fuera a Somalia, en el cono africano); así como el gran destape del espionaje que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos ha llevado a cabo sobre otros países por todo el globo terráqueo, y hasta sobre sus propios ciudadanos, “aliados y socios”, en una flagrante violación de los derechos de privacidad.

En la guerra que hoy en día sostiene el presidente norteamericano número 44 y “Nobel de la Paz” para derrocar el gobierno de Bashar al-Assad, se escuda en la maquetación de un horrible espectáculo:


Y el 21 de agosto, el régimen utilizó armas químicas en un ataque en el que murieron más de 1.000 personas, incluidos cientos de niños.”

Ahora, la crisis en Siria y la desestabilización de la región está en el corazón de los desafíos más amplios que la comunidad internacional debe afrontar.” (5)

Amas químicas que llegaron a manos de los mercenarios pagados por las potencias imperiales (llamado Ejército Libre de Siria) a través de Turquía. Muy a pesar de la reiteración de Obama en sostener tal mentira, el presidente ha sido alertado por la organización de Profesionales Veteranos de Inteligencia por la Salud Informativa (VIPS, por sus siglas en inglés), en el cual le confirman que “Bashar al Assad no es responsable del incidente químico que mató e hirió a civiles sirios el 21 de agosto, hecho que también conocen los servicios británicos”. 


“Es un insulto a la razón humana y la legitimidad de esta institución para sugerir que alguien que no sea el régimen lleva a cabo este ataque.” (6)

Insulto es el empecinamiento que muestra el presidente norteamericano para alcanzar la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, muy en especial de Rusia y China, y así llevar a cabo su matanza. Insulto es omita o desconozca el reclamo de los pueblos de NO AGRESIÓN A SIRIA, así como su descarada omisión al aviso expreso en el documento que se menciona anteriormente, donde se le confirma su error sobre las armas químicas en Siria. Un documento firmado por exagentes de la NSA, la CIA de Servicios de Defensa.

He hablado con el presidente Putin durante más de un año, y más recientemente en San Petersburgo, mi preferencia siempre ha sido una solución diplomática a este problema.” (7)

El descaro del presidente Obama llega rayando lo absurdo, creyendo que el resto del mundo carece de neuronas para desconocer sus reales intensiones y para quiénes el realmente sirve: la industria militar y energética. Sus actos diplomáticos han sido forzados por la posición contraria de Rusia y China y por el inmenso rechazo que ha encontrado hasta dentro de su propio Congreso para llevar a cabo una acción militar.


Ahora acude a la Asamblea de la ONU con angelical posición y de seguir diabolizando al gobierno sirio. Si a Obama le interesara realmente resolver el tema de las armas químicas en siria, simplemente con seguirle el rastro a las financiaciones recibidas por los mercenarios y rebeldes, ya podría hacer justicia al respecto. Pero no le conviene cuando su socio y ahijado, Israel, está involucrado con su agencia de inteligencia: el Mossad.


Si el presidente Obama tiene tanto interés de resolver el tema del uso de armas químicas y biológicas , debería comenzar por sus propios laboratorios, por pedir perdón por tantas barbaridades cometidas con el uso de agentes contaminantes, virus y cepas de enfermedades: Vietnam con agente naranja, Hiroshima y Nagasaki con una bomba nuclear, Cuba con diversos agentes biológicos contra su agricultura en diversos cultivos, contra su producción porcina, contra su población; como también el uso del Napal por parte del ejército estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial.


Pero la prepotencia de Barack Obama, elemento esencial de la continuada política belicista de los gobiernos de Estados Unidos se puso a la luz pública con sus amenazas hacia Siria: 


Ahora, tiene que haber una resolución del Consejo de Seguridad fuerte para comprobar que el régimen de Assad está manteniendo sus compromisos. Y tiene que haber consecuencias si no lo hacen. Si no estamos de acuerdo, incluso en esto, entonces se verá que las Naciones Unidas es incapaz de hacer cumplir la más básica de las leyes internacionales.” (8)

¿Está Obama intentando dar a entender que los Estados Unidos son los más indicados en dar ejemplo de cumplimiento de leyes y resoluciones internacionales que refieran a la solución de conflictos entre países?


¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos no acata de una vez el reclamo mundial del cese del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto contra Cuba, cuando ya han pasado 22 votaciones condenando esta política genocida?


¿Por qué Barack Obama no cierra las cárceles secretas de torturas abiertas por Bush y donde hay cientos de prisioneros sin acceso a un proceso legal justo, como la Base Naval de Guantánamo, de una vez? ¿Por qué no libera a los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de Estados Unidos, encarcelados por un proceso parcializado y amañado, en vez de amparar a los verdaderos terroristas que caminan por las calles de Estados Unidos?


¿Por qué Obama no reclama la destrucción del arsenal de armas nucleares y químicas que posee sus aliados, como Israel, o las que aún tiene el propio gobierno de los Estados Unidos esparcidas por sus bases militares en todo el planeta?


¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos vetó la Resolución de la ONU de condena a Israel por la matanza de civiles inocentes en Beit-Hanún, en el año 2006? 


Si tanto “derecho” se cree Obama que tiene su gobierno de adoptar acciones militares contra otros, entonces otro(s) pueblo(s) podría(n) abogarse el derecho de darle finalmente un escarmiento al gobierno de Estados Unidos por todos sus crímenes en el transcurso de tantos siglos cometiendo crímenes. ¿Qué pasaría de saber que se cometería un acto así? De seguro que rápidamente se tildaría de terrorismo y una guerra mundial sería poco para lo que pasaría. Por suerte el resto de la humanidad no actúa con la hegemonía acostumbrada del gobierno norteamericano y están conscientes que el pueblo estadounidense no es culpable de los crímenes que comete su gobierno y por tanto no tienen por qué pagar con las culpas de éste.


Creo que el presidente Barack Obama debería primero revisar todas las resoluciones y acuerdos internacionales en los cuales no ha plasmado su firma, y que están hechos para asegurar la paz y la convivencia pacífica en el mundo, antes de erigirse como estandarte para ejemplarizar, precisamente, por la fuerza a otros.


“Porque así como el pueblo palestino no deben ser desplazados, el estado de Israel está aquí para quedarse.” (9)

¿Por qué Estados Unidos ampara abiertamente el desalojo a que está sometido el pueblo palestino o reclama una intervención militar contra Israel con el objetivo de frenar los abusos del ejército israelí contra civiles palestinos?


Es una contradicción abiertamente descarada en plantear que no los palestinos no deben ser desplazados, pero afirmar que Israel está para quedarse ¿Dónde? ¿En los terrenos despojados vilmente a los palestinos? 


“Los Estados árabes y quienes apoyan a los palestinos deben reconocer que la estabilidad sólo se servirá a través de una solución de dos estados y un Israel seguro.” (10)

¿Por un Israel seguro? ¿Nos toma por tontos Obama cuando intenta ignorar los crímenes cometidos por el ejército israelí en su política expansionista y de desalojo? No es Palestina quien invade a Israel, sino al revés.


El show politiquero de Barack Obama en las Naciones Unidas sigue poniendo claro que se creen dueños de todo el continente americano, incluyendo Centro y Suramérica. En varias ocasiones el presidente afroamericano se refiere en su discurso a su gobierno como “America”, como si el resto de los países del Continente fuesen su patio trasero y sus voces no deben ser atendidas, muy a pesar de expresarse en el podio de la Asamblea.


La Doctrina Monroe (1823) o El Destino Manifiesto (1845) procreó la creencia divina en el gobierno norteamericano, idea que nació del artículo “Anexión” de la revista Democratic Review (New York), de 1845, en el cual se expresó: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino.”


“El peligro para el mundo no está en un país muy ansioso de sumergirse en los asuntos de otros países, o para asumir todos los problemas en la región como propia. El peligro para el mundo es que los Estados Unidos después de una década de guerra, justamente preocupados por cuestiones sorprendidas en casa, consciente de la hostilidad que nuestra participación ha generado en la región y en todo el mundo musulmán, puede desactivar la creación de un vacío en liderazgo que otra nación no está lista para llenar.”

Creo que tal separación sería un error. Creo que Estados Unidos debe permanecer comprometido por nuestra propia seguridad, pero también creo que el mundo es mejor por ello. Algunos pueden estar en desacuerdo. Pero creo que Estados Unidos es excepcional.” (11)

El Corolario del Roosevelt (1904) con su doctrina del gran garrote dio carta blanca a la hegemonía imperialista, dando a entender que Estados Unidos de América se podía otorgar el derecho de actuar como gendarme mundial sin consenso alguno, velando solamente por sus convenientes intereses de dominación.


De la misma manera que los gobiernos de Estados Unidos han estado creando conflictos y guerras allende su territorio, hoy en día Barack Obama, el rostro carismático de la élite belicista norteamericana y “Nobel de la Paz”, proclama más guerras de rapiña y asesina, con su firma para el uso de drones, a quienes se entiendes como “molestos” (además de civiles inocentes, lamentablemente llamados Daños Colaterales) sin que medie la justicia por medio.


Todo, simplemente, porque Barack Obama sigue creyendo que por la historia criminal de los gobiernos norteamericanos tienen que sentirse “excepcionales”.


“En última instancia, se trata de la comunidad internacional de que Estados Unidos busca: una donde las naciones no codician la tierra o los recursos de otras naciones, pero en el que llevamos a cabo con el propósito de fundación de esta institución y en el que todos nos hacemos responsables. Un mundo en el que las reglas establecidas por los horrores de la guerra pueden ayudar a resolver conflictos de manera pacífica y evitar el tipo de guerras que nuestros antepasados ​​lucharon. Un mundo donde los seres humanos puedan vivir con dignidad y cubrir sus necesidades básicas si viven en Nueva York o en Nairobi, en Peshawar o Damasco.” (12)

Si en realidad usted, Barack Obama, desea esto, debería dejar de mentir y actuar en consecuencia.

Notas taquigráficas de las palabras pronunciadas por el presidente Barack Obama y citadas en el texto.
(1)  Now, five years after the global economy collapsed, and thanks to coordinated efforts by the countries here today, jobs are being created, global financial systems have stabilized and people are once again being lifted out of poverty.
(2) Together we’ve also worked to end a decade of war. Five years ago nearly 180,000 Americans were serving in harm’s way, and the war in Iraq was the dominant issue in our relationship with the rest of the world. Today, all of our troops have left Iraq. Next year, an international coalition will end its war in Afghanistan, having achieved its mission of dismantling the core of Al Qaida that attacked us on 9/11.
(3) The United States -- these new circumstances have also meant shifting away from a perpetual war footing. Beyond bringing our troops home we have limited the use of drones so they target only those who pose a continuing imminent threat to the United States where capture is not feasible and there’s a near certainty of no civilian casualties.
(4)  And just as we reviewed how we deploy our extraordinary military capabilities in a way that lives up to our ideals, we’ve begun to review the way that we gather intelligence so that we properly balance the legitimate security concerns of our citizens and allies with the privacy concerns that all people share.
As a result of this work and cooperation with allies and partners, the world is more stable than it was five years ago.
(5)  And on August 21st, the regime used chemical weapons in an attack that killed more than 1,000 people, including hundreds of children.
Now, the crisis in Syria and the destabilization of the region goes to the heart of broader challenges that the international community must now confront.
(6)  It’s an insult to human reason and to the legitimacy of this institution to suggest that anyone other than the regime carried out this attack.
(7)  However, as I’ve discussed with President Putin for over a year, most recently in St. Petersburg, my preference has always been a diplomatic resolution to this issue.
(8)  Now, there must be a strong Security Council resolution to verify that the Assad regime is keeping its commitments. And there must be consequences if they fail to do so. If we cannot agree even on this, then it will show that the United Nations is incapable of enforcing the most basic of international laws.
(9)  Because just as the Palestinian people must not be displaced, the state of Israel is here to stay.
(10) Arab states and those who support the Palestinians must recognize that stability will only be served through a two-state solution and a secure Israel.
(11) The danger for the world is not an America that is too eager to immerse itself in the affairs of other countries, or to take on every problem in the region as its own. The danger for the world is, that the United States after a decade of war, rightly concerned about issues aback home, aware of the hostility that our engagement in the region has engendered throughout the Muslim world, may disengage creating a vacuum of leadership that no other nation is ready to fill.
I believe such disengagement would be a mistake. I believe America must remain engaged for our own security, but I also believe the world is better for it. Some may disagree. But I believe America is exceptional.
(12) Ultimately, this is the international community that America seeks: one where nations do not covet the land or resources of other nations, but one in which we carry out the founding purpose of this institution and where we all take responsibility. A world in which the rules established out of the horrors of war can help us resolve conflicts peacefully and prevent the kind of wars that our forefathers fought. A world where human beings can live with dignity and meet their basic needs whether they live in New York or Nairobi, in Peshawar or Damascus.

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